El presidente Donald Trump ha condenado repetidamente la política migratoria de los Estados Unidos, argumentando que muchos inmigrantes representan una amenaza para la nación y que agotan los recursos del país. Pero un nuevo estudio sobre seguros de salud cuestiona el retrato que pinta el presidente.
El estudio publicado en la revista Health Affairs halló que los inmigrantes con seguro de salud privados y sus empleadores contribuyeron con casi $25 mil millones más en primas en 2014 de lo que gastaron en atención médica. Los que están en el país sin papeles contribuyeron con casi $8 mil millones para este excedente.
En contraste, las personas con cobertura de salud nacidas en los Estados Unidos gastaron casi $25 mil millones más de lo que pagaron en primas.
Estos hallazgos emergen mientras las políticas de inmigración del gobierno de Trump, incluido un plan para que sea más difícil obtener la residencia permanente si el que aplica usó programas de beneficencia federales, están siendo objeto de escrutinio.
Estudios anteriores también concluyeron que los inmigrantes contribuyen más a Medicare de lo que reciben en beneficios, pero los autores de este estudio dicen que éste es el primero en observar el efecto en planes de salud privados.
Leah Zallman, profesora asistente en la Escuela de Medicina de Harvard y autora principal del estudio, dijo que sus hallazgos aluden a las consecuencias potencialmente negativas que podrían tener las políticas de inmigración más estrictas en la industria de la atención de salud.
“Esto realmente apunta al papel crítico que tienen los inmigrantes para subsidiar y mantener nuestros sistemas actuales”, dijo Zallman.
Los investigadores calcularon las contribuciones financieras y los gastos de los afiliados y sus empleadores utilizando dos encuestas creadas por el gobierno federal. Los planes vendidos en mercados establecidos por la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) no se incluyeron porque “se diferencian de otros seguros privados en formas importantes y no están disponibles para las personas indocumentadas”, explicaron los autores del estudio.
Toda persona nacida fuera de los Estados Unidos fue categorizada como inmigrante. Sin embargo, las encuestas no preguntaron a los no ciudadanos con cobertura privada sobre su estatus legal. Los investigadores utilizaron datos nacionales sobre inmigrantes indocumentados para estimar cuántas personas en el grupo de estudio vivían en el país sin papeles.
En 2014, los inmigrantes y sus empleadores aportaron $88.7 mil millones en primas de seguros privados, pero gastaron solo $64 mil millones en atención, según los hallazgos del estudio. De ese grupo, solo los inmigrantes indocumentados pagaron más de $17 mil millones a aseguradoras privadas, pero usaron solo $9,4 mil millones.
Los consumidores nacidos en el país pagaron $616 mil millones en primas y recibieron casi $641 mil millones en pagos de atención de las aseguradoras. También sistemáticamente superaron a los inmigrantes en todos los grupos de edad. De acuerdo con el estudio, entre los afiliados de 65 años y más, el nacido en los Estados Unidos hizo una contribución neta de casi $10,000 más para su cuidado que los nacidos en el extranjero.
Los investigadores informaron que, en promedio, los inmigrantes individuales pagaron $1,123 más por las primas en 2014 de lo que recibieron en la atención cubierta por el seguro. Los nativos de Estados Unidos en cambio les cuestan a las aseguradoras, en promedio, $163.
Leighton Ku, director del Centro de Investigación de Políticas de Salud de la Universidad George Washington, quien no participó en el estudio, dijo que varios factores contribuyen a los bajos gastos de atención médica de los inmigrantes. El grupo tiende a ser más saludable y más joven cuando llegan a los Estados Unidos. Las diferencias culturales y de idioma también son barreras para acceder a la atención.
El estudio observó que los gastos de atención de alud de los inmigrantes aumentaban cuanto más tiempo permanecían en el país. Pero agregó que, dado que sus primas también aumentaron al mismo tiempo, continuaron haciendo una contribución neta a sus planes de salud privados.
Los hallazgos se conocen días después que el Departamento de Seguridad Nacional propusiera redefinir cómo determinar la “carga pública”, un término utilizado para describir a una persona que probablemente se vuelva dependiente del gobierno recibiendo asistencia. La propuesta dificultaría la obtención de la residencia permanente en aquellos casos en los que la persona haya utilizado ciertos tipos de asistencia federal, como Medicaid, cupones de alimentos y subsidios de vivienda.
Trump ha prometido ser duro con los estándares de inmigración. Durante su campaña, criticó los gastos de salud de los Estados Unidos en inmigrantes, argumentando que el país gastó $11 mil millones en atención a personas que estaban aquí sin autorización, indicaron los autores.
Pero agregaron que las investigaciones anteriores muestran que los inmigrantes tienen tasas bajas de uso y gasto de atención médica, en comparación con los residentes nativos. En esencia, sus pagos a planes privados y a Medicare favorecen la atención de los pacientes nacidos en el país, explicaron los autores.
Un estudio publicado anteriormente por Zallman mostró que los inmigrantes sin papeles contribuyeron con $35.1 mil millones más a Medicare de 2000 a 2011 de lo que gastaron en servicios.
Benedic Ippolito, economista del American Enterprise Institute, fue cauteloso sobre usar los hallazgos del estudio para sacar conclusiones a gran escala sobre los inmigrantes y su papel en el seguro de salud. Según el estudio, aproximadamente el 20% de los inmigrantes, incluida casi la mitad de la población indocumentada, no tiene seguro.
“Tendría cuidado de no extrapolar estos resultados a a) otras partes del mercado de seguros de salud, y b) aún más sobre lo que esto significa para la política de inmigración”, dijo Ippolito. “Este documento solo no nos dice todo lo que necesitamos saber”.
Ku se hizo eco de la incertidumbre. Dijo que no está seguro de cómo las últimas acciones de la administración Trump afectarán a los inmigrantes inscritos en seguros privados. Tener un plan privado puede sugerir que están empleados con cierta estabilidad de ingresos. Sin embargo, agregó que si suficientes inmigrantes abandonan el mercado de seguros, esto podría tener una consecuencia indeseada: que los planes de salud sean más caros para todos los demás.
“Eso muestra que, si hacemos cosas para reprimir a los inmigrantes o para que les resulte más difícil comprar un seguro, en ese caso podemos estar dañando a los ciudadanos”, finalizó.