Casi 100 hospitales reportaron datos sospechosos de infecciones peligrosas a funcionarios del Medicare, pero la agencia no hizo el seguimiento ni examinó ninguno de los casos en profundidad, según un informe de la oficina del Inspector General (IG) de Salud y Servicios Humanos.
La mayoría de los hospitales reportaron el número de infecciones que afectaron a pacientes durante tratamientos realizados en las mismas instalaciones, lo que significa que probablemente fueron adquiridas en los centros de salud. Cada año, el Medicare debe revisar hasta 200 casos de infecciones sospechosas en hospitales.
El IG dijo que el Medicare debió haber hecho una exhaustiva revisión de 96 hospitales que presentaron “patrones de datos aberrantes” en 2013 y 2014. Tales patrones incluyeron cambios abruptos en resultados de pruebas médicas, tasas de infección improbablemente bajas o tasas demasiado altas de pacientes con infecciones previas.
El estudio del IG, publicado recientemente, fue diseñado para abordar las preocupaciones sobre si los hospitales están “jugando” con un sistema en el que ellos tienen la responsabilidad de informar las tasas de infección de los pacientes: de hecho, dependiendo de esos datos, pueden recibir una bonificación o una penalidad de millones de dólares. Las bonificaciones y penalizaciones son parte del programa de informes de calidad del Medicare, destinado a recompensar a hospitales con bajas tasas de infección y dar a los consumidores acceso a la información en el sitio web de la agencia Hospital Compare.
El informe concluye con una preocupación persistente acerca de infecciones mortales que los pacientes adquieren durante su estadía en el hospital. Una revista médica británica identificó que los errores médicos son la tercera causa de muerte en los hospitales de los Estados Unidos, amenazando particularmente a los adultos mayores con sistemas inmunitarios debilitados.
La revisión rigurosa de los datos reportados por el hospital es importante para proteger a los pacientes, dijo Lisa McGiffert, directora del grupo de defensa Consumers Union’s Safe Patient Project.
“Hay cierta fe ciega en que los hospitales van a decir la verdad”, dijo McGiffert.
Sin embargo, no hay normas uniformes para la revisión de los datos que reportan los hospitales, dijo el doctor Peter Pronovost, vicepresidente para calidad y seguridad del paciente de Johns Hopkins Medicine.
“Exigimos auditoría de información financiera, pero no pedimos auditoría de datos de calidad (de salud) y lo que eso implica es que los dólares son más importantes que las muertes”, agregó Pronovost.
En 2015, el Medicare y los Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron una declaración conjunta advirtiendo contra la manipulación de datos de infecciones. El informe dijo que autoridades de los CDC escucharon reportes “anecdóticos” de hospitales que se negaban a analizar a pacientes aparentemente infectados… para que no hubiera ningún reporte de infección. También advirtieron contra el exceso de pruebas, que ayuda a hospitales a afirmar que los pacientes entraron al hospital con una infección preexistente, para evitar así una sanción.
El Medicare examinó los resultados registrados entre 2013 y 2014 de 400 hospitales seleccionados al azar, alrededor del 10% de los 4,000 hospitales de la nación. Los funcionarios también examinaron información de 49 hospitales “target” que anteriormente habían tenido reportes de infecciones muy bajos o que tuvieron un puntaje bajo en la revisión de años anteriores.
Dicho todo esto, sólo seis hospitales no pasaron la revisión, que incluyó un vistazo a los registros médicos y análisis de las muestras de tejido de los pacientes. El Medicare redujo los pagos a esos hospitales en un 0.6%. Pero no especificó cuáles fueron los seis hospitales que fallaron la revisión de datos, aunque identificó docenas de hospitales cuyos pagos fueron reducidos en base a sus informes sobre la calidad de la atención.
El nuevo informe del IG recomienda que el Medicare “analice mejor los informes, para garantizar la integridad de los datos de calidad registrados por el hospital”.
Desde que han salido al aire algunos reportes de estados que verifican los datos de sus hospitales hay muchas preguntas sobre la veracidad de los informes sobre estas infecciones.
En Colorado, en 2012, un tercio de las infecciones adquiridas a través de las vías intravenosas que los inspectores detectaron no fueron reportadas al estado, como corresponde. Esta vía se inserta en la vena del paciente para suministrar alimentos, líquidos o medicamentos.
En Connecticut, un análisis de casos de tres meses de 2010 encontró que los hospitales habían reportado sólo cerca de la mitad — 23 de 48 — de estas infecciones.
Funcionarios del estado de Nueva York tienen un riguroso sistema de comprobación de datos que describieron en un informe sobre las tasas de infección de 2015. En 2014, se enfocaron en hospitales que informaron bajas tasas de infecciones e instaron a auditorías internas que encontraron reportes defectuosos en casi el 11% de los establecimientos.
No todos los estados comprueban los datos, sin embargo, lo que Pronovost dijo subraya el problema con la información que registra la calidad en la atención. El experto de Johns Hopkins afirmó que las normas de supervisión comunes, que se aplican por ejemplo a las compañías comerciales, tendrían sentido en la atención de salud, dado que los pacientes toman decisiones de vida o muerte basadas en la calificación de calidad que tienen los hospitales.
“Debido a la importancia, se debería poder tener más confianza en que la información es confiable”, dijo.
La cobertura de KHN relacionada con el envejecimiento y cómo mejorar el cuidado de adultos mayores es apoyada por The John A. Hartford Foundation.