Un nuevo estudio respalda los temores de que más trabajadores ganaderos puedan haber contraído la gripe aviar de lo que se haya informado.
“Estoy muy seguro de que hay más personas infectadas de las que sabemos”, dijo Gregory Gray, investigador de enfermedades infecciosas de la Universidad de Texas en el Medical Branch, quien dirigió el estudio publicado a fines de julio y en proceso de revisión para ser publicado en una revista líder en enfermedades infecciosas. “En gran parte, eso se debe a que nuestra vigilancia ha sido muy deficiente”.
Si los casos de gripe aviar no se van informando, los oficiales de salud corren el riesgo de tardar en notar si el virus se vuelve más contagioso. Un gran aumento de infecciones fuera de las comunidades de trabajadores agrícolas activaría el sistema de vigilancia de la gripe del gobierno, pero para entonces podría ser demasiado tarde para contenerlo.
“Necesitamos averiguar qué podemos hacer para detener esto”, dijo Gray. “No es algo que simplemente vaya a desaparecer”.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) basan sus decisiones en su sistema de vigilancia. Por ejemplo, la agencia tiene vacunas contra la gripe aviar, pero ha decidido no ofrecerlas a los trabajadores agrícolas, con el argumento de que el número de casos es bajo.
Sin embargo, las pruebas de gripe aviar entre este grupo de trabajadores siguen siendo raras, por lo que la investigación de Gray se destaca como la primera en buscar signos de infecciones anteriores no diagnosticadas en personas que habían estado expuestas a ganado enfermo, y que se habían enfermado y recuperado.
El equipo de Gray detectó signos de infecciones previas de gripe aviar en trabajadores de dos granjas lecheras que registraron brotes en Texas a principios de este año. Analizaron muestras de sangre de 14 trabajadores que no habían tenido pruebas para el virus y encontraron anticuerpos en dos. Esto representa una tasa de casi el 15% en solo dos granjas lecheras de más de 170 con brotes de gripe aviar en 13 estados este año.
Uno de los trabajadores con anticuerpos estaba tomando medicamentos para una tos persistente cuando accedió a que los investigadores analizaran su sangre en abril. El otro se había recuperado recientemente de una enfermedad respiratoria. No sabía qué la había causado, pero dijo a los investigadores que otros trabajadores agrícolas a los que no se habían realizado pruebas también habían estado enfermos.
Richard Webby, director del Centro Colaborador para la Influenza de la Organización Mundial de la Salud en el Hospital de Investigación Infantil St. Jude, en Memphis, Tennessee, dijo que los resultados confirmaban sus sospechas de que había habido más casos humanos de gripe aviar que los 13 reportados este año por los CDC.
“Quizás lo que vemos no sea exactamente la punta del iceberg, pero ciertamente no es toda la historia”, dijo Webby.
Aunque el estudio es pequeño, resalta la urgencia sobre los informes de enfermedades no diagnosticadas entre trabajadores agrícolas y veterinarios. Los CDC han advertido que si las personas se infectan simultáneamente con la gripe estacional y la gripe aviar, los dos tipos de virus podrían intercambiar genes de una manera que permita que la gripe aviar se propague entre las personas tan fácilmente como las variedades estacionales.
No hay evidencia que sugiera que eso esté ocurriendo actualmente. Y los casos asintomáticos de gripe aviar parecen ser raros, según un estudio de anticuerpos en Michigan descrito por los CDC el 19 de julio. Los investigadores analizaron muestras de sangre de 35 trabajadores de tambos que habían tenido brotes en Michigan, y ninguno mostró signos de infecciones pasadas. A diferencia del estudio en Texas, estos trabajadores no se habían enfermado.
“Es un estudio pequeño, pero un primer paso”, dijo Natasha Bagdasarian, directora médica de Michigan. Agregó que el estado estaba aumentando los esfuerzos para realizar pruebas a los trabajadores agrícolas, pero que estas acciones se complicaban por problemas sistémicos, como el empleo precario que los hace vulnerables a ser despedidos por faltar al trabajo por enfermedad.
Sin más asistencia para los trabajadores agrícolas y cooperación entre el gobierno y la industria ganadera, Gray dijo que el país corre el riesgo de permanecer a oscuras sobre este virus.
“Hay muchos estudios genómicos y trabajos de laboratorio, pero en las granjas es en donde ocurre la verdadera acción”, dijo Gray, “y no estamos prestando atención”.
Problemas de comunicación
Un trabajador lechero en Colorado dijo a KFF Health News que buscó atención médica hace aproximadamente un mes debido a una irritación ocular, un síntoma común de la gripe aviar.
El médico le realizó un chequeo habitual, que incluyó un análisis de orina. Pero el trabajador no había oído hablar de la gripe aviar, y el médico no la mencionó ni realizó pruebas para detectar el virus. “Me dijeron que no tenía nada”, dijo en español, hablando bajo condición de anonimato por temor a represalias de sus empleadores.
Este trabajador y otros dos en Texas dijeron que sus empleadores no les dan gafas, máscaras N95 o delantales para protegerse de la leche y otros fluidos que podrían estar contaminados con el virus. Comprar su propio equipo es difícil porque no tienen dinero.
Lo mismo ocurre con ir al médico. Un trabajador en Texas dijo que no buscó atención por fuertes dolores de cabeza y dolor de garganta porque no tiene seguro médico y no puede permitirse el costo. Supuso que los síntomas se debían a trabajar largas horas en graneros calurosos, con poca agua. “No te dan agua ni nada”, dijo. “Tú traes tus propias botellas”. Pero no hay forma de saber la causa de los síntomas, ya sea gripe aviar u otra cosa, sin hacer pruebas.
