Brykyta Shelton estaba en la fila de la caja de una gran tienda, cuando se sintió incómoda porque una mujer que estaba delante se quedó mirando sus pies.
Shelton llevaba meses tomando medicamentos para lo que, según su médico, eran hongos en las uñas, pero una de ellas tenía muy mal aspecto.
Después de pagar, la mujer se acercó a Shelton y le dijo que, aunque no era médica, pensaba que lo de sus pies era algo más serio que hongos.
“Me dijo: ‘Sé que para ti soy una desconocida, pero por favor, ve a que te revise otra persona'”, contó Shelton, que vive en un suburbio de Maryland, en el área de Washington, DC.
Shelton, que ahora tiene 42 años, siguió el consejo.
Las pruebas de laboratorio iniciales no dieron un diagnóstico claro, pero su nuevo médico le aseguró que tenía un melanoma lentiginoso acral, una forma de cáncer de piel.
Las pruebas posteriores le dieron la razón. Aunque es poco frecuente, es el subtipo más común de melanoma en personas de raza negra, como Shelton. Es la enfermedad que acabó con la vida de la estrella del reggae Bob Marley a los 36 años, y suele aparecer en la piel menos expuesta al sol, como las manos, las plantas de los pies y debajo de las uñas.
Los investigadores no entienden qué causa el melanoma lentiginoso acral y no saben cómo prevenirlo. A menudo se pasa por alto en las revisiones de la piel o se diagnostica erróneamente.
El cáncer de piel, en general, suele pasarse por alto o diagnosticarse erróneamente en los pacientes de piel negra.
Históricamente, los afroamericanos y las personas de piel oscura han quedado al margen de los esfuerzos para combatir el cáncer de piel. Durante mucho tiempo, los fabricantes de protectores solares y una comunidad médica sin conocimientos de diversidad y competencia cultural —el reconocimiento de la raíces, las creencias y los valores de un paciente— han ignorado a parte de la población a la hora de informar sobre la proteción solar o sobre cómo comprobar si su piel presenta daños o cáncer.
Es cierto que las tasas de cáncer de piel son más bajas entre las personas con tonos de piel oscuros. El melanoma es más de 20 veces más frecuente en las personas blancas que en las afroamericanas, con un riesgo general de 1 de cada 38 en las personas blancas, frente a 1 de cada 1,000 en las personas negras. La melanina proporciona cierta protección contra el daño solar, por eso los que tienen más cantidad de melanina —los de piel más oscura— están mejor protegidos que los de piel más clara.
Pero, en general, los pacientes de piel negra tienen más probabilidades de que se les diagnostiquen diversas formas de cáncer de piel en fases más avanzadas, según la doctora Janiene Luke, de la Skin of Color Society, una organización sin fines de lucro que trabaja para educar a los médicos y al público en general sobre la salud de la piel.
La tasa de supervivencia del melanoma a cinco años entre los negros no hispanos es del 66%, frente al 90% de los blancos no hispanos, según un informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Y uno de cada 3 hombres o mujeres negros diagnosticados de melanoma en Estados Unidos muere de la enfermedad, frente a 1 de cada 7 en el caso de los blancos no hispanos, afirma la Sociedad Americana del Cáncer.
Dadas las disparidades conocidas en los resultados, la doctora Valerie Harvey, presidenta de la Skin of Color Society, dijo que se necesitan dos áreas de investigación: estudiar las iniciativas educativas para ver si la concientización podría conducir a un diagnóstico más temprano y a una mayor supervivencia; y determinar los factores de riesgo en los pacientes con piel oscura, especialmente los que conducen a la aparición del melanoma en lugares menos expuestos al sol.
Mejorar la competencia cultural y la diversidad dentro de la dermatología es solo un paso para mejorar el diagnóstico y los resultados. Según los datos más recientes, menos del 3% de los dermatólogos del país son negros. La ortopedia es la única especialidad médica con un porcentaje menor.
La dermatología ha sido tradicionalmente una de las especialidades más competitivas de la medicina, señaló la doctora Michelle Henry, instructora clínica de dermatología en Weill Cornell Medicine. Además de los estrictos requisitos académicos, la admisión a los programas de dermatología también depende de la conexión con mentores y de una amplia red de contactos. Y eso, según Henry, ha creado tradicionalmente barreras para los estudiantes de medicina negros que quieren dedicarse a la dermatología.
“Hay gran cantidad de obstáculos que les ponen las cosas difíciles a muchos estudiantes de color en un espacio tan exclusivo y reducido”, añadió.
Las recientes iniciativas para ayudar a los estudiantes a superar esas barreras empiezan a dar resultados, según la doctora Susan Taylor, vicepresidenta de diversidad, equidad e inclusión en el departamento de dermatología de la Universidad de Pennsylvania y fundadora de la Skin of Color Society. Entre las iniciativas de la Academia Americana de Dermatología (AAD) se incluyen revisiones holísticas de las solicitudes de residencia, tutorías y programas para aumentar el interés de los estudiantes de secundaria y prepararlos para la universidad y la facultad de medicina.
