Según los abogados, un brote de paperas y una cuarentena en el Centro de Procesamiento de Inmigración y Control de Aduanas de Pine Prairie, en Louisiana, impidió que los inmigrantes obtuvieran recursos legales, incluidos sus representantes legales y el acceso a la biblioteca jurídica, durante aproximadamente dos semanas en enero y febrero.
El brote también ha planteado preguntas sobre cómo los funcionarios que se ocupan de los problemas de salud pública pueden socavar los derechos legales de los detenidos.
Abogados dijeron que la enfermedad no detuvo los procedimientos de la corte de inmigración, lo que significa que al menos del 3 al 14 de febrero se requirió que las personas en cuarentena continuaran con las audiencias de expulsión, desde sus dormitorios y a través de un chat de video, sin acceso a asistencia legal.
Pine Prairie, dirigido por el grupo GEO, está 100 millas al noroeste de Baton Rouge. Aloja a alrededor de 700 inmigrantes que esperan audiencias para decidir si pueden quedarse en los Estados Unidos, aceptar la repatriación voluntaria o ser deportados.
Emily Trostle, abogada de la sucursal local del Southern Poverty Law Center, estima que aproximadamente la mitad de estas personas, entre 300 y 400, fueron puestas en cuarentena en sus dormitorios. Hasta el 14 de febrero, 288 personas detenidas estaban en cuarentena, según un vocero del ICE.
Según ICE, seis personas en Pine Prairie recibieron un diagnóstico confirmado, o probable, de paperas antes del 15 de enero; se reportaron siete casos entre el 15 y el 30 de enero; y otros cinco en febrero.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) no respondieron a las solicitudes de datos sobre casos de paperas a nivel nacional en los centros de ICE. Pine Prairie redirigió las solicitudes de comentarios al ICE.
Los funcionarios del centro de detención les dijeron a los abogados del Southern Poverty Law Center que los dormitorios se cerraron para prevenir la propagación de las paperas, que tiene un período de incubación de 12 a 25 días. La restricción se aplicó a los detenidos que pudieron haber estado expuestos al virus, así como a las personas a las que les habían confirmado infecciones, dijeron los abogados. Si surgen nuevos casos en un dormitorio bajo cuarentena, el tiempo de cuarentena se reinicia.
“Estábamos encerrados en nuestros bunkers. Antes, nos llevaban al comedor, pero por la cuarentena, nos traían comida en platos desechables”, dice una declaración legal de Christian Alexander Mejía Martínez, uno de los detenidos de Pine Prairie.
Acceder a la biblioteca legal es crítico porque la mayoría de los detenidos no tienen representación legal. Estas bibliotecas son su principal fuente de formularios, traducciones y documentos necesarios para los procedimientos de detención.
El Southern Poverty Law Center dijo que no se les permitió ver a al menos 17 inmigrantes detenidos durante el período de dos semanas. Homero López, otro abogado que trabaja con personas detenidas, dijo que al menos 17 de sus clientes también estuvieron en cuarentena.
López, quien dirige ISLA, un grupo que brinda ayuda legal gratuita a los inmigrantes en Pine Prairie, se enteró del problema cuando un cliente no pudo asistir a una audiencia legal.
“No estaba infectado, pero estaba en uno de los dormitorios donde alguien sí lo estaba, por lo que fue puesto en cuarentena, dijo López.
Los detenidos tuvieron “cero acceso a los recursos para prepararse para el tribunal”, dijo Trostle, quien está trabajando con clientes en Pine Prairie. Los abogados no pudieron consultar con las personas en cuarentena, tanto para abordar posibles nuevos casos como para reunirse con clientes existentes.
“Se convirtió en algo desastroso”, dijo Trostle.
El ICE no hizo comentarios sobre visitas o procedimientos legales. “Cada instalación es responsable de sus protocolos de visitas para los detenidos expuestos a organismos infecciosos”, dijo el vocero.
Según la agencia, la unidad de servicios de salud de ICE proporcionó a Pine Prairie una guía de referencia para el manejo de cuarentenas. Pero las instalaciones tienen la libertad de diseñar sus propios protocolos, agregó el vocero. (Dicho esto, los abogados del sistema descritos en Pine Prairie sí reflejan los estándares establecidos por la división médica de ICE, aunque ICE recomienda aislar a alguien que se haya confirmado que tiene la enfermedad).