Aproximadamente una quinta parte de los trabajadores en granjas ganaderas no tienen seguro médico, según un análisis de KFF, y una proporción similar tiene ingresos familiares de menos de $40,000 al año.
Ninguno de los empleadores de los tres trabajadores agrícolas, ni oficiales en sus estados, les habían hablado de la gripe aviar, mucho menos les ofrecieron hacerse pruebas. Los CDC se jactaron en una actualización reciente de que, a través de su asociación con Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, las publicaciones sobre la gripe aviar han aparecido en pantallas de computadoras y teléfonos inteligentes más de 10 millones de veces.
Sin embargo, este alcance no llega a los trabajadores agrícolas que no están conectados a las redes sociales, que no hablan inglés o español, o que no tienen acceso a teléfonos inteligentes e internet, dijo Bethany Boggess Alcauter, directora de investigación y programas de salud pública en el Centro Nacional de Salud de Trabajadores Agrícolas. Ella y otros dijeron que las ofertas de equipo protector de los funcionarios de salud no estaban llegando a las granjas.
“Hemos escuchado que los empleadores han sido reacios a aceptar la oferta”, dijo Christine Sauvé, gerente de política y participación del Centro de Derechos de los Inmigrantes de Michigan. “Si esto comienza a transmitirse más fácilmente de persona a persona, estamos en problemas”, dijo, “porque las unidades de vivienda de los trabajadores agrícolas están hacinadas y tienen poca ventilación”.
Las clínicas podrían alertar a los funcionarios de salud si los trabajadores agrícolas enfermos buscan atención médica. Pero muchos trabajadores agrícolas no lo hacen porque no tienen seguro médico y podrían despedirlos por faltar al trabajo.
“El mayor temor que escuchamos es la represalia de los empleadores, o que alguien pueda ser incluido en una lista negra para otros trabajos”, dijo Sauvé.
Vigilancia de la gripe
Los CDC evalúan la situación actual de la gripe aviar como un bajo riesgo para la salud pública porque el sistema de vigilancia de la gripe del país no ha detectado alertas preocupantes.
El sistema busca aumentos anormales en las visitas al hospital. No se ha detectado nada inusual hasta ahora. También analiza un subconjunto de muestras de pacientes en busca de tipos inusuales de virus de la gripe. Desde finales de febrero, la agencia ha evaluado alrededor de 36,000 muestras. Ninguna con gripe aviar.
Sin embargo, Samuel Scarpino, epidemiólogo especializado en la vigilancia de enfermedades, dijo que este sistema no detectaría muchas amenazas emergentes para la salud porque, por definición, comienzan con un número relativamente pequeño de infecciones. Aproximadamente 200,000 personas trabajan en granjas ganaderas en el país, según los CDC. Eso es solo el 0.1% de la población total del país.
Scarpino dijo que la vigilancia de los CDC se activaría si las personas comenzaran a morir por gripe aviar. Los 13 casos conocidos han sido leves. Y probablemente el sistema detectaría aumentos si el virus se propaga más allá de este grupo de trabajadores y sus contactos más cercanos, pero para entonces puede ser demasiado tarde para contenerlo.
“No queremos encontrarnos en otra situación como la de covid”, dijo Scarpino, recordando cómo las escuelas, restaurantes y negocios tuvieron que cerrar porque el coronavirus estaba demasiado extendido para controlarlo mediante pruebas y aislamiento individual. “Para cuando detectábamos casos”, dijo, “había tantos que solo nos quedaban malas opciones”.
Signos preocupantes
Los investigadores advierten que el virus H5N1 de la gripe aviar ha evolucionado en los últimos años para ser más infeccioso para los mamíferos, incluidos los humanos. Esto resalta la necesidad de monitorear lo que está ocurriendo a medida que el brote se extiende por las granjas lecheras del país.
Este virus parece estar propagándose principalmente a través de la leche y el equipo de ordeñe. Pero, por primera vez, los investigadores informaron en mayo y julio que se propagó de manera ineficiente a través del aire entre unos pocos hurones de laboratorio mantenidos a centímetros de distancia. Y en experimentos con ganado, algunas vacas se infectaron al inhalar diminutas gotas cargadas de virus, algo que podría ocurrir si una vaca infectada tose cerca de otra.
De hecho, las vacas tosen. El nuevo estudio de Texas señala que el ganado tosía durante los brotes en las granjas y mostraba otros signos de enfermedades respiratorias.
Otras observaciones fueron ominosas: aproximadamente la mitad de unos 40 gatos en una granja murieron repentinamente en el punto álgido de su brote, probablemente por lamer leche cruda contaminada con el virus de la gripe aviar.
La mayoría de las personas diagnosticadas con gripe aviar han sido infectadas por animales. En su nuevo estudio, Gray observó un indicio de que el virus puede ocasionalmente transmitirse de persona a persona, pero agregó que esto sigue siendo una conjetura. Uno de los dos individuos con anticuerpos trabajaba en la cafetería de la granja, junto al tambo y a los trabajadores agrícolas, pero no cerca del ganado.
“Necesitamos encontrar formas de tener una mejor vigilancia”, dijo, “para que podamos tomar decisiones informadas en lugar de decisiones basadas en suposiciones”.