Esas fueron las reacciones de algunas de las 20 víctimas de disparos del desfile del Super Bowl de los Kansas City Chiefs que el jueves 27 de junio recibieron $1.2 millones del fondo #KCStrong, con pagos individuales que van desde $22,000 hasta $100,000.
Chris Rosson, presidente y CEO de United Way of Greater Kansas City, dijo que los pagos ayudarán a estos sobrevivientes, reconociendo al mismo tiempo que la violencia con armas de fuego, como el tiroteo del 14 de febrero, ocurre todos los días en Kansas City, en general en comunidades de bajos ingresos que ya están desprovistas de recursos.
“Al lanzar el fondo, era importante para nosotros apoyar en primer lugar a las víctimas directas de la violencia de ese día, pero también proporcionar recursos financieros críticos a las organizaciones de prevención y respuesta a la violencia, de apoyo de salud mental y a los que proporcionan primeros auxilios”, dijo.
El tiroteo cerca de Union Station, hacia el final de desfile, dejó 24 personas heridas y una muerta: Lisa López-Galván, de 43 años, madre de dos hijos y popular DJ de música tejana.
Desde el tiroteo, algunas víctimas y sus familias han recibido facturas médicas por miles de dólares, por tratamientos en salas de emergencia, viajes en ambulancia, atención médica continua por las heridas de bala o consejería de salud mental.
Algunas todavía están luchando por volver al trabajo y dependen de una confusa red de asistencia de cuentas de GoFundMe y un grupo de iglesias locales.
Erika Nelson, cuya hija de 15 años, Mireya, recibió disparos en la barbilla y el hombro, dijo que el dinero de United Way es una bendición, pero que su hija todavía lucha con las heridas físicas y emocionales de la violencia.
“No me importa cuánto dinero sea. Podría ser un millón de dólares. Podrían ser mil millones. Nunca va a cambiar lo que mi hija vive todos los días”, dijo Nelson. El fondo #KCStrong fue lanzado por United Way el 15 de febrero, impulsado por una primera donación de $200,000 hecha por los Chiefs, la NFL y la familia Hunt, dueña del equipo. La Kauffman Foundation y una persona anónima fueron listados como los principales donantes, con $250,000 cada uno.
Los fondos no tienen restricciones, por lo que pueden usarse para facturas médicas, fondos universitarios para los niños heridos durante el desfile por la victoria de los Chiefs, o cualquier otra cosa que las familias necesiten.
Rosson dijo que el grupo creía que las víctimas y las personas más cercanas a ellas deberían decidir cómo gastar mejor el dinero. “Dar fondos sin restricciones directamente a esas víctimas de disparos verificadas les permite tomar las decisiones que son adecuadas para ellos y su familia, y el camino que seguirán”, dijo.
Kera Mashek, directora de comunicaciones del United Way local, dijo que el dinero cae bajo el paraguas de asistencia basada en necesidades y no estará sujeto a impuestos.
United Way trabajó con la Oficina del Fiscal del condado de Jackson, Missouri, para verificar a las víctimas. Veinte de las 24 víctimas recibieron compensaciones porque dos no aplicaron y un tercero rechazó la donación, dijeron funcionarios de United Way. A una cuarta víctima, no identificada, se le negaron los fondos porque está conectada al caso criminal, según Jean Peters Baker, fiscal del condado de Jackson.
No se nombró a ninguna de las víctimas en el anuncio del 27 de junio.
Emily Tavis dijo que se sentía “más que bendecida y abrumada por el agradecimiento” al recibir la asistencia. Tavis, su pareja, Jacob Gooch Sr., y su hijastro Jacob Gooch Jr. recibieron disparos en el desfile.
“Es un gran alivio poner las facturas al día”, dijo Tavis. Ella ya había comenzado a pagar cuentas de tarjetas de crédito con su parte del pago.
Antonio Arellano, cuyo hijo de 11 años, Samuel, recibió un disparo en el costado, dijo que el dinero fue una “gran ayuda” para la familia. Dijo que Samuel espera unas vacaciones en Florida y boletos de temporada para ver jugar a los Chiefs. Pero estar en grandes multitudes aún es difícil para Samuel, por lo que Arellano dijo que intentarán ir a un juego primero para ver cómo va.
James Lemons, a quien recientemente le extrajeron la bala alojada en su pierna, dijo que agradecía la ayuda y que se siente bendecido, pero también siente que el dinero ya se ha ido. Quiere devolver la ayuda que la familia recibió tras el tiroteo, incluido el dinero que pidió prestado para ayudarlos a mudarse luego que el dueño de la casa que alquilaban la vendiera poco después del desfile.
Hasta ahora, tres adultos y tres menores han sido acusados por el tiroteo, junto con tres hombres que enfrentan cargos federales de tráfico de armas o de mentir a agentes del FBI.
Más de 80 personas fueron pisoteadas en el caos generado tras los tiroteos, dijo Baker, agregando que también están entre las muchas víctimas del ataque. Sin embargo, no recibirán dinero del fondo.
Las campañas como #KCStrong que surgen tras tiroteos masivos deben equilibrar la distribución del dinero de manera lo suficientemente amplia como para incluir a las personas directamente afectadas sin disipar los recursos disponibles, según Jeff Dion del Mass Violence Survivors Fund. Esta organización sin fines de lucro ha ayudado a comunidades de todo el país a distribuir este tipo de fondos.
Por ejemplo, OneOrlando Fund, que surgió tras el tiroteo en el club nocturno Pulse en 2016, hizo una gama de pagos, incluyendo $350,000 a las familias de cada una de las 49 personas asesinadas, pero también $25,000 a cada una de las 182 personas que estaban en la discoteca pero no resultaron físicamente heridas.
Ese fondo recaudó $29.5 millones en comparación con los $2 millones recaudados en Kansas City.
El fondo de $31.4 millones que se recolectó en Las Vegas en 2017 tras el tiroteo masivo en un concierto con 22,000 asistentes no incluyó pagos a personas que no habían sido heridas.
Cerca de un millón de personas fueron al desfile del Super Bowl en febrero. “Cuando estás manejando dólares reales, tienes que encontrar una manera de poder servir al mayor número de personas con la mayor cantidad de dinero”, dijo Baker.
“Así que creo que esas fueron probablemente algunas de las decisiones que tuvieron que tomarse en este caso, lo cual es difícil, duro, pero también necesario”.
Los grupos comunitarios que recibieron cada uno $59,410, son: AdHoc Group Against Crime; Boys & Girls Clubs of Greater Kansas City; Center for Conflict Resolution; Guadalupe Centers; Kansas City Metropolitan Crime Commission; KC Common Good; KC Mothers in Charge; Lyrik’s Institution; Newhouse Domestic Violence Shelter; Rose Brooks Center; Transition Zone; The Battle Within; Uncornered, y University Health.
Otros esfuerzos también han destinado dinero a los sobrevivientes del tiroteo del desfile del Super Bowl. Las cuentas de GoFundMe han recaudado $667,785. Un grupo basado en la fe, llamado “The Church Loves Kansas City”, recaudó $184,500 y hasta ahora ha destinado más de $50,000 a gastos funerarios, procedimientos médicos, asesoramiento y gastos domésticos, dijo Gary Kendall, uno de sus líderes.