Ante la pandemia mundial de coronavirus, miles de distritos escolares desde Los Ángeles hasta la ciudad de Nueva York anunciaron cierres de escuelas, de jardín hasta doceavo grado.
Hasta ahora, en casi tres docenas de estados, los gobernadores han cerrado todas las escuelas públicas. El presidente Donald Trump señaló que podría haber más cierres, y que los estudiantes deberían “participar en la escuela desde casa siempre que sea posible”.
Los cierres son parte de una estrategia amplia para limitar las interacciones públicas y frenar la propagación de los casos de COVID-19. Pero la decisión está lejos de ser fácil, con la ciencia en conflicto sobre cuán efectivos son estos cierres, que alteran dramáticamente las vidas de las familias.
La siguiente es una explicación de cómo las autoridades toman estas difíciles decisiones, y qué hacer.
¿Cuándo deberían cerrar las escuelas?
En un mundo más perfecto, las escuelas no estarían cerrando a gran escala o por largos períodos de tiempo. Para prevenir la propagación de enfermedades, no se cree que cerrar las escuelas sea tan efectivo como lavarse las manos y aislar a los enfermos en sus hogares. Las pautas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que las escuelas deberían cerrar por limpieza y para rastrear los contactos si una persona de la comunidad escolar está infectada.
Este tipo de cierre típicamente duraría solo unos pocos días. Pero hay un problema con esa estrategia en esta pandemia: se desconoce cuántos casos de fiebre y tos en muchas comunidades escolares son realmente COVID-19 porque no se están realizando pruebas masivas en niños con posibles síntomas.
“No tenemos un punto de referencia preciso para saber cuándo cerrar las escuelas”, dijo el doctor Howard Markel, pediatra e historiador médico de la Universidad de Michigan. Markel señaló las lecciones aprendidas de la pandemia de gripe de 1918 y dijo que, si se van a cerrar las escuelas, es importante hacerlo apenas se vislumbra un brote.
Hace cien años, las ciudades que promulgaron múltiples cambios (como la cuarentena de los enfermos, las prohibiciones de grandes reuniones y el cierre de escuelas) al mismo tiempo vieron menos transmisión que las que adoptaron los cambios lentamente, según su investigación.
Dada la falta de disponibilidad de pruebas, es difícil saber quién porta el virus. Por lo tanto, muchos expertos en salud pública creen que es hora de adoptar un enfoque agresivo.
La preocupación por un sistema de salud sobrecargado nos ha dejado con una serie de opciones poco atractivas, dijo el doctor Ashish Jha, internista y profesor de salud global en la Universidad de Harvard. “Me genera muchas dudas decir esto, pero lo voy a decir: debemos cerrar todas las escuelas”, expresó.
¿Cuál sería la razón para no cerrar las escuelas?
La vacilación de Jha refleja las innumerables consecuencias serias de cerrar las escuelas. Además del efecto potencialmente negativo en los resultados académicos, las escuelas desempeñan papeles vitales en sus comunidades.
Son una fuente importante de nutrición. “Si estás hablando que los niños no tienen una nutrición adecuada durante semanas o meses, eso es horrible”, dijo Jha.
Algunos distritos están designando sitios donde los niños pueden recoger comida mientras las escuelas están cerradas. Nuevo México cerró sus escuelas, pero está dejando abiertas las cafeterías.
En California, al gobernador Gavin Newsom se le preguntó por qué no había emitido una orden amplia para cerrar las escuelas en su estado, donde el virus está circulando en varios condados. Señaló que algunas zonas no se han visto muy afectadas hasta ahora, pero también dijo que algunos distritos escolares que habían cerrado aún no tenían planes para entregar alimentos o dar clases a distancia. “Estoy profundamente preocupado por su salud y por su seguridad”, dijo.
El cierre de escuelas también presenta un desafío para la fuerza laboral. Los padres que trabajan en emergencias, profesionales de salud y bomberos se necesitan desesperadamente en este momento en sus trabajos, dijo Newsom. Muchos también trabajan por salarios por hora, y será muy difícil económicamente para ellos si tienen que faltar al trabajo para estar con sus hijos.
Y cuando las escuelas cierran, los niños pueden terminar en lugares que ponen en riesgo a más personas. Muchas familias dependen de parientes mayores para el cuidado infantil, los que están en mayor riesgo cuando se trata de COVID-19, dijo el doctor Alan Melnick, oficial de salud del condado de Clark, en el estado de Washington.
Si bien existe un amplio acuerdo sobre practicar el distanciamiento social, trabajar desde casa siempre que sea posible, lavarnos las manos más y viajar menos, cerrar las escuelas es un tema espinoso para los expertos en salud pública.
Si mi escuela no está cerrada, ¿cómo decido si enviaré a mi hijo?
Esta es una pregunta para discutir con tu pediatra y con los maestros. Los niños con sistemas inmunes comprometidos o necesidades de salud especiales pueden tener razones para quedarse en casa, incluso si se vuelve a clases. Algunas escuelas han dejado en claro a los padres que, incluso si están abiertas, las ausencias se contarán de manera diferente durante estos tiempos difíciles.
Si la escuela de mi hijo está cerrada, ¿qué es bueno que hagan?
Algunas escuelas, incluidas muchas en la ciudad de Nueva York y el área de la Bahía de San Francisco, están recurriendo a la educación en línea, con la esperanza de continuar las clases y proporcionar a los estudiantes un día estructurado. Pero esa opción se basa en tener un cuerpo estudiantil con acceso a computadoras y a Internet. En muchas áreas, las bibliotecas y otros lugares con computadoras públicas también están cerradas, lo que limita el acceso de los estudiantes.
Algunos estados, como Nuevo México y Ohio, han ordenado vacaciones de primavera prolongadas, pidiendo un cierre temporal de dos a tres semanas.
Entonces, ¿qué deben hacer los niños con todo ese tiempo libre? Aunque puede ser tentador dejarlos pasar tiempo con sus amigos, los expertos no lo aconsejan. Los niños pequeños tienen “mala higiene respiratoria”, dijo Markel. Babean y estornudan sobre las personas. Los niños mayores no siempre son mejores. Si resulta que los niños son buenos para propagar la enfermedad, incluso si no se enferman, es probable que aceleren la propagación.
Dado que el objetivo es reducir los círculos sociales y evitar que la enfermedad se propague, es importante evitar jugar con amigos y las reuniones sociales, especialmente en estas primeras semanas. Jugar al aire libre es importante, dijo Jha, pero es mejor hacerlo con otros familiares. Sin embargo, esos miembros de la familia no deberían ser parientes de edad avanzada.
Entonces, ¿cuánto tiempo deben cerrarse las escuelas para frenar la propagación de la enfermedad?
Según los CDC, se recomienda un cierre corto de dos a cuatro semanas si un número significativo de maestros o estudiantes se han enfermado. Y se sugiere un cierre más prolongado de cuatro a ocho semanas en las comunidades donde el virus está circulando ampliamente, afectando las instalaciones de atención médica.
Si las escuelas se están cerrando para aplanar la curva de la epidemia, entonces probablemente permanecerán cerradas durante semanas. Jha dijo que está trabajando bajo el supuesto de que, en muchos lugares, las clases en persona se suspenderán hasta el final del año escolar. “Más allá de lo que digan los distritos escolares, van a estar cerrados durante semanas, incluso tal vez meses”, finalizó.
Esta historia de KHN se publicó primero en California Healthline, un servicio de la California Health Care Foundation.