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Trump pone en peligro la bioseguridad del país al cancelar el contrato de las vacunas basadas en ARNm, dicen ex funcionarios

Ex funcionarios de salud del gobierno dijeron que la decisión de la administración de Trump de cancelar contratos por valor de $766 millones para desarrollar vacunas de ARNm contra los virus de la gripe potencialmente pandémicos es el último golpe a la seguridad nacional.

Advirtieron que Estados Unidos podría pasar a depender de otros países en una próxima pandemia.

“Las medidas del gobierno socavan nuestra capacidad de respuesta frente a las amenazas biológicas”, afirmó Beth Cameron, asesora principal del Centro de Pandemias de la Universidad de Brown y ex directora del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. “Cancelar esta inversión es una señal de que estamos cambiando nuestra postura en materia de preparación para pandemias”, agregó, “y eso no es bueno para el pueblo estadounidense”.

Las pandemias de gripe mataron a unas 103 millones de personas en todo el mundo durante el siglo pasado, según cálculos de los investigadores.

Previniendo otro gran evento, el gobierno de Estados Unidos comenzó a reforzar las defensas contra una pandemia de gripe durante la administración de George W. Bush. Estas estrategias las diseñó el Consejo de Seguridad y la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA) del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), entre otras agencias.

Estos planes se basan en el rápido despliegue de vacunas en caso de pandemia. La rapidez depende de la producción nacional de vacunas, de garantizar su seguridad y de distribuirlas en todo el país a través del sistema de salud pública.

La administración Trump esta perjudicanedo cada uno de estos pasos al recortar los presupuestos de las agencias de salud y de investigación, y al promulgar cambios de políticas desconcertantes, según expertos en seguridad de la salud.

Desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo, al menos la mitad del personal del consejo de seguridad ha sido despedido o ha renunciado, y el futuro de BARDA es incierto. El principal asesor en materia de vacunas del país, Peter Marks, dimitió bajo presión en marzo, alegando “el ataque sin precedentes a la verdad científica”.

Más recientemente, el retiro de Trump de los fondos para el desarrollo de vacunas ARNm ha dejado a los estadounidenses en una situación más precaria de cara a la próxima pandemia. “Cuando surja la necesidad y no estemos preparados, ningún otro país vendrá a rescatarnos y sufriremos mucho”, dijo Rick Bright, inmunólogo y ex director de BARDA.

Los países que produjeron sus propias vacunas durante la pandemia de covid-19 tuvieron prioridad para recibir las dosis. Mientras que Estados Unidos, sede de Moderna y Pfizer, distribuyó las segundas dosis de vacunas ARNm en 2021, cientos de miles de personas en países que no fabricaban vacunas murieron esperando recibirlas.

La mayor amenaza de pandemia en la actualidad es el virus de la gripe aviar H5N1. Investigadores de todo el mundo se alarmaron cuando comenzó a propagarse entre el ganado en Estados Unidos el año pasado. Las vacas son más cercanas a los seres humanos desde el punto de vista biológico que las aves, lo que indica que el virus había evolucionado para prosperar en células similares a las nuestras.

Cuando cientos de rebaños y docenas de personas se infectaron en Estados Unidos, la administración Biden financió a Moderna para desarrollar vacunas contra la gripe aviar utilizando la tecnología de ARNm. Como parte del acuerdo, el gobierno estadounidense estipuló que podría comprar dosis antes de una pandemia. Esto ya no es así.

Los investigadores pueden fabricar vacunas contra la gripe aviar de otras maneras, pero las vacunas de ARNm se desarrollan mucho más rápidamente porque no dependen de procesos biológicos delicados, como el cultivo en huevos de gallina o en células mantenidas con vida en laboratorio.

El tiempo importa, porque los virus de la gripe mutan constantemente y las vacunas funcionan mejor cuando se adaptan a la variante que está circulando.

El desarrollo de vacunas en huevos o células puede llevar 10 meses después que se conozca la secuencia genética de una variante, dijo Bright. Y depender de los huevos supone un riesgo adicional en el caso de la gripe aviar, ya que una pandemia podría acabar con miles de millones de pollos, colapsando el suministro de huevos.

Los métodos utilizados desde hace décadas, que se basan en virus de la gripe inactivados, son más arriesgados para los investigadores y requieren mucho tiempo. Aun así, la administración Trump invirtió $500 millones en este enfoque, que fue abandonado en la década de 1980 después que provocara convulsiones en niños.

“Este retroceso por razones políticas es desconcertante”, afirmó Bright.

En el país, una pandemia de gripe aviar podría comenzar silenciosamente si el virus evoluciona y se propaga entre las personas, pero nadie se somete a pruebas al principio. De hecho, datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que, desde marzo, solo 10 trabajadores agrícolas se han realizado pruebas de gripe aviar. Por su contacto cercano con el ganado y las aves de corral, estos trabajadores están en mayor riesgo de infección.

Al igual que ocurre con muchas enfermedades, solo una pequeña parte de las personas con gripe aviar enferman gravemente. Por lo tanto, el primer indicio de que el virus se está propagando podría ser un aumento de los casos que necesitan de internación.

“Tendríamos que fabricar vacunas inmediatamente”, señaló Angela Rasmussen, viróloga de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá.

El gobierno de Estados Unidos podría aumentar la producción de las vacunas contra la gripe aviar que ya existen, desarrolladas en huevos o células. Sin embargo, estas vacunas se dirigen a una cepa más antigua del H5N1 y se desconoce su eficacia contra el virus que circula actualmente.