La empresa de aplicaciones médicas VisualDX busca reducir las disparidades en medicina a través del Project Impact, creando un catálogo de imágenes que reflejan diversas enfermedades en diferentes colores de piel. Los cánceres de piel pueden tener un aspecto diferente en las pieles más claras que en las más oscuras, y como los médicos pueden haber sido formados únicamente con representaciones de pieles claras, aumenta la posibilidad de que se produzcan diagnósticos erróneos en personas de piel oscura.
El cambio también ha llegado a la industria de los protectores solares.
Jorge Martínez-Bonilla, vicepresidente y socio de la empresa de estudios de mercado de Chicago C + R Research, afirmó que las fallas de la comunidad médica a la hora de proporcionar un cuidado adecuado de la piel para las personas de piel oscura son el reflejo de la falta de disponibilidad de protectores solares que satisfagan las necesidades de los pacientes, especialmente de los afroamericanos.
“Esto ha empujado a los empresarios negros, de un día para otro, a idear sus propias soluciones y sus propios productos”, apuntó Martínez-Bonilla. “No solo por la falta de productos, sino porque son las personas que mejor conocen sus necesidades”.
Katonya Breaux es una de esas empresarias. Se sorprendió cuando, entre los 30 y los 40 años, vio que le estaban saliendo lunares en la cara y el cuello similares a los que había visto de pequeña en miembros mayores de su familia. Supuso que era parte del envejecimiento. Pero su dermatólogo le dijo que se trataba de daños causados por el sol.
“Me quedé literalmente anonadada. Pensé: ‘Pero si yo soy negra'”, dijo, y añadió que nunca había utilizado ningún tipo de protección solar en su vida. “Era algo extraño para mí. Creía que no lo necesitábamos”.
Después de frustrarse buscando un protector solar sin residuos y que no le dejara la sensación de quemar su piel, trabajó con un químico que la ayudó a crear un protector solar con base mineral. Al principio, lo destinó solo a su uso personal, pero finalmente lanzó Unsun Cosmetics. La empresa, con sede en Los Angeles, educa sobre el cuidado de la piel y vende productos diseñados para consumidores de piel oscura.
Shontay Lundy también buscaba un protector solar que no “dejara un tono azul, morado o de otro tipo en mi piel”. Hasta que “me di cuenta de que no existía”.
Así que, en 2016, desarrolló productos que no dejan residuos, y finalmente lanzó Black Girl Sunscreen.
Lundy enfatizó que la educación es fundamental para el mercadeo de su empresa. “Nuestra misión es equipar a personas de todas las edades y tonos de piel con los productos de protección solar adecuados para que se tomen en serio la salud de su piel y se protejan del daño solar”.
Shelton, cuyo encuentro fortuito en la cola de la caja de una tienda le llevó al diagnóstico de un cáncer, dijo que se ha convertido en una fanática de los autoexámenes de la piel y de la protección solar, y que ahora todos la conocen en su piscina local como “la señora del protector solar”. Es posible que el tipo de cáncer de piel que padecía no se debiera a la exposición al sol, pero aumentó su concienciación sobre los daños en la piel y otros tipos de cáncer de piel.
Está libre de cáncer desde que el médico le extirpó con éxito el tumor del dedo del pie y se sometió a quimioterapia y radioterapia. Pero la experiencia fue traumática.
“Me cambió la vida”, aseguró.
Pero también dijo que ha retomado una vida activa y plena. Siempre estará agradecida a aquella desconocida que le habló aquel día, así como al médico que no creyó en la primera serie de pruebas de laboratorio, y que optó por confiar en sus instintos para comenzar inmediatamente el tratamiento.
Consejos para evitar el cáncer de piel en todos los tonos de piel
- Evita el sol directo, especialmente entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
- Utiliza todos los días un protector solar de amplio espectro con un FPS de 30 o superior. Vuelve a aplicarlo cada dos horas o después de nadar o de realizar alguna actividad con sudoración.
- No dejes el protector solar en el auto, porque las fluctuaciones de temperatura pueden hacer que se descomponga y pierda eficacia.
- Lleva ropa que cubra los brazos y las piernas.
- Utiliza un sombrero de ala ancha para proteger la cara, las orejas y el cuello.
- Utiliza gafas de sol con filtro UV.
- Evita las camas de bronceado en interiores.
- Examina la piel de la cabeza a los pies cada mes. Busca manchas o parches oscuros, o formas que crezcan, sangren o cambien de tamaño; llagas que tardan en curarse, o que se curan y vuelven a aparecer; parches de piel que se sienten ásperos y secos; y líneas oscuras debajo o alrededor de las uñas de las manos o de los pies. Revisa con diligencia los lechos ungueales (la piel debajo de la uña), las palmas de las manos, las plantas de los pies, la cabeza, la parte inferior de las piernas, la ingle y otros lugares que reciben poco sol. Ponte en contacto con un médico si tienes alguna duda.
- Haz cita con un dermatólogo al menos una vez al año para que te haga un examen de todo el cuerpo.
Fuentes: Skin Cancer Foundation, American Academy of Dermatology, Dr. Janiene Luke, Dr. Michelle Henry, Katonya Breaux.