Hay una ironía en el corazón del tratamiento de la hipertensión. La enfermedad en sí misma generalmente no presenta síntomas. Sin embargo, los medicamentos para tratarla, con el fin de prevenir un derrame cerebral o un ataque cardíaco, pueden hacer que las personas se sientan bastante mal.
“No es que no quieras tomarlos, sabes que te van a ayudar”. Pero hay que acostumbrarse”, dijo Sharon Fulson, representante de atención al cliente de Nashville, Tennessee, quien está tratando de monitorear y controlar su hipertensión.
Las píldoras diarias que Fulson comenzó a tomar el año pasado la hacen sentir atontada y nerviosa. Otras personas que toman estos medicamentos informan mareos, náuseas y diarrea, y los hombres, en particular, pueden tener problemas de erección.
“Todos estos efectos secundarios son peores que la presión alta”, dijo Fulson.
La investigación muestra que aproximadamente la mitad de los pacientes no toman sus medicamentos para la hipertensión como deberían, a pesar que las enfermedades del corazón son la principal causa de muerte en los Estados Unidos. Para muchas personas, su primer síntoma de presión alta es un evento cardíaco catastrófico. Por esa razón a la hipertensión se la conoce como el “asesino silencioso”.
Ahora, una nueva prueba de drogas puede indicar si un paciente está tomando sus pastillas. El examen, que requiere de una muestra de orina, tiene la intención de generar una conversación más sincera entre paciente y médico.
La presión arterial de Fulson ha sido cambiante. Se la mide regularmente en su casa, y a veces está un poco alta, contó. Incluso cuando se la toman en una cita médica, el estrés del momento eleva los resultados.
Estas son algunas de las razones por las cuales la presión de los pacientes, cuando se la mide con un tensiómetro manual, no ayuda a los cardiólogos a determinar si están tomando constantemente sus medicamentos. La nueva prueba de drogas, llamada KardiAssure, usa una computadora para analizar la orina en busca de 80 tipos de medicamentos para la presión arterial y el colesterol, y tiene los resultados en solo tres minutos.
La prueba solo puede determinar si un paciente ha tomado sus píldoras en los últimos días. Pero Frank Basile, el CEO de Aegis Sciences Corp., dijo que es un punto de partida.
“Lo que les damos a los médicos es una herramienta que les permite tener una conversación muy enfocada con sus pacientes”, dijo. Solo después que el problema sale a la luz, pueden indagar en las razones que lo generan.
Esta estrategia ha sido efectiva para el cardiólogo Bryan Doherty, de Dickson, Tennessee, quien ha estado trabajando con Aegis para probar el nuevo test. En un caso, los resultados mostraron que un paciente que había dicho que estaba tomando sus medicamentos, en realidad había mentido. El paciente confesó rápidamente.
“Inmediatamente se dio vuelta y me dijo que el problema era el costo”, dijo Doherty. “Creo que tuvo vergüenza, o no quería decepcionarme”.
La nueva prueba cuesta alrededor de $100, aunque Doherty dijo que los seguros, incluido Medicare, la han estado cubriendo.
Destacó que conversar con el paciente es esencial, para solucionar cualquier problema: recetar drogas menos costosas, o probar otros medicamentos si el que está tomando tiene muchos efectos secundarios. Vale la pena esta charla, aunque a veces resulte incómoda, ya que el medicamento puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, agregó.
La evaluación también podría ayudar a un paciente a evitar otras pruebas innecesarias o recetas adicionales, dijo el doctor Thomas Johnston, quien dirige la clínica de hipertensión en Centennial Medical Center en Nashville y es presidente del capítulo local de la American Heart Association.
Además de llamar a la farmacia para asegurarse que el paciente vuelva a surtir su receta, él cree en su palabra, dijo.
“Creo que muchas veces te preguntas si alguien ha tomado su medicamento o no”, dijo. “Creo que también sería bueno para el paciente que el médico sepa que no está tomando su pastilla de la presión, para no seguir un camino terapéutico equivocado”.
Johnston, quien no tiene vínculo con Aegis, dijo que su única preocupación sobre el uso de una prueba de drogas es el riesgo de establecer una relación negativa con un paciente. Pero también hay una forma de evitarlo, haciéndoles comprender lo vital que es tomar el medicamento de manera adecuada.
Sarah Avery de Nashville dijo que es plenamente consciente de las consecuencias.
“Mi papá murió porque no tomó su medicina”, contó.
La hipertensión está en su familia. Su madre y su abuela también lucharon contra ella. Aun así, reconoce que la medicación no le gusta y a veces ha dejado de tomarla, sin decir nada. Admite que mintió hasta que ella misma tuvo un derrame cerebral.
Ahora no se saltea ninguno de los tres medicamentos para la hipertensión que toma a diario.
Esta historia es parte de una asociación que incluye WLPN, NPR y Kaiser Health News.