A los niños que se inscribieron en las escuelas de Florida este año se les pidió que revelaran su historial de salud mental.
El nuevo requisito es parte de una ley aprobada por la legislatura estatal después del tiroteo de febrero en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland.
En los formularios de inscripción para nuevos estudiantes, los distritos escolares del estado ahora deben preguntar si un menor ha sido referido alguna vez a servicios de salud mental.
“Si dices: ‘Sí, mi hijo ha visto a un consejero, a un terapeuta o a un psicólogo’, ¿qué hace la escuela con eso?”, preguntó Laura Goodhue, quien tiene un hijo de 9 años que tiene autismo y un hijo de 10 años que ha visto a un psicólogo. “Eso para mí hizo sonar todas las alarmas. Hablé con un par de mamás amigas mías y les dije:’¿Pueden creer lo que pasa?”
Goodhue dijo que le preocupa que si el historial de salud mental de sus hijos pasa a formar parte de los registros escolares, podría perjudicarles.
“Si mi hijo estuviera en el recreo y ocurriera algo”, explicó, “podrían pensar: ‘Este niño ha acudido a los servicios de salud mental’. Esto debe significar algo’ – más de lo que realmente significa”.
Nadie le había prestado atención a la pregunta hasta que los padres comenzaron a llenar los formularios de inscripción escolar este verano. Era una de las frases en un proyecto de ley de seguridad escolar, de 105 páginas, que contenía medidas tan controversiales como aumentar la edad mínima para comprar un arma y permitir que los empleados de la escuela portaran armas.
Los padres expresan su preocupación ante la posibilidad que la información pueda caer en las manos equivocadas y afecte a los niños durante su educación, dijo Alisa LaPolt, directora ejecutiva del capítulo de Florida de la National Alliance on Mental Illness.
“En un mundo perfecto, recibir tratamiento por problemas de salud mental no sería diferente a recibir tratamiento médico por una erupción cutánea, un resfriado fuerte o una pierna rota”, aseguró LaPolt. “Pero ese no es el mundo en el que vivimos ahora. Hay un estigma en torno a la enfermedad mental y a su tratamiento”.
Los distritos escolares dicen que los consejeros usarán la información para ayudar a los estudiantes de Florida a obtener los servicios que necesitan.
Algunos distritos compartirán la información sólo con psicólogos y administradores. Otros dicen que también proporcionarán acceso a los maestros y al personal de la oficina.
Los consejeros escolares dicen que entienden el estigma que rodea a la enfermedad mental. Algunos señalan que la forma en que fue escrita la ley no ayuda. La cuestión de la salud mental se incluyó con los requisitos para reportar arrestos o expulsiones.
“Ciertamente puedo entender que los padres reaccionen cuando ven esas preguntas, de alguna manera hechas una detrás de otra”, comentó Michael Cowley, gerente de servicios psicológicos de las Escuelas del Condado de Pinellas.
Pero para ayudar a los estudiantes, dijo Cowley, los funcionarios escolares deben primero determinar quién necesita servicios de salud mental.
“El proceso que estamos tratando de desarrollar y todo lo que estamos tratando de hacer es sólo para reducir el estigma, aumentar la conciencia y lograr que los estudiantes tengan acceso a más atención”, añadió Cowley.
El requisito hace que los distritos escolares se preocupen por algo más que por el estigma. El estado dejó la implementación de la medida en manos de los distritos locales.
En una reunión en Tampa, Florida, April Griffin, miembro de la Junta Escolar del Condado de Hillsborough, planteó el tema de la privacidad del paciente y una ley federal que la protege, conocida como HIPAA.
“No me extrañaría que se presentaran algunas demandas legales por esto”, dijo Griffin.
Aun así, los consejeros dicen que los padres apoyarán la ley una vez que empiecen a ver a sus hijos recibiendo la consejería que necesitan.
La ley de seguridad escolar proporciona casi $70 millones para aumentar el acceso a los servicios de salud mental en las escuelas. Los expertos nacionales dicen que el dinero debería haberse entregado hace tiempo.
Florida ha estado históricamente entre los peores estados en términos de proporcionar dinero para la atención de la salud mental, expresó Ron Honberg, asesor principal de políticas de la National Alliance on Mental Health.
“Sabemos que los síntomas de las afecciones de salud mental y las enfermedades mentales graves, en particular, tienden a aparecer durante la adolescencia y a principios de los 20”, señaló Honberg. “Y ese es un momento en el que deberíamos dedicar la mayor cantidad de recursos a las intervenciones.”
En el condado de Broward, donde se encuentra Parkland, el distrito está utilizando parte de los $6 millones que recibió para contratar a 50 miembros del personal, muchos de ellos consejeros, psicólogos y trabajadores sociales.
Su capacidad para ayudar a los estudiantes que lo necesitan podría depender de que los padres se sientan cómodos marcando “sí” en el formulario de inscripción.
Esta historia es parte de una asociación que incluye a WUSF, NPR y Kaiser Health News.
La cobertura de KHN de los problemas de salud de los niños es apoyada en parte por la Fundación Heising-Simons.