Los cigarrillos contendrían menos nicotina adictiva, perdiendo el atractivo que tienen para los fumadores, bajo un plan “sin precedentes” que acaba de anunciar la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).
Despojar a los cigarrillos de todo, o la mayor parte, de su poder adictivo podría llevar a 5 millones de adultos a dejar de fumar durante el año siguiente al lanzamiento del plan, y a otros 8 millones a abandonar el tabaco en cinco años, según un análisis publicado el jueves 15 de marzo en The New England Journal of Medicine.
Para el 2100, este plan evitaría que 33 millones de personas, que ahora son niños o adultos jóvenes, siquiera tengan contacto con el tabaco, salvando 8 millones de vidas.
La idea de reducir la nicotina a niveles no adictivos o “mínimamente adictivos” es la “piedra angular” de un plan integral de control del tabaco anunciado en julio pasado por Scott Gottlieb, comisionado de la FDA.
“Hoy estamos dando un paso fundamental que, en última instancia, podría acercarnos a nuestra visión de un mundo en el que los cigarrillos ya no generarían o mantendrían la adicción, haciendo más difícil que las generaciones futuras se vuelvan adictas, y logrando que los que tienen adicción al tabaco en la actualidad abandonen el hábito o cambien a productos potencialmente menos dañinos”, explicó Gottlieb.
Las compañías de tabaco han diseñado cuidadosamente sus productos para que sean lo más adictivos posible, dijo Mitch Zeller, director del Centro para Productos de Tabaco de la FDA. Los cigarrillos combustibles son la forma más mortal y más eficiente de administrar nicotina, agregó.
“El aviso de hoy es una solicitud de información, no una regla propuesta, y es el primer paso en un proceso de varios años”, dijo Murray Garnick, vicepresidente ejecutivo y asesor general de Altria Group, la empresa matriz de Philip Morris USA. “La FDA está buscando información sobre un umbral de nivel de nicotina, la naturaleza de su implementación, los métodos de prueba analítica, la capacidad técnica y el potencial surgimiento de un mercado ilegal… y nosotros planeamos participar en cada paso de este proceso”.
“Esperamos con interés trabajar con la FDA en su revisión científica de los niveles de nicotina en cigarrillos y aprovechar la oportunidad de establecer un marco regulatorio basado en la reducción del daño que produce el tabaco, y en reconocer la continuidad del riesgo”, dijo el doctor James Figlar, vicepresidente ejecutivo de investigación y desarrollo de RJ Reynolds Tobacco Co.
Activistas antitabaco definieron a esta acción como “extraordinaria”.
Matthew Myers, presidente de la Campaña para Niños Libres de Tabaco, instó a la FDA a actuar rápidamente y fijar un plazo muy estricto para reducir los niveles de nicotina no solo en cigarrillos, sino también en habanos y en todos los productos de tabaco combustible. El tabaco mata a más de 480,000 estadounidenses al año. Fumar también le cuesta al país $300 mil millones al año en atención médica directa y en pérdida de productividad, dijo Gottlieb.
“No hay otra acción que nuestro país pueda tomar para evitar que más jóvenes fumen o para salvar más vidas”, dijo Myers. “Esta es realmente una oportunidad única para acelerar en gran medida el progreso en la reducción del consumo de tabaco, la causa número uno de muertes prevenibles en el país, y acercarnos a la eliminación de la muerte y las enfermedades que causa”.
En 2009, el Congreso otorgó a la FDA el poder para regular, pero no prohibir, el tabaco.
Las tasas de fumadores han disminuido de casi el 21% en 2005 al 15,5% en 2016, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Esta baja se ha atribuido en parte a los impuestos más altos al tabaco y a las leyes antitabaco que dificultan que las personas encuentren lugares donde fumar.
La FDA está aceptando comentarios públicos sobre la propuesta.
Myers instó a la FDA a tomar medidas agresivas adicionales, como exigir que las advertencias gráficas de salud pública sobre los peligros del consumo de tabaco cubran al menos la mitad de las cajetillas de cigarrillos. Dijo que la FDA también debería prohibir los cigarrillos mentolados y otros productos con sabor a tabaco, que a menudo son más atractivos para los jóvenes porque ocultan su sabor rústico.
La entidad federal está considerando una serie de preguntas clave sobre la implementación de la propuesta. Estas incluyen: ¿Qué nivel potencial máximo de nicotina sería apropiado? ¿Debería implementarse el nuevo estándar todo de una vez o gradualmente? ¿Los límites de nicotina fomentarían el crecimiento de un mercado negro de cigarrillos con alto contenido de nicotina? ¿Compensarían los fumadores la pérdida de nicotina fumando más cigarrillos?
La FDA hará dos anuncios adicionales sobre las reglas propuestas para el tabaco, incluidas las relacionadas con los sabores en los cigarrillos y otra sobre los denominados cigarros premium.
Ya que es probable que la industria tabacalera combata estas propuestas, pasarán entre ocho y diez años antes que los cigarrillos con nicotina reducida sean una realidad, dijo Erika Sward, vicepresidenta asistente de promoción nacional de la American Lung Association.
La velocidad con la que actúa la FDA depende en gran medida de “la voluntad política de la administración”, dijo Sward.