Desde que la Red Nacional de Prevención del Suicidio lanzó hace un año un número de teléfono de crisis de tres dígitos, el 988, la cantidad de llamadas, chats y mensajes de texto a esa línea directa aumentaron el 33%.
Pero a pesar de este resultado exitoso, el futuro financiero del programa es incierto.
En los dos últimos años, el gobierno federal aportó unos $1,000 millones procedentes de las leyes American Rescue Plan y Bipartisan Safer Communities para poner en marcha la línea, concebida como una alternativa al 911 para aquellas personas que estén sufriendo una crisis de salud mental. Cuando se agote esa ayuda, los estados tendrán que cubrir el costo de los centros de llamadas.
“No sabemos cuánto dinero destinará el Congreso en el futuro”, dijo Danielle Bennett, portavoz de la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA), la agencia federal que está a cargo de la línea 988. “Pero la esperanza es que se mantenga un fuerte apoyo bipartidista para financiar el 988 adecuadamente y que los estados también establezcan sus propios mecanismos de financiación”.
Sólo ocho estados promulgaron leyes para sostener el 988 mediante tarifas telefónicas, según la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales, que está haciendo seguimiento de los estados que financian el sistema. Otros presupuestaron financiación a corto plazo. Pero muchos estados, principalmente rurales, donde escasean los servicios de salud mental y las tasas de suicidio suelen ser más altas que en los estados más urbanos, no hay planes a largo plazo para proporcionar apoyo.
Según un análisis de KFF de datos de la línea de Prevención del Suicidio y Crisis, desde el verano pasado el 988 recibió casi 5 millones de contactos, incluyendo llamadas, textos y mensajes de chat. Y los programas locales lograron responder a un alto porcentaje de las llamadas, en lugar de desviarlas a otros estados.
Para mantener a ese personal estatal que atiende los teléfonos, es fundamental asegurar la financiación a largo plazo de estos programas, afirman defensores de la salud mental y operadores estatales del 988.
En la versión anterior, “esencialmente, no se les pagaba a los centros de llamadas”, afirma Chuck Ingoglia, presidente y director ejecutivo del National Council for Mental Wellbeing, que aboga para que se invierta en el 988. “Cada vez más se reconoce que estamos facilitando el contacto con la gente y, por lo tanto, necesitamos más infraestructura”.
En Ohio, donde datos de la primavera de 2023 muestran que los operadores locales respondieron al 88% de llamadas, los legisladores admitieron recientemente que se necesita una financiación estable. En julio, el gobernador republicano Mike DeWine aprobó $46.5 millones para el 988 en el presupuesto del estado. Pero esa ayuda sólo alcanzará para dos años del programa.
“No es la financiación segura y sostenida que esperábamos”, dijo Brian Stroh, CEO y director médico de Netcare Access, un centro de llamadas que atiende a cuatro condados rurales en la frontera del este de Ohio.
SAMHSA, que distribuye los fondos para el 988, lo compara con el número de teléfono de emergencia 911, con la diferencia de que el 988 es estrictamente para crisis de salud mental. La ley National Suicide Hotline Designation Act de 2020, que estableció la creación del 988, permite a los estados cobrar recargos telefónicos para mantener el 988 indefinidamente. Esta estructura de financiación es similar a la del 911.
Stroh dijo que está “bastante satisfecho” con los resultados del primer año de 988 para Netcare Access. Pero agregó que con un sistema de financiación a corto plazo, es difícil asegurar la estabilidad laboral para los operadores de llamadas y competir con los salarios de otras industrias.
Kristin McCloud, directora ejecutiva de Pathways of Central Ohio, un centro de llamadas que también atiende a los condados rurales al este del estado, dijo que recibieron $573,056 en el primer año del 988. Esos fondos eran exactamente lo que necesitaban para formar al personal que atiende las llamadas de crisis y adquirir computadoras para que puedan trabajar a distancia.
