En su último año en la escuela de medicina, a los estudiantes de cuarto año se les asigna un hospital donde harán su residencia.
Este rito anual se llama Programa Nacional de Asignación de Residentes. Para los estudiantes, es simplemente “La Asignación”.
Pero no todos los estudiantes de medicina la consiguen. Aunque decenas de miles acceden a una plaza de residente cada año, no es así para muchos.
Estos estudiantes “sin asignación” se ven obligados a buscar una salida, ya que los médicos recién graduados que no completan un programa de residencia no pueden recibir su licencia para ejercer la medicina.
A primera vista, dos organizaciones, Doctors Without Jobs y Unmatched and Unemployed Doctors of America, parecen defender su causa, ayudándoles a encontrar plazas de residencia y presionando al Congreso para que cree más espacios de aprendizaje. Estos grupos también organizaron recientemente una protesta en Washington, DC, para llamar la atención sobre la escasez de residencias.
Pero estas organizaciones no son simples grupos de apoyo. Están vinculadas a Progressives for Immigration Reform (PFIR), una organización que el Southern Poverty Law Center (SPLC) ha designado como grupo antiinmigrante. PFIR está financiada por una fundación antiinmigrante y su director ejecutivo ha estado afiliado a una red de grupos antiinmigrantes.
Las dos organizaciones quieren que los médicos formados en Estados Unidos, y con nacionalidad estadounidense, tengan prioridad en la asignación antes que los médicos formados en el extranjero. Aunque tanto Doctors Without Jobs, como Unmatched and Unemployed Doctors of America, no se declaran antiinmigrantes, sus sitios web incluyen mensajes que dan a entender que los médicos extranjeros le quitan plazas de residencia a los médicos estadounidenses.
Pero los nuevos estudiantes de medicina sin plaza, que buscan ayuda, no son necesariamente conscientes de las afiliaciones antiinmigrantes de estos grupos.
Haley Canoles, una estudiante de cuarto año de medicina que no fue admitida este año, se sorprendió al enterarse de la agenda de estas organizaciones.
“No tenía ni idea. Hace poco me uní a Twitter y empecé a seguir grupos que pensé que podrían ayudarme a encontrar un puesto de residente”, escribió Canoles en un mensaje privado por Twitter. “No defiendo en absoluto ninguna agenda antiinmigración”.
Dado que el porcentaje de estudiantes de medicina estadounidenses sin plaza aumenta cada año y el número de residencias se mantiene básicamente igual, más personas podrían sentirse atraídas por grupos como Doctors Without Jobs.
Según datos de 2021 del Programa Nacional de Asignación de Residentes, el porcentaje de graduados de las escuelas de medicina sin residencia ha aumentado. En 2021, el 7,2% de los estudiantes no accedieron a programas de residencia, frente al 5,7% en 2017.
Al mismo tiempo, el porcentaje de extranjeros en facultades de medicina, que no consiguieron una residencia, ha disminuido en los últimos cinco años a 45,2% en 2021, de 47,6% en 2017.
Eso hace que los defensores de los estudiantes internacionales de medicina se preocupen de que, si esta tendencia continúa, podría aumentar el resentimiento hacia los médicos educados en el extranjero y las actitudes xenófobas en la comunidad médica.
“Obviamente, no estoy de acuerdo con la idea de que los médicos graduados en el extranjero le estén quitando el puesto a los graduados estadounidenses”, dijo el doctor William Pinsky, presidente y director ejecutivo de la Comisión Educativa para Graduados Médicos Extranjeros, que certifica a los graduados médicos internacionales antes de que ingresen al sistema de educación médica de posgrado de Estados Unidos. “Lo que los directores de residencias buscan principalmente es quién está mejor calificado, y a veces los graduados extranjeros encajan en esa categoría”.
Kevin Lynn, director ejecutivo de PFIR, fundó Doctors Without Jobs como una filial de la organización en 2018, después de conocer a un médico sin plaza de residencia hospitalaria, durante una protesta ante la Casa Blanca.
“Ni siquiera sabía que esto era un problema, y entonces empezamos a mirar los datos y a darnos cuenta de que miles de estudiantes de medicina se quedaban fuera de los programas de residencia”, explicó Lynn. “Pero al mismo tiempo, aumenta el número de médicos extranjeros que se gradúan en facultades de medicina extranjeras y consiguen residencias financiadas por los contribuyentes”.
Según PFIR, las restricciones a la inmigración en Estados Unidos protegen la mano de obra estadounidense y el medio ambiente. Su sitio web también dice que investiga las “consecuencias no deseadas de la migración masiva”.
