A comienzos del siglo XX, las mujeres lo usaban para superar los dolores del parto, pero su uso disminuyó en favor de la potente analgesia. Ahora, una pequeña banda de parteras está ayudando a reflotar su uso en los Estados Unidos.
Un hospital en Rhode Island, el South County Hospital en North Kingstown, acaba de agregar óxido nitroso, el nombre oficial del gas de la risa, a su menú de opciones para aliviar el dolor durante el parto.
Amy Marks saltó ante la oportunidad de usarlo porque quería evitar una epidural — una inyección en el líquido alrededor de la médula espinal que bloquea la sensación por debajo de la cintura. Al día siguiente de dar a luz, se sentó con su hijo, Ethan Thomas, acurrucado en su brazo.
“Cuando las contracciones comenzaron a ser bastante intensas, yo estaba como, ‘guau, esto es bastante malo’”, dijo. “Así que trajeron (el gas) y realmente fue mejor”.
¿Pero es esto realmente suficiente alivio para el dolor de parto? Lo fue para Marks, una vez que consiguió respirar el gas a través de una máscara facial, a tiempo para anticipar el pico de dolor de una contracción por 15 a 30 segundos.
“Estás pasando por la contracción, estás respirando dentro y fuera, tal vez respirando cinco, seis veces, llegas al pico de la contracción, y realmente no necesitaba más. Podía soportar el resto de la contracción”, dijo. “Me reía. Pero sólo por 15 a 30 segundos”.
Su partera, Cynthia Voytas, dijo que Marks respiró una mezcla de 50 por ciento de óxido nitroso y 50 por ciento de oxígeno.
“Te da esta euforia que te ayuda a olvidarte un poco del dolor”, dijo Voytas.
“Absolutamente. Fue exactamente lo que pasó”, dijo Marks.
El gas de la risa se instala en dos pequeños tanques que se colocan sobre un carro. Es móvil, por lo que las enfermeras pueden trasladarlo hasta la cabecera de la cama de la mujer. Hay una manguera con una máscara para respirar. Cuando quiere un poco de gas, una mujer puede simplemente recoger la máscara y respirar. Voytas dijo que le da a una mamá más control sobre su alivio del dolor.
Hasta el 2011, sólo un par de hospitales en los Estados Unidos ofrecían óxido nitroso a las mujeres en trabajo de parto. Hoy en día, son cientos, según los dos principales fabricantes de sistemas de óxido nitroso. Uno de esos fabricantes, Porter Instrument, fabricante de Nitronox, dice que casi 300 hospitales y clínicas de partos usan esta opción para el manejo del dolor.
La Dra. Michelle Collins, profesora y directora de enfermería de parto en la Vanderbilt University School of Nursing está ayudando con la carga de volver a traer al óxido nitroso como una de las variadas opciones que se les ofrece a las mujeres para el alivio del dolor durante el parto. Ella considera que el esfuerzo es acorde con lo que las parteras siempre han hecho: abogar para que las mujeres tengan más control sobre la experiencia de dar a luz.
Antes de la década de los 50, Collins dijo que el óxido nitroso se usaba comúnmente en el parto. Pero entonces, en los años 50 y 60, los doctores comenzaron a usar las drogas que hacían que las personas estuvieran somnolientas. Las mujeres irían al hospital, se las noquearía completamente, y despertarían con un bebé en sus brazos. La epidural, que entró en escena en la década de los 70, dio a las mujeres la posibilidad de un trabajo de parto sin dolor mientras estaban despiertas. Pero hay consecuencias: las epidurales pueden dificultar el movimiento y prolongar la segunda etapa del parto.
Collins dijo que las mujeres quieren más opciones para estar más involucradas en el nacimiento de sus bebés.
“Ahora, las mujeres están más informadas, y están demandando que se escuchen sus voces, lo que es algo realmente fantástico en opinión,” dijo
El óxido nitroso se ha continuado usando regularmente en Europa, por lo que hay información que muestra que es seguro, especialmente en dosis pequeñas. No reduce el dolor como una epidural. Más bien produce una sensación de euforia o relajación.
“Para algunas mujeres, la epidural va a ser su opción número uno. Otras quieren permanecer sin medicación y no recibir nada, y ése es su derecho. Para otras, el óxido nitroso es una opción viable”, dijo. “Se ve un poco como un menú y todo lo que es seguro debe estar en ese menú y disponible para la mujer”.
Otra líder de esta mini-revolución, Judith Rooks, enfermera partera jubilada y epidemióloga, dijo que el gas deja el cuerpo en cuestión de segundos.
“Pasa a la placenta y entra en la circulación fetal, pero tan pronto como el bebé respira una o dos veces, ya se ha ido”, dijo Rooks.
En el 2011, el American College of Nurse-Midwives se posicionó a través de un documento, diciendo que es importante que las parteras sean conscientes del óxido nitroso como una buena opción para las mujeres en el trabajo de parto y que reciban entrenamiento sobre cómo administrarlo. La Dra. Laura Goetzl, profesora de obstetricia y ginecología en la Temple University School of Medicine, investiga el alivio del dolor en el parto. Ella considera al óxido nitroso una opción “segura y razonable” y está animando a Temple a ofrecerlo en su hospital.
La American Society of Anesthesiologists revisó investigaciones y, en mayo del 2011, dijo en un artículo científico que querría ver más estudios rigurosos sobre su seguridad y efectividad, porque una gran parte de la investigación tiene décadas de antigüedad. También advierten que las instalaciones deben tener un buen sistema para capturar cualquier gas que se escapa en el aire, para que las personas que están cerca no lo respiren. Ellos observan que su uso en Europa mostró “buenos resultados de seguridad para la madre y el niño”.
El óxido nitroso es menos costoso que una epidural por cientos de dólares, a veces miles. Collins dijo que el aparato desechable para respirar puede costar unos 25 dólares y el costo del gas solo unos 50 centavos la hora. Un anestesiólogo no necesita administrarlo. Puede hacerlo una enfermera partera u otro personal médico capacitado. Sin embargo, los hospitales están teniendo dificultades para calcular la facturación porque es algo tan nuevo, dijo Collins.
“Lo interesante es que no hay un código para facturar por este uso particular del óxido nitroso en el parto”, dijo. “Así que los lugares en todo el país están siendo muy creativos en abordar la parte de la facturación”.
Una aseguradora en Rhode Island lo cubre como si fuera otro analgésico. Algunos hospitales, dice Collins, simplemente pasan la tarjeta de crédito de un paciente, o no cobran en absoluto.
Esta historia es parte de una alianza periodística con NPR, estaciones miembro locales y Kaiser Health News.