Las personas en cuarentena ahora pueden ver a los abogados, pero aún no pueden salir de sus dormitorios para usar la biblioteca legal, dijo Trostle. Los abogados ahora pueden realizar videoconferencias con los clientes o visitar a los que no están infectados, siempre y cuando usen guantes y máscaras.
El Departamento de Justicia rastrea todos los procedimientos y veredictos de la corte de inmigración, pero una vocera dijo que los datos de febrero de la Corte de Inmigración de Oakdale, que es donde se atienden los casos, aún no se habían procesado. Trostle dijo que la velocidad con la que se procesan los casos en Pine Prairie es una evidencia de que la mayoría de las personas en cuarentena probablemente pasaron por al menos una parte de los procedimientos de inmigración sin asistencia legal.
En promedio, una persona detenida pasa cerca de un mes en una instalación de ICE mientras se encuentra en proceso legal, según esta agencia.
Los abogados dijeron que la asistencia legal, y en particular la biblioteca jurídica, son de vital ayuda para los detenidos. Según los datos de ISLA, más del 80% de los detenidos en el Tribunal de Inmigración de Oakdale no tuvieron representación legal durante el año fiscal 2018, que se extiende desde octubre hasta septiembre. Eso significa que la biblioteca jurídica a menudo es su único recurso para elaborar una defensa, o simplemente proporcionar el papeleo adecuado para evitar la deportación inmediata.
La representación legal también hace una diferencia significativa. Del 89% de los detenidos a los que la corte de Oakdale ordenó remover, el 7.4% tenía representación, según los datos derivados del Transactional Records Access Clearinghouse de la Syracuse University, que recopila información de agencias federales bajo la Ley de libertad de información. A la inversa, más de la mitad de los detenidos que se van voluntariamente, obtienen alivio permanente o son liberados de la custodia tienen representación legal, de acuerdo con esas estadísticas.
Los que tuvieron abogados generalmente pudieron aplazar sus audiencias, pero los que no tuvieron menos probabilidades de hacerlo, dijo López. Los defensores y abogados dicen que todavía tienen problemas en los momentos en los que tratan de reunirse con los clientes. Y los casos que se presentaron durante el período de dos semanas, sin un abogado involucrado, son más difíciles de abordar después.
El brote es uno de varios en los centros de detención a nivel nacional. En el último año, 51 de sus instalaciones han informado sobre investigaciones de paperas, varicela y gripe según informó ICE.
Según los CDC, en la población general de los Estados Unidos, la incidencia de paperas a nivel nacional sigue siendo baja, y la mayoría de los casos en los últimos años se han presentado en grupos como equipos deportivos o personas en escuelas, universidades o campamentos. Si bien no existe un requisito federal para reportar casos, muchos departamentos de salud estatales y locales hacen un seguimiento del virus. Los CDC enumeraron 58 casos en 18 estados desde el 1 de enero hasta el 31 de enero. El departamento de salud de Louisiana remitió todas las preguntas al ICE y a los CDC.
El síntoma clásico de las paperas es la hinchazón a lo largo de la línea de la mandíbula, pero no todos los pacientes muestran síntomas. (La muerte por paperas es muy rara; las complicaciones son más probables en adultos que en niños).
Para infectarse, una persona generalmente tiene que estar en contacto cercano, a unos pocos pies del enfermo, a diferencia del virus del sarampión, que se propaga más fácilmente en un área más amplia, explicó el doctor Matthew Zahn, presidente del comité de salud pública de la Infectious Disease Society of America.
En cualquier brote, “se intenta aislar a las personas con la enfermedad”, dijo Zahn, quien no estuvo involucrado en el brote del centro de detención de Louisiana.
Aun así, puede ser complejo. En un entorno como un dormitorio universitario, una prisión o un centro de detención, si solo una pequeña cantidad de personas está expuesta a la persona enferma, aislar al paciente y a esas pocas personas es “mucho más simple desde el punto de vista logístico”, que si hubiera un mayor número de personas involucradas.