Personas que no hablan inglés enfrentan revés de salud si Trump suaviza regla sobre idiomas

Un reglamento federal exige que ciertas organizaciones de atención médica proporcionen a los pacientes que hablan poco, o nada, de inglés una notificación por escrito de los servicios de traducción gratuitos que pueden ofrecerles.

Pero la administración Trump quiere suavizar esas regulaciones, además de no requerir más que se instruya a los pacientes sobre cómo reportar si son discriminados.

Según la administración, estos cambios podrían ahorrarle a la industria de la atención de salud unos $3,100 millones en cinco años.

Estos cambios son parte de una regulación propuesta más amplia, que también revertiría las protecciones que prohíben la discriminación basada en la identidad de género. El período de comentarios públicos sobre esta regulación termina el 13 de agosto.

La propuesta no cambiaría los requisitos del gobierno ya existentes, que exigen que las aseguradoras y las instalaciones médicas proporcionen traductores e intérpretes de idiomas extranjeros para consumidores que no hablan inglés.

En la misma propuesta, el gobierno reconoció que el cambio podría llevar a que menos personas con un inglés limitado accedan a la atención médica, y a que se reporten menos los casos de discriminación. Pero también cuestionó la necesidad de estos avisos, señalando que en algunas áreas las organizaciones de salud gastan dinero para informar a pequeños grupos de personas que hablan otros idiomas. Por ejemplo, los avisos en Wyoming deben dar cuenta de los 40 residentes del estado que hablan gujarati, un idioma de la India.

El gobierno dijo que, en general, el impacto de eliminar estos requisitos sería “insignificante”.

Otros no están de acuerdo.

“No veo ninguna razón para creer que esto solo tendrá un impacto insignificante”, dijo Mara Youdelman, abogada gerenta de la oficina del National Health Law Program en Washington, DC, un grupo de defensa de los derechos civiles. Agregó que “es probable que las personas simplemente no se enteren de sus derechos y no accedan a atención médica para la que son elegibles”.

Las regulaciones bajo la Sección 1557 de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA) requieren que las aseguradoras, hospitales y otros incluyan una frase sobre servicios de traducción gratuitos en los 15 idiomas que sean más frecuentes en un estado. Además, exige una cláusula de no discriminación e instrucciones sobre cómo presentar una queja ante la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).

Esta información debe publicarse en los sitios web, colocarse en las paredes de los centros de salud y en “comunicaciones importantes” para el paciente. Sin embargo, la ambigüedad de esa frase hizo que las organizaciones de atención médica publicaran la información requerida en muchas partes, hasta en una página aparte sobre las opciones de idioma enviada con cada Explicación de Beneficios. En total, estos esfuerzos cuestan miles de millones de dólares a las organizaciones.

“Nadie supo exactamente cuál era la definición de ‘comunicación importante’ y lo que abarcaba”, expresó Katie Keith, profesora de la Universidad de Georgetown y experta en ACA.

En 2017, un estimado de 25.9 millones de personas en los Estados Unidos tenían un dominio limitado del inglés, informó la Oficina del Censo. Los pacientes que enfrentan barreras idiomáticas tienen un mayor riesgo de complicaciones de atención médica, como infecciones quirúrgicas y caídas, ya que pueden malinterpretar las órdenes de un médico, cometer errores al prepararse para un procedimiento, o usar medicamentos de manera inadecuada.

Sin embargo, en esta nueva propuesta, el gobierno federal cuestiona si los avisos por escrito son necesarios. La mayoría de los inscritos hablan inglés; los datos del censo de 2017 mostraron que el 91.5% de las personas de más de 5 años hablaban solo inglés en el hogar o hablaban el idioma “muy bien”. En algunos estados, la propuesta afirma que todos los inscritos reciben una notificación de servicios de traducción en un idioma que solo unas pocas docenas de personas hablan en esa área.

La norma propuesta indica que otras leyes estatales y federales protegen los derechos de los pacientes con inglés limitado. También cita evidencia de que a algunos beneficiarios no les gusta recibir formularios adicionales y, por eso, están menos dispuestos a abrir su correo.

“Por estas quejas nos preocupa que el Reglamento de la Sección 1557 haya dado como resultado una ‘sobrecarga cognitiva’”, dice el documento, “de modo que las personas experimenten una capacidad reducida para procesar información” por la documentación adicional.

Los informes anecdóticos citados por el gobierno también señalan que estos avisos no aumentaron significativamente el número de pacientes que utilizan los servicios de idiomas o denuncian discriminación. Sin embargo, la norma propuesta también estima que al menos el 90% de los hospitales y consultorios no cumplían con los requisitos de informar sobre estas alternativas.

Youdelman admitió que no tiene datos concretos que demuestren que estos mensajes se traduzcan en un mayor acceso a los servicios. Pero, agregó que eliminarlos al por mayor sin una promesa de prevenir la discriminación de una manera diferente también es contraproducente.

“Eliminar las frases de ayuda no es la solución correcta”, dijo Youdelman. “Hay una manera de informar a la gente sin gastar una fortuna”.

Las reacciones de las aseguradoras de salud y los administradores ante la nueva propuesta han sido tibias. La Pharmaceutical Care Management Association, la organización comercial para gerentes de beneficios farmacéuticos, dijo en un correo electrónico que “cree que todos los consumidores deberían estar informados sobre los servicios de traducción”.

America’s Health Insurance Plans, la asociación comercial de aseguradoras de salud, dijo en un correo electrónico que las aseguradoras garantizarán que los consumidores obtengan el apoyo que necesitan para comprender la información, “incluso proporcionando intérpretes telefónicos y traducciones escritas para los clientes que las necesiten”.

Keith dijo que, si se finaliza la propuesta, más pacientes no entenderían la información relacionada con su salud. Algunos de estos detalles sobre el seguro y los documentos de facturación ya son difíciles de descifrar para los hablantes nativos de inglés y podrían ser un desafío para las personas con menos fluidez.

“Cada vez que no estás notificando a las personas sobre sus derechos”, dijo Youdelman, “les estás quitando poder”.

Nota: Aunque los latinos, especialmente las generaciones jóvenes, hablan cada vez más inglés, una encuesta muestra que 37 millones todavía hablan español en sus hogares, siendo el idioma más extendido en el país después del inglés.

 

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