Maverick Hawkins, de 2 años, se sienta en un auto de plástico rojo en la sala de estar de su abuela en el pintoresco pueblo de Nevada City, California, al pie de la Sierra Nevada. Su amiguita, Delilah Smith, de la misma edad, come humus y castañas, mientras se deleita con los sonidos de la princesa Peppa Pig.
Es tiempo de juego para los niños del provocativo grupo de Facebook bautizado “Mamás que fuman marihuana, que a veces maldicen”.
La madre de Maverick, Jenna Sauter, comenzó el grupo después que él nació. “Era una mamá primeriza, joven, tenía 22 años y me sentía muy sola en la casa, cuidándolo”, contó. Sauter quiso acercarse a otras madres, pero no quería ocultar su consumo de marihuana.
“Quería amigos con quienes pudiera abrirme”, dijo Sauter. “Me gusta, me gusta ir al río y dar una pitada en el río”.
El grupo de Facebook ya cuenta con casi 2,600 miembros. La marihuana, que se convirtió en legal para uso recreativo en California en enero, es vista por muchos miembros del grupo como un remedio totalmente natural y en apariencia inofensivo para todo: desde náuseas matutinas hasta depresión posparto.
La madre de Delilah Smith, Andria, tiene 21 años y está por tener a su segundo hijo. Ella se enfureció cuando hace poco un médico de la sala de emergencias le sugirió que tomara “medio Norco” -una pastilla similar a Vicodin, un analgésico basado en opioides- para calmar su insoportable dolor de espalda.
Smith fue desdeñosa. “Sabemos más sobre Norco y bla, bla, bla y lo que puede hacerte, pero no sabemos mucho sobre la marihuana'”, dijo.
“Yo pensaba, ‘¡Pruébame! ¡Obsérvame’! Mi hija podía contar sola hasta 10 antes de los 2 años, y yo fumé marihuana durante todo mi embarazo. ¡Ella no es estúpida! No hay un tercer ojo creciendo”.
En los Estados Unidos, el número de mujeres que consumen marihuana durante el embarazo ha sido difícil de medir, en parte porque algunas son reacias a contarle a sus médicos. Al menos 24 estados consideran que el uso de sustancias durante la gestación es una forma de abuso infantil, por lo que divulgar esta información puede tener consecuencias graves.
Aun así, una serie de estudios a nivel nacional sugieren que ha habido un salto brusco en el uso de marihuana entre las embarazadas. Se ha reportado que especialmente las mamás más jóvenes la consumen durante el embarazo.
Andria Smith y Sauter les dijeron a sus doctores que consumían marihuana y, después de dar a luz, les realizaron a sus bebés pruebas para detectar signos del principal ingrediente activo de la marihuana, el THC.
Debido a que sus bebés dieron positivo, trabajadores sociales del condado visitaron a Sauter y Smith en sus casas, y les dieron información sobre los efectos del consumo de marihuana durante el embarazo y la lactancia.
Investigadores dicen que los compuestos psicoactivos en la marihuana cruzan fácilmente a la placenta, exponiendo al feto a quizás un 10% del THC (tetrahidrocannabinol) que inhala la madre, y mayores concentraciones si consume marihuana de manera constante.
La doctora Dana Gossett, obstetra y ginecóloga investigadora de la Universidad de California-San Francisco, quien también trata pacientes, dijo que los estudios han demostrado que la marihuana aumenta el riesgo de muerte fetal o afecta negativamente en la forma en que se desarrolla el cerebro de un bebé.
Gossett citó algunas investigaciones que sugieren que los niños expuestos a la marihuana mientras se desarrollan en el útero pueden tener un peor rendimiento en la coordinación visual-motora, en acciones como atajar una pelota o resolver problemas visuales como un rompecabezas.
Agregó que los estudios también muestran que estos niños pueden tener problemas de conducta a un ritmo mayor que otros hacia los 14 años, y están en mayor riesgo de comenzar a fumar marihuana.
“Esto es biológicamente posible”, dijo Gossett, “porque los efectos del THC en el cerebro en realidad pueden inducir a ese niño a un comportamiento adictivo, no solo hacia la marihuana, sino también al alcohol”.
Hay pocas investigaciones sobre los efectos del THC que se transmite al bebé a través de la lactancia. Pero debido a que no hay pruebas suficientes para determinar el riesgo, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) desalienta el consumo de marihuana durante el embarazo y advierte a las madres que amamantan que eviten consumir, fumar marihuana o inhalar su humo de segunda mano, ya que algunas cantidades de THC, al igual que el alcohol, pueden pasar al bebé de esa manera.
Sobre el punto de Smith, que su hija Delilah es tan inteligente como sus compañeros, los estudios demuestran que, en general, los niños expuestos a la marihuana en el útero no califican peor en lectura o matemáticas a medida que crecen.
Sauter dijo que ella y sus amigas no fuman cerca de sus hijos, ni se pasan el día drogadas hasta desmayarse.
“No es como estar totalmente en descontrol”, explicó Sauter. “Estoy completamente consciente de mi entorno. Estoy mirando a mi hijo, mirando a los hijos de mis amigos. Estoy saliendo. Sabes totalmente lo que está pasando”.
Sauter dijo que muchos padres que ella conoce no están seguros si ahora podrían estar en problemas por consumir marihuana en California. De hecho, las leyes de protección infantil en la mayoría de los estados siguen en desacuerdo con las leyes liberales sobre la marihuana. Algunas mamás en la página de Facebook no van al médico, incluso cuando están enfermas.
“No quieren que les hagan la prueba”, dijo Sauter. “Y eso es peligroso. Deberíamos ser capaces de ser más abiertos al respecto. Porque si algo sale mal, tenemos que saberlo”.
ACOG no aprueba las pruebas obligatorias de THC a embarazadas o a bebés recién nacidos, por temor a que las mujeres puedan ser encarceladas o que les quiten a sus bebés.
En cambio, la organización insta a los obstetras a que les pregunten a las embarazadas sobre el consumo de drogas durante las visitas prenatales, que les aconsejen no consumir drogas, y que las ayuden a aliviar sus náuseas, dolor de espalda o depresión posparto con medicamentos considerados seguros por los reguladores federales.
Pero ahora, con el cannabis recreativo legal en al menos ocho estados y el Distrito de Columbia, los médicos como Gossett están preocupados que los recién nacidos y niños pequeños, cuyos cerebros se desarrollan rápidamente, construyendo miles de millones de conexiones neuronales, lleguen a conocer el mundo en un estado alterado.
“Están aprendiendo cómo son las cosas y cómo se mueven las cosas y cómo responder al mundo”, dijo Gossett. Agregó que los efectos psicotrópicos de la marihuana cambiarán “la capacidad del niño para interpretar el mundo que lo rodea”.
La cobertura de KHN de los problemas de salud de los niños es apoyada en parte por la Heising-Simons Foundation.