Skip to content

Return to the Full Article View You can republish this story for free. Click the "Copy HTML" button below. Questions? Get more details.

Inestabilidad de la planta profesional en los CDC altera proyectos de VIH y desperdicia dinero, dicen investigadores

Decenas de expertos en VIH de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recibieron correos electrónicos el miércoles 11 de junio revocando las notificaciones de despido recibidas diez semanas atrás.

Sin embargo, el daño a sus proyectos podría ser permanente, y las restricciones continuas a sus investigaciones perjudicarán vidas, dijeron científicos de los CDC que trabajan en el área de VIH a KFF Health News. Lo hicieron de manera anónima por temor a represalias.

Estos investigadores fueron despedidos a principios de abril, justo antes de finalizar las encuestas nacionales exhaustivas sobre el VIH. Oficiales de salud de todo el país entrevistaron a decenas de miles de personas en riesgo de contraer el VIH o que viven con el virus, y recopilaron información de montañas de historiales médicos.

Los estados y ciudades estaban preparados para enviar la información recopilada a los CDC en abril para que los expertos en estadísticas de la agencia pudieran preparar la enorma cantidad de datos para su análisis.

Oficiales de salud y legisladores utilizan estos datos para diseñar programas contra el VIH que frenen la propagación de infecciones y salven vidas de manera más eficiente.

Por ejemplo, una encuesta de 2023 reveló que aproximadamente la mitad de los adultos menores de 30 años que vivían con VIH no recibían tratamiento de forma regular para poder mantenerse sanos y evitar transmitir el virus a otras personas. Las tasas de tratamiento eran mucho más altas para los mayores de 50 años. Como resultado, las autoridades sanitarias redoblaron sus esfuerzos para llegar a las generaciones más jóvenes.

Sin embargo, en abril, luego de los despidos, se cortaron los vínculos entre las autoridades sanitarias estatales y locales y sus homólogos de los CDC. Correos electrónicos del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) indicaron al personal que sus funciones eran “innecesarias o prácticamente idénticas a las que se desempeñaban en otras partes de la agencia”.

Marti Merritt, coordinadora de proyectos del Departamento de Salud de Illinois, se quedó atónita al ver que ella y otros empleados estatales habían invertido más de un año en las encuestas, solo para que estas se esfumaran en la fase final. “Es como si los datos se hubieran ido a un agujero negro”, dijo. “¿Cómo se establecen prioridades si no se tienen datos?”.

A Merritt le preocupa que, si no se reanudan las encuestas, se malgasten los presupuestos limitados y aumenten los casos. Los datos permiten a los departamentos de salud adaptar sus esfuerzos a las poblaciones con mayor riesgo de infección o progresión de la enfermedad.

La evidencia demuestra que prevenir el VIH es mucho más económico que tratar a las personas una vez infectadas.

Prevenir una sola infección por VIH supone un ahorro de $466.000 a lo largo de una vida. Merritt también se mostró consternado por haber desperdiciado el tiempo de miles de personas que se sinceraron sobre detalles íntimos de sus vidas con la esperanza de luchar contra la epidemia de VIH.

Un médico y experto en VIH reincorporado a los CDC la semana del 9 de junio afirmó que finalizar las encuestas más tarde supondría un desperdicio de millones de dólares de los contribuyentes que ya se han gastado en la recopilación de datos. Dos grandes iniciativas de larga data, el Medical Monitoring Project, y el National HIV Behavioral Surveillance System, costaron alrededor de $72 millones, afirmó.

“Dos años de datos de 30.000 participantes serán inutilizables y, por lo tanto, se desperdiciarán” si los proyectos no se pueden finalizar, agregó.

Para reanudar las encuestas, él y otros investigadores de los CDC necesitarían luz verde de las máximas autoridades, ya que las subvenciones que cubrían estas encuestas finalizaron mientras estaban de baja administrativa en mayo.

Las autoridades sanitarias estatales afirmaron no haber recibido las notificaciones de los CDC que suelen renovar las encuestas cada junio. Merritt dijo que ha realizado entrevistas para el Medical Monitoring Project por unos 20 años, pero el Departamento de Salud de Illinois lo ha asignado a otras tareas. Otros departamentos de salud también han despedido o reasignado a empleados dedicados a la vigilancia del VIH.

Si el HHS permite que los investigadores reincorporados reanuden los proyectos, podrían intentar compensar el lapso de diez semanas en sus análisis. Sin embargo, esto llevaría tiempo, lo que retrasaría aún más la siguiente ronda de encuestas, si es que llegan a comenzar.

“Estas encuestas no son luces que se encienden y se apagan”, dijo John Brooks, investigador que se jubiló de la División de Prevención del VIH de los CDC el año pasado. Si las encuestas se reanudan, “podemos obtener algún valor de todo el dinero gastado”, expresó.

Sin embargo, las encuestas se verían aún más perjudicadas por las acciones relacionadas con las órdenes ejecutivas de Trump que se centran en palabras como “género”, que los investigadores utilizan para saber quién tiene VIH, quién está en riesgo y por qué.

Expertos de los CDC afirmaron que ya han tenido que revisar encuestas anteriores y recalcular los resultados para que no hagan referencia al género. Esto ha implicado alterar datos de dos poblaciones desproporcionadamente afectadas por el VIH: las personas transgénero y los hombres que tienen sexo con hombres.

“Borrar personas de nuestros datos les perjudica”, declaró el investigador y médico, ahora reincorporado a los CDC. “Me preocupan los pacientes transgénero que atiendo, y es muy doloroso ver que el gobierno los trate así”.

El médico afirmó que ha tratado a pacientes con VIH desde el comienzo de la epidemia en la década de 1980, y el dolor que siente ahora es peor que durante la presidencia de Ronald Reagan, quien nunca mencionó públicamente el VIH durante su primer mandato.

“Había falta de financiación, pero no censuraron la ciencia ni intentaron controlarla como lo hacen ahora”, dijo.

Desde los despidos de abril, muchos investigadores del VIH han aceptado trabajos fuera del gobierno o se han mudado. Algunos que volverán a la agencia definieron a las reincorporaciones como desconcertantes, ya que los avisos no especifican qué harán a su regreso ni por cuánto tiempo.

Un breve correo electrónico dirigido a los empleados de los CDC de Tom Nagy, director de capital humano del HHS, que KFF Health News revisó, simplemente se refiere al anuncio sobre la reducción de personal y dice: “Por la presente, se revoca dicho aviso”.

En respuesta a consultas por correo electrónico, Andrew Nixon, director de comunicaciones del HHS, escribió: “El HHS está optimizando sus operaciones sin comprometer su labor esencial. Mejorar la salud y el bienestar de todos los estadounidenses sigue siendo nuestra principal prioridad”.

“Hemos estado cobrando todo este tiempo a pesar de no tener permiso para trabajar, y eso no es agradable para un funcionario dedicado”, dijo un empleado reincorporado.

KFF Health News is a national newsroom that produces in-depth journalism about health issues and is one of the core operating programs at KFF—an independent source of health policy research, polling, and journalism. Learn more about KFF.

USE OUR CONTENT

This story can be republished for free (details).

KFF Health News is a national newsroom that produces in-depth journalism about health issues and is one of the core operating programs at KFF—an independent source of health policy research, polling, and journalism. Learn more about KFF.

Some elements may be removed from this article due to republishing restrictions. If you have questions about available photos or other content, please contact NewsWeb@kff.org.