Durante ese período, los operadores respondieron 2,316 llamadas, casi el doble de las atendidas el año anterior.
“Siento que por primera vez nos dieron el apoyo adecuado”, dijo McCloud, que lleva más de 35 años trabajando en servicios sociales.
Según la SAMHSA, antes de las subvenciones del 988, la mayoría de los centros de atención recibían fondos federales mínimos para responder a las llamadas de crisis, normalmente un estipendio de entre $2,500 y $5,000 por año.
Al igual que Stroh, McCloud piensa que la reciente asignación de Ohio es un paso importante, pero le gustaría que el estado establezca un plan de financiación permanente. Un proyecto de ley pendiente en la legislatura agregaría un recargo a las facturas telefónicas para ayudar a financiar el 988, como han hecho algunos otros estados.
Todos menos uno de los condados del este a los que Pathways of Central Ohio y Netcare Access prestan servicios han sido designados por la Oficina de Atención Primaria del Departamento de Salud del estado como zonas de escasez de profesionales de salud mental.
En North Dakota, donde casi todos los condados son rurales y llevan esa designación, un único centro de llamadas gestiona el programa 988 del estado.
Se trata del centro FirstLink, que ha visto un aumento considerable en el número de llamadas de crisis de salud mental desde la transición al 988. Comparando los primeros seis meses de 2023 con los primeros meses de 2022, las llamadas aumentaron un 55%, según Jeremy Brown, director de comunicaciones.
Esta demanda “nos ha ayudado a iniciar conversaciones con la legislatura estatal sobre financiación y apoyo”, dijo.
En mayo, el gobernador republicano Doug Burgum aprobó una asignación única de $1.86 millones para el 988 en el presupuesto de dos años de North Dakota.
Brown dijo que esta financiación ayudará a FirstLink a capacitar a sus empleados y a mantener las líneas telefónicas al día. También permitirá que los centros envíen unidades móviles de crisis cuando sea necesario.
FirstLink prefiere tratar de resolver las crisis por teléfono antes de enviar una de estas unidades, dijo Dallas Tufty, uno de los operadores de FirstLink.
“La única vez que llamamos para pedir un rescate o algo así es cuando la vida de la persona está en peligro inmediato e inminente”, dijo.
Tufty trabaja 40 horas a la semana en FirstLink, y al menos seis de ellas están dedicadas a responder llamadas y mensajes al 988. Operadores como Tufty también responden a la línea 211 de FirstLink, otro programa que proporciona información sobre asistencia de salud y servicios sociales. No es una línea de emergencia, pero a veces las personas en crisis llaman allí en lugar de hacerlo al 988.
Sin importar la línea a la que llaman, dijo Tufty, lo más difícil es no saber qué ocurre una vez que termina la llamada.
“En algunos casos no sabes si van a volver a llamar cuando lo necesiten,” dijo. “Aunque tengas un plan, no hay mucho que podamos hacer por teléfono para que la gente cumpla con ese plan”.
Aunque North Dakota y Ohio financian el 988 a través de presupuestos estatales, no todos los estados lo hacen. En Montana, el gobernador republicano Greg Gianforte recientemente destinó $300 millones a los sistemas de salud conductual y discapacidades del desarrollo. Estos sistemas pueden financiar, entre otras cosas, “oportunidades para que los residentes de Montana reciban atención integrada de salud física y conductual”, según el proyecto de ley. Pero el estado todavía no ha abordado la financiación del 988 en particular.
En 2021, los legisladores de Montana se negaron a promover un proyecto de ley para establecer una tarifa telefónica y cuenta de ingresos para financiar el 988, antes de su lanzamiento.
En este punto, “si se puede financiar con el actual presupuesto, sin nueva legislación, nos parece bien”, dijo Matt Kuntz, director ejecutivo de la sede de Montana de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales. “Sólo queremos asegurarnos de que se financie de forma sostenible, porque es un servicio importante”.