Además de los meses que se necesitan para desarrollar una versión actualizada en huevos o células, Rasmussen cuestionó la capacidad del gobierno para realizar rápidamente las pruebas y autorizar las vacunas actualizadas, ya que una cuarta parte del personal del HHS ha sido despedido. Si el Senado aprueba el presupuesto propuesto por Trump, la agencia se enfrenta a recortes de $32.000 millones.

También los recortes de la administración Trump a la investigación biomédica y su presión para recortar las subvenciones para gastos generales podrían afectar a los hospitales universitarios, impidiéndoles realizar grandes ensayos clínicos. Y sus recortes a los CDC y a los fondos de salud pública de los estados significa que habrá menos funcionarios de salud disponibles en caso de emergencia.

“No se puede simplemente dar marcha atrás”, dijo Rasmussen. “Cuanto más se tarda en responder, más gente muere”.

Los investigadores sugieren que otros países producirían primero las vacunas contra la gripe aviar. “Estados Unidos podría encontrarse en la misma situación que la India, donde sus habitantes, los ricos incluidos, recibieron las vacunas tarde”, explicó Achal Prabhala, investigador de salud pública en la India con el grupo de acceso a medicamentos AccessIBSA.

Prabhala es miembro de la junta directiva de una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mejorar el acceso a las vacunas de ARNm en la próxima pandemia.

Una de las empresas que participan en la iniciativa, Sinergium Biotech, con sede en Argentina, está probando una vacuna de ARNm contra la gripe aviar. Si funciona, Sinergium compartirá la propiedad intelectual de la vacuna con una docena de grupos del programa de países de ingresos medios para que puedan producirla.

La Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), una asociación internacional con sede en Noruega, proporciona fondos a grupos de investigación que desarrollan tecnología de vacunas de respuesta rápida, incluida la ARNm, en Corea del Sur, Singapur y Francia. Además, la CEPI ha comprometido hasta $20 millones para los esfuerzos de preparación ante una pandemia de gripe aviar. Este año, el gobierno indio ha abierto una convocatoria de subvenciones para desarrollar vacunas de ARNm contra la gripe aviar, advirtiendo que “supone un grave riesgo para la salud pública”.

Las empresas farmacéuticas también están invirtiendo en vacunas de ARNm contra la gripe aviar. Sin embargo, Prabhala aseguró que el capital privado no es suficiente para llevar las vacunas en fase inicial a los ensayos clínicos y a la fabricación a gran escala. Esto se debe a que no hay mercado para estas vacunas hasta que se desencadena una pandemia.

El suministro limitado implica que Estados Unidos tendría que esperar a que llegaran las vacunas de ARNm fabricadas en el extranjero. Los estados y las ciudades podrían competir entre sí para conseguir acuerdos con gobiernos y empresas extranjeros, como hicieron con los equipos médicos en el pico de la pandemia de covid-19.

“Me temo que volveremos a ver los juegos del hambre que vimos en 2020”, afirmó Cameron.

En una respuesta por correo electrónico, el director de comunicaciones del HHS, Andrew Nixon, dijo: “Llegamos a la conclusión de que la inversión continua en la vacuna de ARNm H5N1 de Moderna no era justificable desde el punto de vista científico ni ético”. Y añadió: “La decisión refleja una preocupación más amplia sobre el uso de las plataformas de ARNm, especialmente a la luz de las pruebas cada vez más numerosas de efectos adversos asociados a las vacunas de ARNm contra covid-19”.

Nixon no respaldó esta afirmación con ningún análisis publicado en revistas científicas.

En docenas de estudios publicados, investigadores han hallado que estas vacunas son seguras. Por ejemplo, un ensayo controlado con placebo realizado con más de 30.000 personas en el país reveló que los efectos adversos de la vacuna de Moderna eran poco frecuentes y transitorios, mientras que 30 participantes del grupo placebo sufrieron casos graves de covid-19 y uno falleció.

Más recientemente, un estudio reveló que tres de las casi 20.000 personas que recibieron las vacunas y el refuerzo de Moderna tuvieron efectos adversos significativos relacionados con la vacuna, que se resolvieron en pocos meses. Por otro lado, covid-19 causó la muerte de cuatro personas durante el transcurso del estudio.

En cuanto a las preocupaciones sobre el problema cardíaco, la miocarditis, un estudio de 2,5 millones de personas que recibieron al menos una dosis de la vacuna de ARNm de Pfizer reveló 2 casos por cada 100.000 personas. Covid-19 causa entre 10 y 105 casos de miocarditis por cada 100.000.

No obstante, el secretario del HHS, Robert F. Kennedy Jr., fundador de una organización antivacunas, ha calificado falsamente a las vacunas contra covid como “las vacunas más mortíferas jamás fabricadas”. Y sin aportar pruebas, dijo que la pandemia de gripe de 1918 “la causó la investigación sobre las vacunas”.

La desconfianza politizada en las vacunas ha aumentado. Muchos más republicanos dijeron que confían más en Kennedy para proporcionar información fiable sobre las vacunas que en su departamento de salud local o en los CDC en una reciente encuesta de KFF: el 73% frente a aproximadamente la mitad.

Si la gripe aviar se convierte en una pandemia en los próximos años, dijo Rasmussen, “estaremos muy mal a muchos niveles”.

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