WASCO, California. — Kira Hinslea quería salir a jugar, pero sabía que no podría hacerlo hasta que su mamá verificara una aplicación de calidad del aire en su celular.
“¿Puedo salir?”, le preguntó con entusiasmo la niña de 6 años a su madre, Shirley Hinslea, un día de fines de agosto.
Hinslea le dio luz verde a Kira y a la niña se le iluminó el rostro de la emoción. “¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!”, gritó mientras salía corriendo de la cocina, cruzando la sala de estar y saliendo al porche de su casa móvil en esta pequeña ciudad del condado de Kern.
Pero la libertad de Kira no duró mucho. A los 20 minutos, le dijo a su mamá que le picaba la garganta y que sentía presión en el pecho. Cansada, volvió a entrar y buscó su inhalador en la mochila.
Kira padece de asma grave desde los 2 años, y el aire contaminado en el Valle de San Joaquín exacerba sus síntomas.
Los residentes del Valle respiran el aire más sucio de la nación, y las familias saben que deben tener máscaras en sus autos e inhaladores al alcance de la mano, y que deben verificar la calidad del aire diariamente, a veces cada hora.
Pero Hinslea cuestiona las lecturas de la calidad del aire. Las aplicaciones de teléfonos móviles que utiliza para chequear la contaminación del aire en su código postal a menudo se retrasan horas respecto a los datos en tiempo real. De vez en cuando, las aplicaciones y los sitios web muestran lecturas contradictorias, dijo.
Ahora, grupos locales de salud y medioambiente en el Valle de San Joaquín están ayudando a residentes como Hinslea a obtener lecturas de calidad del aire al minuto mediante la distribución de 20 monitores que miden la presencia de partículas.
“Simplemente no tenemos toda la información que necesitamos, no a nivel de vecindario”, dijo Kevin Hamilton, especialista en terapia respiratoria y CEO de Central California Asthma Collaborative (CCAC), una organización sin fines de lucro con sede en Fresno. “Las agencias reguladoras piensan a nivel regional, no a nivel de vecindario”.
Hinslea está inscrita en el programa de manejo del asma de CCAC donde le ofrecieron uno de los monitores portátiles. No lo dudó. Los monitores cuestan alrededor de $230 y requieren una conexión Wi-Fi. Un mapa que muestra los monitores activos en todo el mundo, junto con sus datos, se puede ver en línea.
“Para la salud de Kira, quiero tener la mejor información en tiempo real”, dijo Hinslea, de 47 años, mientras un miembro de CCAC instalaba el monitor a un lado de la casa, cerca de la puerta principal.
Los esfuerzos de estas organizaciones sin fines de lucro complementarán una nueva ley estatal que apunta a mejorar la calidad y el monitoreo del aire en comunidades como Wasco, que están muy afectadas por la contaminación.
Como parte de la ley, se espera que la California Air Resources Board identifique a las 10 comunidades elegibles para obtener ayuda del estado para limpiar su aire. Cada una contará con un sistema de monitoreo de la calidad del aire compuesto por varios monitores ubicados estratégicamente en diferentes vecindarios.
Los monitores rastrearán todo tipo de contaminación del aire, incluidos los dos más comunes: el ozono, el ingrediente principal del esmog, y las partículas, que es la contaminación compuesta por cenizas, hollín, gases del diésel, y otras partículas pequeñas.
Los datos de estos sistemas de monitoreo ayudarán a las comunidades a identificar fuentes de contaminación específicas, como los pesticidas rociados, las emisiones de las refinerías de petróleo locales y de las operaciones portuarias. Luego, la California Air Resources Board y los distritos regionales idearán un plan para reducir esas emisiones, explicó Lindsay Buckley, portavoz de la junta. Está previsto que más comunidades reciban sistemas de monitoreo en los próximos años.
Las comunidades programadas para recibir monitores en la primera ronda incluyen Shafter (cerca de Wasco), el centro-sur de Fresno, Boyle Heights, el sur de Sacramento, San Bernardino, El Centro, en el condado de Imperial y los vecindarios portuarios en el condado de San Diego.
El estado planea comenzar a monitorear esas comunidades el próximo julio.
Aunque Wasco no se encuentra entre las primeras comunidades en recibir un sistema de seguimiento del estado, sus residentes probablemente se beneficiarán de los datos recopilados y las lecciones aprendidas en la cercana Shafter, dijo Buckley.
Wasco, con una población de unas 26,000 personas, se enorgullece de tener el clima ideal para el cultivo de rosas. También es un gran productor de almendras.
Pero a medida que más agricultores cultivan almendras, hay más fumigación con pesticidas, explicó Gustavo Aguirre Jr., activista de la Central California Environmental Justice Network, que está ayudando a distribuir los 20 monitores del aire.
Wasco está “rodeado 360 grados por la producción agrícola”, dijo, y el Valle de San Joaquín también es clave en la producción de petróleo y gas para California.
“Además de eso, también estamos en medio de las autopistas 5 y 99”, señaló Aguirre. “Así que se produce un efecto acumulativo de todas estas fuentes de contaminación”.
El humo de los incendios forestales este verano agravó las preocupaciones sobre la calidad del aire de los residentes de la región, incluida Hinslea. “Ahora tienes humo, polvo y la contaminación habitual. Se puede poner muy mal “, dijo. “Miras afuera y piensas, ‘¿Está nublado o es esmog?’”
Cuando su hija Kira tiene un ataque de asma, la niña tose y respira con dificultad durante la noche y tiene que faltar a la escuela al día siguiente, dijo Hinslea.
Contar con información confiable al momento, del pequeño monitor de aire cerca de la puerta de su casa le ayudará a decidir si su hija puede ir a la escuela y, si lo hace, si debería quedarse adentro durante el recreo.
“No siempre fue así”, contó Hinslea, quien nació y creció en Wasco. “Cuando era pequeña, este lugar parecía más despejado y brillante, más fresco. Era diferente”.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, que publica California Healthline, un servicio de la California Health Care Foundation.