En un informe de 2020, SPLC descubrió que Lynn había estado estrechamente relacionado con miembros de destacados grupos de odio antiinmigrante de Washington, como la Federación para la Reforma de la Inmigración de Estados Unidos (FAIR) y el Centro de Estudios de Inmigración (CIS). Ambas organizaciones presionan para reducir el número de inmigrantes en Estados Unidos, están designadas como grupos de odio por el SPLC y fueron fundadas por el doctor John Tanton, a quien SPLC ha vinculado con nacionalistas caucásicos, racistas y partidarios de la eugenesia.
Y en julio de 2020, en el punto álgido de la pandemia, Lynn envió una carta al entonces líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, pidiéndole que rechazara el proyecto de ley bipartidista que asignaría tarjetas de residencia no utilizadas a trabajadores de salud extranjeros, y que en su lugar diera prioridad a los médicos estadounidenses sin plaza de residentes.
Esa idea fue difundida por Breitbart News, una publicación de derecha que comparte la agenda antiinmigrante. El proyecto de ley murió en el Senado.
SPLC también informó que Joe Guzzardi, escritor de Doctors Without Jobs, había escrito más de 700 comentarios de blogs para un sitio web de odio nacionalista blanco.
Según recientes declaraciones de impuestos de organizaciones sin fines de lucro, de 2015 a 2019 PFIR recibió casi $2 millones en fondos de la Fundación Colcom, una organización antiinmigrante, que también proporciona fondos significativos a FAIR y CIS.
El modus operandi de este tipo de grupos nativistas es enfrentar cualquier problema político y decir que la solución es restringir o eliminar la inmigración en Estados Unidos, señaló Eddie Bejarano, analista de SPLC que escribió el informe de 2020. El hecho de que los médicos no reciban plazas de residencia es sólo el último tema que ha aprovechado el movimiento antiinmigración.
“Hablan de temas como éste diciendo que la solución es el nativismo, no la reforma”, apuntó Bejarano. “Es el guión de los nativistas, se aprovechan de los temores de los estadounidenses, como en este caso, donde los médicos sólo quieren una oportunidad justa de trabajo, para culpar a los inmigrantes”.
La retórica de Lynn no contradice la observación de Bejarano. “Creo que deberíamos dar prioridad a los estadounidenses”, indicó Lynn en una entrevista con KHN. “La gente dice que eso es xenófobo, que es racista. Son intentos de acallar la disidencia. Lo que digo son verdades incómodas”.
Unmatched and Unemployed Doctors of America tiene una conexión menos directa con los grupos antiinmigrantes. La organización asegura estar dirigida por voluntarios, ser independiente de Doctors Without Jobs y no recibir ninguna financiación de ese grupo. Pero sí dice en su página web que está afiliada a Doctors Without Jobs. Ambas organizaciones han colaborado durante una reciente protesta y se presentan mutuamente en sus respectivos sitios web y en sus materiales de promoción.
Los dirigentes de Unmatched and Unemployed Doctors of America se negaron a conceder una entrevista, pero proporcionaron a KHN una declaración por correo electrónico en la que afirmaban que casi la mitad de sus miembros son inmigrantes o son inmigrantes de segunda generación.
Doctors Without Jobs y Unmatched and Unemployed Doctors of America han aumentado su actividad en los últimos dos meses. En enero, miembros de ambos grupos viajaron a Washington para protestar frente a la sede de la Asociación de Escuelas de Medicina de Estados Unidos (AAMC), y llamar la atención sobre el problema de los médicos sin plaza de residentes. La AAMC gestiona el sistema electrónico de presentación de solicitudes para programas de residencia.
Los grupos comunicaron que se reunieron con miembros del Congreso para discutir la reintroducción de la Ley de Reducción de la Escasez de Médicos Residentes, que aumentaría los puestos de residencia médica con apoyo federal en 2,000 plazas anuales durante siete años. El proyecto de ley se presentó de nuevo en la Cámara de Representantes y el Senado en marzo.
Doctors Without Jobs también publicó recientemente un video atacando a la AAMC en el que se afirma que la organización promueve una política que “permite a los estudiantes de medicina extranjeros usurpar las residencias de los estudiantes estadounidenses”.
En una declaración enviada por correo electrónico, Karen Fisher, directora de políticas públicas de la AAMC, declaró que cualquier restricción innecesaria a la inmigración sólo aceleraría y empeoraría la escasez ya existente de médicos y que los médicos formados en el extranjero a menudo llenan vacíos críticos en la fuerza laboral de la atención médica.
“Los hospitales universitarios del país tratan de contratar a los candidatos más calificados para sus programas de formación de residentes”, dijo Fisher. “Una preferencia generalizada por los solicitantes estadounidenses va en contra de este objetivo y restringiría gravemente el grupo de personas altamente calificadas, impidiendo que los pacientes estadounidenses reciban la mejor atención posible de un grupo diverso y dedicado de aspirantes a médicos”.