El 15 de junio, Elliot Truslow fue a una farmacia CVS en Tucson, Arizona, para hacerse el test para el coronavirus. El hisopado nasal en el sitio de pruebas al paso tardó menos de 15 minutos.
Más de 22 días después, el estudiante graduado de la Universidad de Arizona todavía estaba esperando los resultados.
Primero le dijeron que tomaría de dos a cuatro días. Después, CVS dijo cinco o seis. El sexto día, la farmacia estimó que los tendría en 10.
“Es indignante”, dijo Truslow, de 30 años, que ha estado en cuarentena en su casa desde que fue a una manifestación de apoyo a Black Lives Matter en su universidad. Truslow nunca ha tenido síntomas. En este punto, los resultados de la prueba ya casi no importan.
La experiencia de Truslow es un ejemplo extremo de las crecientes y a menudo terribles esperas de los resultados de las pruebas para COVID-19 en los Estados Unidos.
En un hospital, los pacientes pueden tenerlos en un día. Pero las personas que se hacen las pruebas en clínicas de urgencias, en centros de salud comunitarios, farmacias y sitios de pruebas al paso que maneja el gobierno suelen esperar una semana o más.
Durante la primavera, la espera era de cuatro a cinco días.
Esto significa que los pacientes, y sus médicos, no tienen la información necesaria para saber si deben modificar conductas. Expertos en salud aconsejan a las personas que, mientras esperan, actúen como si tuvieran COVID-19, lo que significa que deben ponerse en cuarentena y evitar estar cerca de otras personas.
Pero reconocen que esto no es realista si la gente tiene que esperar una semana o más.
La alcaldesa de Atlanta, Keisha Lance Bottoms, quien anunció el lunes 6 de julio que había dado positivo para el virus, se quejó de que esperó ocho días por sus resultados en una entrevista en MSNBC el miércoles 8.
Durante ese tiempo, tuvo una serie de reuniones con funcionarios y electores de la Ciudad: “cosas que yo habría hecho de otra manera si hubiera sabido que había un resultado positivo en mi casa”, dijo en el programa Morning Joe.
“Por la lentitud en tener los resultados es que estamos en esta espiral ascendente de casos”, remarcó.
Esta lentitud también podría retrasar el regreso de los estudiantes a los campus escolares este otoño. Y ya está evitando que algunos equipos profesionales de béisbol entrenen a finales de julio.
Los retrasos podrían incluso frustrar el plan de Hawaii para recibir a más turistas. El estado había estado exigiendo a los visitantes que permanecieran en cuarentena durante 14 días, pero anunció el mes pasado que a partir del 1 de agosto se levantaría el mandato para los viajeros que pudieran demostrar que habían dado negativo para COVID en los tres días anteriores a su arribo a las islas.
En California, el gobernador Gavin Newsom habló de este problema con periodistas el miércoles 8. “Realmente estábamos progresando como nación, no solo como estado, y ahora estamos empezando a ver retrasos de varios días”, dijo.
Los retrasos incluso afectan a personas en poblaciones vulnerables de alto riesgo, dijo Newsom, citando un brote masivo en la prisión estatal de San Quintín, que ha estado enviando sus pruebas al laboratorio Quest.
El estado ahora está considerando asociarse con laboratorios locales, con la esperanza de que puedan proporcionar una respuesta más rápida.
El doctor Amesh Adalja, experto en enfermedades infecciosas del Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud en Baltimore, dijo que las largas esperas complican la respuesta nacional a la pandemia.
“Neutralizan la utilidad de la prueba”, dijo. “Necesitamos encontrar una manera de hacer que las pruebas sean más rápidas para que las personas sepan si pueden reanudar sus actividades normales o volver al trabajo”.
El problema es que los laboratorios que las realizan están abrumados por la demanda, que se ha disparado en el último mes.
“Reconocemos que los resultados de estas pruebas contienen información necesaria para guiar tratamientos y los esfuerzos de salud pública”, dijo Julie Khani, presidenta de la Asociación Americana de Laboratorios Clínicos, un grupo comercial.
La doctora Temple Robinson, CEO del Bond Community Health Center en Tallahassee, Florida, dijo que los resultados de las pruebas pasaron de estar en tres días a 10 en las últimas semanas.
Muchos pacientes pobres no tienen la capacidad de aislarse fácilmente porque viven en hogares pequeños con muchas personas. “La gente está tratando de cumplir con las reglas, pero no se les está dando las herramientas para ayudarlas si no saben si dieron positivo o negativo”, dijo.
Robinson no culpa a los grandes laboratorios. “Nadie estaba preparado para este volumen de pruebas”, dijo. “Es un momento muy aterrador”.
Azza Altiraifi, de 26 años, de Vienna, Virginia, lo sabe muy bien. Comenzó a sentirse enferma y con problemas para respirar el 28 de junio. A los pocos días tuvo escalofríos y dolor en las articulaciones, y luego una sensación de punción en los pies. Fue al CVS de su vecindario para hacerse la prueba el 1 de julio. Todavía estaba esperando el resultado.
Lo más frustrante de su situación es que su esposo es paramédico y su empleador no le permite ir a trabajar porque puede haber estado expuesto al virus. Su esposo se hizo la prueba el 6 de julio y está esperando noticias. No ha presentado síntomas.
Charlie Rice-Minoso, vocero de CVS Health, dijo que los pacientes esperan en promedio de cinco a siete días por los resultados. “Hay más espera a medida que aumenta la demanda de pruebas”, dijo.
En el sur de Florida, el Distrito de Atención Médica del condado de Palm Beach, que ha examinado a decenas de miles de pacientes desde marzo, dijo que los resultados demoran entre siete y nueve días.
CityMD, una gran cadena de atención de urgencias en el área de la ciudad de Nueva York, les dice a los pacientes que probablemente tengan que esperar al menos siete días para obtener resultados debido a demoras en Quest Diagnostics.
Quest Diagnostics, uno de los laboratorios más grandes de los Estados Unidos, dijo que el tiempo promedio ha aumentado de cuatro a seis días en las últimas dos semanas. La compañía ha realizado casi 7 millones de pruebas para COVID este año.
“Quest está haciendo todo lo posible para agregar capacidad de prueba en medio de esta crisis y las demandas sin precedentes”, dijo la vocera Kimberly Gorode.
En Treasure Coast Community Health, en Vero Beach, Florida, les dicen a los pacientes que deben esperar de 10 a 12 días por los resultados.
La directora ejecutiva, Vicki Soule, dijo que Treasure Coast está inundada de llamadas diarias de pacientes que quieren conocer sus resultados.
“La ansiedad está en aumento”, expresó.
Julie Hall, de 48 años, de Chantilly, Virginia, se hizo la prueba el 27 de junio en un centro de atención de urgencias después de enterarse que su esposo había dado positivo para COVID-19 mientras se preparaba para la cirugía de reemplazo de cadera.
Estaba consternada por tener que esperar hasta el 3 de julio para obtener una respuesta. Hall dijo que ni ella ni su esposo presentaron síntomas. La mujer resultó negativa.
“Pero fue horrible por la incógnita y no saber si había expuesto a alguien más”, dijo sobre la cuarentena en casa esperando los resultados. “Cada vez que estornudabas, alguien decía ‘COVID’ a pesar de que te sentías completamente bien”.
La corresponsal Anna Maria Barry-Jester en California colaboró con esta historia.