La decisión de la administración Trump anunciada el martes 10 de julio de reducir drásticamente los fondos de las organizaciones sin fines de lucro que ayudan a los estadounidenses a comprar cobertura de salud provocó indignación entre los defensores de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA). Usando palabras como “inmoral” y “de corazón frío”, lo vieron como el último acto de sabotaje de los republicanos contra el Obamacare.
Pero a medida que se acerca el sexto período abierto de inscripción de ACA en noviembre, es poco probable que la falta de asistencia en persona sea un desastre para las personas que buscan cobertura, aseguran expertos en seguros de salud.
“Creo que solo tendrá un impacto muy pequeño en la inscripción para 2019”, dijo William Hoagland, vicepresidente senior del Centro de Políticas Bipartidistas en Washington.
Pero combinado con otras acciones recientes de la administración Trump, la decisión marca un tono negativo, agregó Hoagland.
“Por supuesto envía una señal de que la administración no está promoviendo la inscripción”, dijo.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) anunciaron que están reduciendo el dinero para financiar el trabajo de los navegadores, expertos en navegar el mercado que ayudan a las personas a inscribirse y comprar o cambiar de plan de salud, o averiguar si califican para Medicaid, de $36 millones a $10 millones para el próximo período de inscripción de 45 días.
Esta reducción se produce un año después que la administración Trump bajara en un 40% el presupuesto de $62.5 millones para los navegadores, además de eliminar la ayuda para publicidad y otras actividades de alcance comunitario.
Seema Verma, administradora de los CMS, dijo que los navegadores que operan en los 34 estados que utilizan el mercado federal -incluidas muchas organizaciones de salud y religiosas- fueron ineficaces y habían dejado de ser útiles.
Señaló que ayudaron con menos del 1% de las inscripciones en 2017, aunque reconoció que los navegadores “ayudan” solo si los consumidores se inscriben en persona.
Los CMS también señalaron que, después que se redujo la financiación de los navegadores el año pasado, la inscripción general en los planes de Obamacare aumentó ligeramente (contando los que pagaron las primas del primer mes) a 10,6 millones de personas.
Florida Blue, la aseguradora que registra la mayor inscripción de consumidores a través del Obamacare a nivel nacional, dijo que no extrañará la ayuda de los navegadores financiados por el gobierno federal.
“Dada nuestra exclusiva estrategia utilizando nuestros corredores en centros minoristas junto con nuestros esfuerzos de televentas, nuestros agentes de campo y esfuerzos directos de inscripción en el mercado, no dependemos de los navegadores para inscribir a los miembros de ACA”, dijo Paul Kluding, vocero de Florida Blue.
Greg Fann, miembro de la Sociedad de Actuarios, dijo que el papel de los navegadores ha sido exagerado.
“Soy un hombre de números, y lo que realmente le importa a la gente son los números y el precio de la cobertura”, dijo. Casi 9 de cada 10 personas que compran cobertura en los intercambios de ACA califican para recibir subsidios federales en función de sus ingresos, y la cantidad de esos subsidios subieron el año pasado debido a un aumento en las primas de los planes de plata.
Fann agregó que los navegadores fueron más necesarios en 2013 y 2014 cuando los mercados estaban en sus primeros años y millones de personas que no habían comprado seguros antes consideraban las nuevas opciones de la ley de salud.
Las aseguradoras y los corredores deberían intervenir para compensar la financiación de los navegadores, remarcó Fann.
No cuente con eso, dijo Steve Israel, agente de seguros de Boynton Beach, Florida, y ex presidente de la Asociación de Aseguradores de Salud de Florida. Israel enfatizó que la mayoría de los corredores independientes no quieren tener nada que ver con los planes de ACA porque las aseguradoras han reducido sus comisiones. “Hemos estado enviando personas a los navegadores”, dijo Israel.
Sin embargo, algunos estados que operan sus propios mercados continúan invirtiendo en estos asistentes de base.
Covered California, por ejemplo, mantiene estables los fondos para navegadores, dedicándoles este año $6.5 millones del presupuesto.
Eso es más de la mitad de lo que cuidadodesalud.gov (healthcare.gov) está invirtiendo en navegadores en 34 estados.
California tiene 1.5 millones de consumidores en planes del Obamacare, la segunda inscripción más alta a nivel nacional detrás de Florida, que tiene 1.6 millones.
¿Muerte por 1,000 cortes?
Trump pasó su primer año en la oficina oval tratando de revocar la ley de salud y estuvo a un voto en el Senado de alcanzar esa meta. Inmediatamente después que el senador John McCain (republicano de Arizona) diera el voto decisivo para bloquear el dramático esfuerzo de revocación, Trump imploró a los republicanos que dejaran que la ley se desintegre.
“Dejen que el Obamacare explote internamente, luego negocien”, tuiteó Trump el 28 de julio de 2017.
Pero su administración no se ha quedado de brazos cruzados.
En diciembre, el Congreso controlado por los republicanos aprobó una ley por la cual, a partir del próximo año, se eliminará el requisito que obligaba a la mayoría de los estadounidenses a tener seguro a riesgo de pagar una multa. Una medida que probablemente aleje a las personas más sanas del mercado y genere precios más altos para los que deben quedarse.
Hace pocos días, los CMS dijeron que, debido a una demanda pendiente, estaba suspendiendo un programa creado por la ley para nivelar la carga de las aseguradoras de salud cuyos clientes son poco saludable o enfermos. Eso podría quitarles millones de dólares a algunas aseguradoras, lo que provocaría que aumenten los precios o abandonen los mercados.
La administración Trump también emitió nuevas reglas para tratar de facilitar que los individuos y las pequeñas empresas compren planes de salud que cuestan menos que la cobertura de ACA porque cubren menos servicios médicos. Estos planes no tendrían las protecciones de la ley de salud, que impiden que las aseguradoras cobren precios más altos a las mujeres, los adultos mayores y a los que tienen condiciones médicas preexistentes.
Los críticos ridiculizan estos planes llamándolos “seguros basura”.
Además de reducirles los fondos, los CMS ahora quieren que los navegadores no solo les hablen a los consumidores sobre los planes de ACA y Medicaid, sino que también promuevan estos otros seguros.
Esto se suma a la preocupación por la falta de financiación para los navegadores.
La disponibilidad de estos nuevos tipos de cobertura aumentará la demanda de los consumidores de navegadores más especializados, dijo Elizabeth Hagan, consultora senior de Transform Health.
Hagan dijo que el problema con la reducción de la asistencia al consumidor no es tanto que menos personas comprarán cobertura, sino que la gente comprará pólizas que no se ajustan a sus necesidades.
Jodi Ray, quien dirige el programa de navegadores de la Universidad del Sur de la Florida, el más grande del estado, dijo que su personal hace mucho más que ayudar con la inscripción. También ayudan a los consumidores a presentar apelaciones ante las aseguradoras.
“Así es como se agravan las disparidades en la atención de la salud: nos pondremos en la horrible posición de enfrentar a las poblaciones que necesitan asistencia entre sí para priorizar cómo podemos usar los recursos”, dijo.
La reportera de California Healthline, Ana B. Ibarra, colaboró con esta historia.