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5 ideas controversiales para arreglar el mercado de seguros individual

Un pequeño grupo de activistas se manifiesta en contra del plan de salud republicano fuera del Metropolitan Republican Club, el 5 de julio, en New York. (Drew Angerer/Getty Images)

Con los esfuerzos republicanos para “derogar y reemplazar” la estancada Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), distintas iniciativas bipartidistas están intentando apuntalar el ya frágil mercado de seguros individual, a través del cual tienen cobertura aproximadamente 17 millones de personas.

Los legisladores generalmente coinciden en cuáles son los esfuerzos que deberían realizarse para estabilizar el mercado. Arriba en la lista está garantizar los subsidios para personas de bajos ingresos, para que puedan solventar gastos de bolsillo como deducibles y copagos.

Las aseguradoras también quieren que el gobierno federal continúe exigiendo que la mayoría de los estadounidenses tengan seguro, a riesgo de pagar una multa; y que sigan los esfuerzos continuos para que las personas sin seguro se inscriban durante el próximo período de inscripción abierta, del 1 de noviembre al 15 de diciembre, para obtener cobertura.

Esos esfuerzos son esenciales, dicen las aseguradoras, para ayudar a mantener clientes saludables en sus grupos de riesgo, para poder hacer frente a los costos de los beneficiarios con necesidades médicas.

Pero ¿qué pasa con las ideas que van más allá de las que se han repetido hasta el hartazgo? Aquí hay cinco propuestas que están sonando y son controversiales.

  1. Permitir que las personas ingresen al Medicare a partir de los 55 años.

Conseguir incorporar a gente levemente más joven en el Medicare, el programa federal para los estadounidenses y discapacitados de 65 años y más, es una meta demócrata de larga data. Se propuso durante el gobierno de Bill Clinton y casi se incluye en el Obamacare.

Algunos demócratas lo apoyan como un primer paso hacia un sistema de salud universal, con un pagador único, una suerte de Medicare-para-Todos. La mayoría de los republicanos se oponen por esos mismos motivos, porque no quieren una atención de salud administrada por el gobierno.

Pero los defensores argumentan que ayudaría al actual mercado individual a excluir a las personas mayores, reduciendo así la edad promedio del grupo de riesgo. Dado que los pacientes mayores, en promedio, son más costosos de asegurar, el cambio podría reducir las primas para todos los que quedan en el Obamacare.

Esta es la meta de un proyecto de ley introducido a principios de agosto por la Senadora Debbie Stabenow (demócrata de Michigan) y otros siete senadores demócratas. Ese proyecto de ley permitiría a los clientes del mercado del Obamacare de 55 a 64 años comprar la cobertura de Medicare en vez de un plan de salud regular, pero también podrían usar créditos tributarios de ACA si fueran elegibles. Los costos de estos planes todavía no se han calculado.

“La forma en que lo hemos estructurado realmente ayuda al Medicare a tener personas más jóvenes en ese grupo y ayuda a los seguros privados a sacar a personas de alto costo de sus grupos de riesgo”, dijo Stabenow a The Detroit News.

Sin embargo, la idea no les convence a los analistas de salud conservadores. “Esta es sólo una manera de decir que vamos a sacar a estas personas de los mercados de seguros y ponerlos donde hay subsidios más grandes”, dijo Joseph Antos, del American Enterprise Institute (AEI).

  1. Permitir a las personas “comprar” seguro del Medicaid.

Ya hay personas que compran seguro del Medicaid, el programa de salud federal, gerenciado por los estados, para personas de bajos ingresos. En 2005, el Congreso aprobó el Family Opportunity Act, que permite a ciertas familias de bajos ingresos comprar cobertura del Medicaid para niños discapacitados que no sean elegibles. Tradicionalmente, el Medicaid ha proporcionado a las personas con discapacidades beneficios más robustos que los seguros de salud privados.

A principios de este año, el gobernador republicano de Nevada, Brian Sandoval, vetó un proyecto de ley que habría permitido a los residentes del estado comprar cobertura del Medicaid a través del mercado de seguros de salud estatal.

