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La administración Trump facilita aún más la venta de planes de salud de corto plazo

Las aseguradoras de nuevo podrán vender seguros de salud de corto plazo por hasta 12 meses, bajo las reglas finales publicadas hace pocos días por la administración Trump.

Esta acción revoca una directiva del gobierno de Obama que limitaba estos planes a 90 días. También agrega un nuevo giro: si lo desean, las aseguradoras pueden hacer que los planes de corto plazo sean renovables hasta tres años.

La norma “ayudará a aumentar las opciones para los estadounidenses que enfrentan un aumento de las primas y menos planes en el mercado de seguros de salud individual”, dijo James Parker, asesor sénior de Alex Azar, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).

Pero los planes también podrían aumentar las primas para aquellos que permanecen en el mercado creado bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), y la cobertura a corto plazo es mucho más limitada.

“No aseguramos que sea el mismo nivel de cobertura”, dijo Parker.

Se espera que el enfoque de la administración Trump satisfaga a los corredores y a las aseguradoras que ofrecen este tipo de cobertura.

“Estamos buscando exactamente lo que se redactó originalmente: que estos planes duren hasta 364 días”, dijo Jan Dubauskas, asesora general del Grupo IHC, en una declaración anterior a que se emitiera la regla final. El Grupo IHC es una organización de compañías de seguros con sede en Stamford, Connecticut.

Dubauskas dijo que espera que IHC ofrezca versiones de 12 meses tan pronto como entre en vigencia la norma, que será en menos de 60 días.

Los funcionarios de la administración estiman que las primas de estos planes podrían costar la mitad de lo que cuesta el plan más integral de ACA. Predicen que alrededor de 600,000 personas se inscribirán en un plan a corto plazo en 2019, y que, de ellos, de 100,000 a 200,000 serán consumidores que estarán abandonando la cobertura de ACA.

Un poco más de 14 millones de personas están inscritas en planes de ACA este año.

Los planes a corto plazo son menos costosos porque, a diferencia de sus contrapartes de ACA, que no pueden excluir a las personas con condiciones de salud preexistentes, las aseguradoras que venden estas pólizas pueden ser selectivas: rechazar a personas con enfermedades, o limitar su cobertura.

Los planes a corto plazo también pueden establecer topes anuales y de por vida en los beneficios, y cubren pocos medicamentos recetados.

La mayoría excluye la atención por maternidad, atención primaria, servicios de salud mental o tratamiento de adicciones.

Algunos expertos en pólizas, incluidos los investigadores del Centro de Reformas de Seguros de Salud de la Universidad de Georgetown, advierten que permitir un mayor uso de cobertura más escasa que ofrecen los planes a corto plazo podría dejar a algunos pacientes en dificultades financieras o médicas.

“Si desarrollas cáncer, tu plan no cubrirá los medicamentos oncológicos, que pueden costar un promedio de $10,000 al mes” y “si estás embarazada, tendrás que buscar otra forma de pagar el costo”, con un promedio de $32,000 por servicios de atención prenatal y parto, explicó el centro en una publicación reciente.

Permitir que los planes de corto plazo duren más es la última de una serie de medidas del gobierno para cambiar las regulaciones establecidas por la administración Obama. En junio, la administración Trump lanzó las reglas finales sobre los planes de asociaciones de salud, lo que otorga mayor libertad a las pequeñas empresas y propietarios únicos para unirse y comprar seguros que no cumplan con todos los requisitos de ACA, aunque éstos son más sólidos que los de corto plazo.

Se espera que esos cambios a las reglas de la era Obama, y otras acciones del Congreso, afecten el costo de la cobertura en los mercados de ACA.

Las primas para el plan promedio de ACA aumentaron un 34% este año, según un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).

Los factores que impulsan el aumento incluyen la inflación médica, pero la CBO también citó la decisión de la administración, del otoño pasado, de retirar los fondos que otorgaban a las aseguradoras para la reducción de costos compartidos (CSR), para que éstas cubrieran los gastos de ciertos consumidores de bajos ingresos.

El mismo informe espera que las primas para los planes de ACA aumenten un 15% el próximo año, en parte porque es probable que muchos consumidores no compren cobertura sin un mandato individual, una regla del Obamacare por la cual la mayoría de las personas debían tener cobertura de salud a riesgo de tener que pagar una multa. El proyecto de ley de impuestos aprobado el año pasado por el Congreso derogó este mandato a partir de 2019.

Si atraen a muchos consumidores, los planes de corto plazo también podrían desempeñar un papel.

Al sacar a los consumidores más jóvenes o más saludables del mercado de ACA, la expansión de los planes de corto plazo agregarán un 1.7% de aumento a las primas de 2019, según el grupo de presión de la industria America’s Health Insurance Plans.

Los planes de corto plazo han existido durante décadas, como una alternativa para los que estaban cambiando de empleo, los estudiantes y otros que se encontraban por alguna razón sin cobertura.

Según la directiva de la administración Trump, las aseguradoras también pueden renovar la cobertura a corto plazo por la misma cantidad de tiempo que el plan original, por un máximo de 36 meses.

Los funcionarios del HHS dijeron que la ley actual permite que los planes tengan una vida útil más larga, aunque es probable que los críticos argumenten que, cuando se tiene en cuenta la opción de renovación, un plan que dura tres años no se puede considerar de corto plazo.

Los partidarios de las nuevas reglas dicen que los planes a corto plazo no afectarán el mercado de ACA tanto como los críticos temen, porque los planes atraerán principalmente a aquellos consumidores que ya están al margen, o aquellos que no reciben subsidios.

La gran mayoría de las personas que compran cobertura en los mercados de ACA ya califican para recibir subsidios para pagar las primas.

Los corredores probablemente impulsarán los planes de corto plazo, ya que a menudo pagan comisiones más altas que los de ACA.

Y, para las aseguradoras, los márgenes de ganancia tienden a ser más altos para los planes de corto plazo en comparación con la cobertura de ACA. Los planes tienen límites en la cobertura. Además, las aseguradoras no están sujetas al requisito de ACA de que gasten al menos el 80% de las ganancias que reciben de las primas en atención médica de los miembros del plan.

Tanto los partidarios como los críticos de los planes a corto plazo dicen que los consumidores que desarrollen problemas de salud mientras están inscritos en un plan de corto plazo podrían, en teoría, esperar hasta el próximo período abierto de inscripción y comprar un plan de ACA ya que, por ley, las aseguradoras en los mercados no pueden rechazar a los consumidores con condiciones preexistentes.

Sin embargo, esa parte de la ley está amenazada en un caso presentado por Texas y otros 19 estados que pretende declarar inconstitucional esa disposición y otras dos partes de ACA.

A principios de junio, el Departamento de Justicia dijo que no defendería la ley contra el caso de Texas, que está en apelación y que eventualmente podría terminar en la Corte Suprema.

Mientras tanto, las nuevas reglas sobre los planes de corto plazo de la administración Trump no cambian la autoridad reguladora de los estados.

Algunos, incluido California, ya están considerando restricciones más estrictas que las que se detallan en la directiva federal.

“Los estados sí tienen autoridad para regular”, dijo Randy Pate, director del Centro de Información al Consumidor y Supervisión de Seguros del HHS. “Creemos que algunos estados actuarán para limitarlos y otros los aceptarán”.

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