La neumonía adquirida en el hospital está matando pacientes. Aunque es fácil de prevenir

A photo shows a nursing assistant brushing a patient's teeth in a hospital.

Hace cuatro años, cuando Karen Giuliano fue admitida en un hospital de Boston para una cirugía de reemplazo de cadera, recibió una caja rosa con artículos de tocador: pañuelos, jabón, desodorante, pasta dental y, sin duda, el peor cepillo de dientes que vio en su vida.

“No podía creerlo. Tenía un cepillo de dientes sin cerdas”, dijo. “Era solo un palillo”.

Para la mayoría de los pacientes, un cepillo de dientes de hospital inútil sería un tema menor. Pero para Giuliano, profesora de enfermería en la Universidad de Massachusetts-Amherst, fue un recordatorio de un “problema ignorado” en los hospitales de Estados Unidos: las tremendas consecuencias de no cepillarse los dientes.

Se cree que, entre los pacientes a los que no se ha conectado a un ventilador, el no lavarse los dientes, ellos mismos o las enfermeras, es la causa principal de cientos de miles de casos de neumonía al año. La neumonía se encuentra entre las infecciones más comunes que ocurren en los centros de atención médica, y la mayoría de los casos son neumonía adquirida en el hospital sin ventilador (NVHAP), afección que mata hasta al 30% de las personas infectadas, dijeron Giuliano y otros expertos.

Pero, a diferencia de muchas infecciones que ocurren dentro de los hospitales, el gobierno federal no exige que los hospitales informen los casos de NVHAP. Como resultado, pocos hospitales comprenden el origen de la enfermedad, rastrean su aparición o trabajan activamente para prevenirla, dijeron los expertos.

Muchos casos de NVHAP podrían evitarse si el personal del hospital cepillara mejor los dientes de los pacientes postrados, según un creciente cuerpo de artículos de investigación revisado ​​por colegas. En cambio, muchos hospitales generalmente se saltean el cepillado de dientes para priorizar otras tareas y solo proporcionan cepillos de dientes baratos e ineficaces, a menudo sin darse cuenta de las consecuencias, dijo Dian Baker, profesora de enfermería de Sacramento State, que lleva más de una década estudiando la NVHAP.

“Te diré que, hoy en día, la gran mayoría de las decenas de miles de enfermeras en los hospitales no tienen idea de que la neumonía proviene de gérmenes en la boca”, dijo Baker.

La neumonía se presenta cuando los gérmenes desencadenan una infección en los pulmones. Aunque la NVHAP representa la mayoría de los casos asociados con la atención de salud, históricamente no ha recibido la misma atención que la neumonía vinculada a los ventiladores, que es más fácil de identificar y estudiar porque ocurre entre un subgrupo reducido de pacientes.

La NVHAP, un riesgo para prácticamente todos los pacientes del hospital, a menudo aparece por bacterias de la boca que se acumulan en la biopelícula espumosa de los dientes sin cepillar y se aspira a los pulmones.

Los pacientes se enfrentan a un mayor riesgo si permanecen acostados o inmóviles durante períodos prolongados, por lo que la NVHAP también se puede prevenir elevando la cabeza y sacándolos de la cama con más frecuencia.

Según la National Organization for NV-HAP Prevention, fundada en 2020, esta neumonía infecta a aproximadamente 1 de cada 100 pacientes hospitalizados y mata del 15% al ​​30% de ellos. Para aquellos que sobreviven, esta enfermedad a menudo extiende su estadía en el hospital hasta 15 días, y hace que sea mucho más probable que tengan que ser readmitidos dentro de un mes del alta, o transferidos a una unidad de terapia intensiva.

John McCleary, de 83 años, de Millinocket, Maine, contrajo un caso probable de NVHAP en 2008 después de que se fracturó el tobillo en una caída y pasó 12 días en rehabilitación en un hospital, contó su hija, Kathy Day, enfermera jubilada y defensora de la Patient Safety Action Network.

McCleary se recuperó de la fractura, pero no de la neumonía. Dos días después de regresar a casa, la infección en sus pulmones hizo que lo tuvieran que trasladar de urgencia al hospital, donde sufrió sepsis y pasó semanas en tratamiento antes de mudarse a una unidad de aislamiento en un hogar de adultos mayores.

Murió semanas después, demacrado, en gran parte sordo, incapaz de comer, y “demasiado débil para tomar agua con una sorbete”, dijo su hija. Después de contraer neumonía, nunca volvió a caminar.

