COVID-19 abruma a las terapias intensivas en la frontera

A pesar que la mayoría de los hospitales de California han logrado prevenir un aumento dramático de pacientes con coronavirus, algunas instalaciones cerca de la frontera con México se han visto desbordadas.

Entre ellas El Centro Regional Medical Center en el condado Imperial y el Hospital Scripps Mercy Chula Vista en el condado de San Diego, que vinculan el aumento en los pacientes con COVID-19 con el estilo de vida transfronterizo de sus comunidades.

Algunos ciudadanos estadounidenses, y residentes con papeles que viven en México, están cruzando la frontera desde Tijuana y Mexicali hacia los Estados Unidos para recibir tratamiento.

El doctor Juan Tovar, médico de emergencias y director ejecutivo de operaciones del Hospital Scripps Mercy de Chula Vista, dijo que el 48% de los pacientes positivos para COVID que visitaron la sala de emergencias entre el 24 y el 30 de mayo dijeron que habían viajado recientemente a México.

Esa cifra aumentó al 60% entre el 31 de mayo y el 2 de junio. El hospital se encuentra a unos 16 kilómetros del punto de entrada de San Ysidro, el cruce fronterizo terrestre más activo del hemisferio occidental.

Solo alrededor del 5% de los pacientes con COVID-19 informaron que habían estado recientemente en México en las otras tres salas de emergencias de Scripps que están más al norte, dijo.

“Ahora estamos transfiriendo pacientes de COVID-19 de Chula Vista a otros hospitales de Scripps más al norte de manera bastante regular, 21 durante la última semana, para ayudar a descomprimir esta sede”, dijo Tovar.

Unas dos horas al este, El Centro Regional Medical Center estaba tan abrumado de pacientes con COVID-19 que tuvo que transferir a algunos a centros de atención médica en San Diego, National City y otros lugares.

Ha habido más de 2,025 casos confirmados en el condado Imperial, que tiene la tasa de hospitalización por COVID-19 más alta del estado, dijo Andrea Bowers, coordinadora de proyectos especiales para el departamento de salud local.

“Sabemos que nuestra comunidad tiene familia en ambos lados de la frontera, por lo que estamos relacionando el aumento con el fin de semana del Día de la Madre”, dijo Suzanne Martínez, subdirectora de enfermería en el centro médico. “Eso significa más riesgo a medida que las personas cruzan la frontera en ambas direcciones”.

La reportera de KHN Heidi de Marco visitó las terapias intensivas de ambos hospitales y documentó los esfuerzos para mantener vivos a los pacientes.

Los pacientes sospechosos de tener COVID-19 son examinados dentro de un centro de evaluación improvisado fuera de El Centro Regional Medical Center en El Centro, California. El hospital está tratando de mantener a los pacientes que no requieren atención aguda fuera del hospital para limitar la propagación del coronavirus. (Heidi de Marco/KHN).

 

La enfermera Brianna Mendoza lleva a un paciente con síntomas de COVID-19 a la carpa de clasificación el 28 de mayo de 2020. “Algunas personas dicen que cruzan la frontera porque prefieren recibir atención en los Estados Unidos”, dijo Mendoza. (Heidi de Marco/KHN)

Sylvia Cervantes, asistente médica, evalúa a un paciente que podría tener COVID-19. Cervantes generalmente trabaja en el departamento de oncología, pero fue asignada para ayudar en la carpa de clasificación. (Heidi de Marco/KHN)

 

 

Una trabajadora de salud se prepara para tratar a un paciente con COVID-19 en el piso de cirugías. El 28 de mayo, el hospital tenía 41 pacientes con coronavirus (Heidi de Marco/KHN).

 

Una enfermera registrada con equipo de protección trata a un paciente con COVID-19 en la terapia intensiva. Diez de las 12 camas en esa unidad estaban ocupadas por pacientes con COVID. (Heidi de Marco/KHN).

 

Los trabajadores de salud deben usar un respirador especial, una bata y guantes antes de entrar a la habitación de un paciente con COVID-19 (Heidi de Marco/KHN)

El personal del hospital que atiende a pacientes con COVID-19 deben ponerse trajes protectores que cubran todo el cuerpo para ingresar a una sala de aislamiento en la sala de emergencias. (Heidi de Marco/KHN)

 

El Centro Regional Medical Center se encuentra unos 20 minutos al norte de Calexico, California, una ciudad fronteriza con tiendas y vendedores ambulantes. Pero durante la pandemia de COVID-19, las calles están tranquilas y casi vacías. (Heidi de Marco/KHN).

La gente se dirige a Mexicali, México, a través del cruce fronterizo en Calexico. Según el Departamento de Estado de los Estados Unidos, alrededor de 1.5 millones de ciudadanos estadounidenses viven en México. En el estado mexicano de Baja California, hay más de 5,380 casos confirmados de coronavirus. Mexicali, la capital, tiene al menos 2,630, más que cualquier otra ciudad del estado. (Heidi de Marco/KHN).

 

Alrededor de dos horas hacia el oeste, el Hospital Scripps Mercy Chula Vista ha tenido aproximadamente de 35 a 40 pacientes con COVID-19 todos los días en las últimas semanas, dijo el doctor Juan Tovar, médico de emergencias y director ejecutivo de operaciones. Eso es cuatro veces el número de pacientes con coronavirus que el hospital estuvo tratando a principios de abril. (Heidi de Marco/KHN).

 

Paloma Garza-Johnson es enfermera registrada en Hospital Scripps Mercy Chula Vista. (Heidi de Marco/KHN)(Heidi de Marco/KHN)

Garza-Johnson se pone su equipo de protección personal en el pasillo fuera de la habitación de un paciente de terapia intensiva, el 29 de mayo. (Heidi de Marco/KHN)(Heidi de Marco/KHN)

El personal de terapia intensiva a veces se comunica entre sí a través de las ventanas utilizando una pizarra blanca. (Heidi de Marco/KHN)

 

La enfermera registrada Christina Campolongo (izq.), la asistente de enfermería Vanessa Aquino y la enfermera registrada Paloma Garza-Johnson colocan a un paciente con coronavirus sedado boca abajo, lo que puede permitir que ingrese más oxígeno en los pulmones sus pulmones. (Heidi de Marco/KHN).

 

El reverendo Mark Weber, coordinar de capellanes en el Hospital Scripps Mercy Chula Vista (izq.), y el reverendo Emmanuel Ochigbo, un capellán, rezan fuera de la habitación de un paciente con coronavirus antes de realizar el sacramento de la curación. (Heidi de Marco/KHN).(Heidi de Marco/KHN)

Ochigbo se humedece el dedo con aceite antes de entrar en la habitación para ungir al paciente. (Heidi de Marco/KHN).(Heidi de Marco/KHN)

 

Ochigbo administra el sacramento de la curación. La unción de los enfermos se da a personas graves. Ochigbo lo ha modificado para pacientes con COVID-19, aplicando aceite solo en la frente y los pies. (Heidi de Marco/KHN)

Esta historia de  KHN fue publicada primero en California Healthline, un servicio de la California Health Care Foundation.

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