Ahora, el senador Brian Schatz (demócrata de Hawaii) está impulsando un plan de salud federal del Medicaid, que describió para Vox.com. Este plan daría a los estados la opción de permitir que las personas con ingresos por encima de los umbrales de elegibilidad actuales del Medicaid paguen una prima para unirse al programa. Al igual que con la opción de comprar un plan del Medicare, permitiría a aquellos que califican para créditos tributarios federales utilizarlos para pagar las primas.

La propuesta también aumentaría los pagos del Medicaid a médicos, hospitales y otros proveedores de atención médica al mismo nivel que se paga por los pacientes del Medicare. Tradicionalmente, los bajos pagos del Medicaid han hecho que muchos médicos no ingresaran al programa.

Los analistas conservadores también reaccionan mal a esta opción. “Es completamente imposible”, dijo a Vox Avik Roy, de la Foundation for Research on Equal Opportunity. Roy predijo que aumentaría el gasto del Medicaid en $2 mil millones en 10 años.

  1. Sacar a los adultos jóvenes del seguro de sus padres y volver a ponerlos en el mercado individual.

Permitir que los jóvenes de hasta 26 años permanezcan en los planes de salud de sus padres es, sin duda, una de las disposiciones más populares de ACA. Los demócratas la han promocionado con orgullo mientras los republicanos no se atreven a tocarla en casi ninguna de sus propuestas de revisión.

Sin embargo, lo que ha sido una bendición para 3 millones de adultos jóvenes (y un alivio para sus padres) significó un costo para el mercado individual en sí: en 2016, sólo el 28% de los compradores de planes de salud en los mercados tenían entre 18 y 34 años, muy por debajo del 40% que la mayoría de los analistas dijeron que era necesario tener para mantener al mercado estable.

  1. Exigir a las aseguradoras que participan en otros programas gubernamentales que ofrezcan cobertura en el mercado.

Una deficiencia clara del mercado individual es la falta de competencia de las aseguradoras, particularmente en las zonas rurales. Si bien parece que no hay condados que se hayan quedado sin ninguna compañía que ofrezca cobertura para el próximo año, el porcentaje de los condados con una sola aseguradora parece que va a subir a partir un 33% para finales de 2017.

En un esfuerzo por alentar más fuertemente a las empresas privadas a que ofrezcan cobertura, varios analistas han sugerido que se establezca la participación en los mercados de ACA como un requisito para participar en otros programas gubernamentales.

  1. Permitir que las personas usen contribuciones de cuentas de ahorro de salud (HSA) para pagar las primas del seguro médico.

Una disposición que no llamó mucho la atención en una de las versiones de la ley de salud del Senado que no se aprobó en julio habría permitido a la gente usar el dinero de las cuentas de ahorro de salud para pagar sus primas de seguro.

Las HSA están vinculadas a planes de salud con deducibles altos, y los consumidores usan el dinero en la cuenta para pagar sus gastos de bolsillo. Este dinero es libre de impuestos.

Con pocas excepciones, a las personas con HSA no se les ha permitido usar esos fondos para pagar primas mensuales. Pero el cambio sería una forma de aliviar a las personas que compran su propio seguro, ganan demasiado para obtener subsidios federales de primas y no pueden deducir las primas de sus impuestos porque no son técnicamente independientes.

Estas personas, aunque probablemente pequeñas en número, se han visto afectadas de manera desproporcionada por el aumento de las primas en el mercado individual desde que la ACA tomó pleno efecto.

Sin embargo, el cambio implicaría algunas compensaciones.

Roy Ramthun, quien ayudó a diseñar las HSA como staff del Senado a principios de los años 2000 y ayudó a implementarlas cuando estaba en el Departamento del Tesoro durante el gobierno de George W. Bush, dijo que, en general, “los republicanos han preferido subvencionar las primas a través de deducciones fiscales y créditos y dejar la HSA para los gastos de su propio bolsillo. “Permitir que las primas se paguen con fondos de la HSA, dijo,” podría comerse todo el saldo de la cuenta y no dejar nada para los gastos de bolsillo”. Hay límites a cuánto dinero se puede poner en una HSA. Para 2017, el máximo es $3,400 para un individuo y $ 6,750 para una familia.

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