“Fue un asalto asombroso a su cuerpo, desde que estuvo aquí visitándome la semana antes de su caída, hasta su muerte solo unos meses después”, dijo Day. “Y todo era evitable”.

Si bien los expertos describen a la NVHAP como una amenaza en gran medida ignorada, eso parece estar cambiando.

El año pasado, un grupo de investigadores, incluidos Giuliano y Baker, además de funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC), la Administración de Salud de Veteranos y la Comisión Conjunta, publicaron un artículo de investigación como un “llamado a la acción” con la esperanza de lanzar “una conversación nacional de atención médica sobre la prevención de la NVHAP”.

La Comisión Conjunta, una organización sin fines de lucro cuya acreditación puede ayudar, o destruir, a los hospitales, está considerando ampliar los estándares de control de infecciones para incluir más dolencias, como la NVHAP, dijo Sylvia García-Houchins, su directora de prevención y control de infecciones.

Por separado, este año, ECRI, una organización sin fines de lucro enfocada en la seguridad de la atención médica, identificó a la NVHAP como una de sus principales preocupaciones en cuanto a la seguridad del paciente.

James Davis, experto en infecciones de ECRI, dijo que la prevalencia de la NVHAP, aunque ya es alarmante, probablemente esté “subestimada” y haya empeorado a medida que los hospitales se llenaban de pacientes durante la pandemia de coronavirus.

“Solo sabemos lo que se informa”, dijo Davis. “¿Podría ser esto la punta del iceberg? En mi opinión, yo diría, probablemente”.

Para medir mejor la afección, algunos investigadores piden una definición de vigilancia estandarizada de la NVHAP, que con el tiempo podría abrir la puerta para que el gobierno federal exija la notificación de casos o incentive la prevención. Con creciente urgencia, los investigadores están presionando para que los hospitales no esperen a que el gobierno federal actúe contra la NVHAP.

Baker dijo que ha hablado con cientos de hospitales sobre cómo prevenir la NVHAP, pero hay miles que todavía no se han sumado a la causa.

“No estamos pidiendo un gran equipo de $300,000”, dijo Baker. “Las dos cosas que muestran la mejor evidencia para prevenir este daño son cosas que, de todos modos, deberían realizarse en la atención estándar: cepillarse los dientes y mover a los pacientes”.

Esa evidencia proviene de una serie de estudios que muestran que esas dos estrategias pueden conducir a fuertes reducciones en las tasas de infección.

En California, un estudio de Kaiser Permanente en 21 hospitales utilizó una nueva priorización del cuidado bucal y sacar a los pacientes de la cama para reducir las tasas de neumonía adquirida en el hospital en alrededor de un 70%. En Sutter Medical Center, en Sacramento, un mejor cuidado dental redujo los casos de NVHAP en un promedio anual del 35%.

En Orlando Regional Medical Center, en Florida, una unidad médica y una unidad quirúrgica donde los pacientes recibieron atención oral mejorada redujeron las tasas de NVHAP en un 85% y un 56%, respectivamente, en comparación con unidades similares que recibieron atención normal. Se están realizando estudios similares en dos hospitales de Illinois.

Y los resultados más convincentes provienen de un hospital de veteranos en Salem, Virginia, donde un programa piloto de cuidado bucal de 2016 redujo las tasas de NVHAP en un 92%, salvando aproximadamente 13 vidas en solo 19 meses. El programa, la Iniciativa HAPPEN, se ha ampliado en la Administración de Salud de los Veteranos, y expertos dicen que podría servir como modelo para todos los hospitales del país.

Michelle Lucatorto, oficial de enfermería que dirige HAPPEN, dijo que el programa capacita a las enfermeras para cepillar los dientes de los pacientes de manera más efectiva, y educa a los pacientes y sus familias sobre el vínculo entre el cuidado bucal y la prevención de la NVHAP. Si bien puede parecer que cepillarse los dientes no requiere capacitación, Lucatorto lo comparó con cómo el coronavirus reveló que muchos estadounidenses estaban haciendo un trabajo mediocre con otra práctica rutinaria de higiene: lavarse las manos.

“A veces buscamos la intervención más complicada”, dijo. “Siempre estamos buscando esa nueva cirugía de bypass o algún equipo técnico nuevo. Y a veces pienso que fallamos en ver las cosas simples que podemos hacer en nuestra práctica para salvar vidas”.

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