El período abierto de inscripción para las personas que compran su propio seguro de salud ya está en marcha, y termina el 15 de diciembre de 2017. Esta vez será seis semanas más corto que el año pasado, y éste es solo uno de los grandes cambios que los consumidores deben considerar. La administración Trump redujo el dinero para publicidad -por lo que la información oficial es escasa- y para los navegadores, que ayudan a las personas a inscribirse.
Los siguientes son cinco factores importantes que debes tener en cuenta si planeas inscribirse para cobertura en 2018 bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA).
1. La ley de salud NO ha sido derogada.
A pesar de los esfuerzos del presidente Donald Trump y del Congreso liderado por los republicanos, ACA sigue siendo la ley vigente.
Esto significa que, si no tienes un seguro a través de tu trabajo o de un programa del gobierno (como Medicaid, Medicare o CHIP), aún podrás obtener cobertura para un conjunto de beneficios integrales, tengas o no condiciones preexistentes. También significa que, si cumples con los requisitos de elegibilidad en base a lo que ganas, podrás obtener ayuda del gobierno federal para pagar tus primas y, posiblemente, para deducibles y otros gastos de bolsillo.
Estos subsidios de “reducción de costos compartidos” ayudan a mantener bajos los costos de bolsillo de las personas con ingresos inferiores al 250% del nivel federal de pobreza (un poco más de $30,000 al año para una persona). Y estarán disponibles a pesar de la decisión de Trump de evitar que el gobierno federal reembolse a las aseguradoras por estos descuentos requeridos. La mayoría de las compañías de seguros están compensando la diferencia aumentando las primas.
Mientras tanto, si recibes ayuda para pagar tu prima a través de créditos impositivos, es probable que no pagues mucho más por tu cobertura. Esto se debe a que a medida que las primas aumentan, también se incrementan los subsidios federales para solventarlas. (Más sobre esto a continuación).
2. El requisito de que la mayoría de las personas tengan seguro, y la mayoría de los empleadores lo ofrezcan, también sigue vigente.
De acuerdo con la ley, a la mayoría de los hogares que ganan lo suficiente como para deber impuestos federales se les exige tener un seguro de salud o pagar una multa (que se debe saldar al momento de hacer los impuestos). La multa por no tener seguro en 2017 (y 2018) es la cantidad que sea mayor: $695 o el 2.5% de los ingresos del contribuyente. Puedes reclamar una exención de la multa si demuestras que no puedes pagar por un seguro de salud ofrecido en su área.
El IRS ha dicho que comenzará a rechazar las declaraciones presentadas en 2018 que no indiquen si el contribuyente tuvo seguro de salud durante el año fiscal.
La mayoría de los empleadores más grandes (aquellos con 50 trabajadores o más a tiempo completo) también están obligados a ofrecer cobertura a sus trabajadores o pagar una multa. Esa cobertura debe ser integral y asequible.
3. Como aconseja tu mamá, compara las ofertas.
Si bien siempre ha sido importante comparar opciones, este año es más crucial que nunca.
Para empezar, si no quieres que el mercado te vuelva a inscribir en el mismo plan que tienes de manera automática, debes conocer tus opciones y actuar. La fecha de renovación automática de este año es el 16 de diciembre, el día posterior al final del período abierto de inscripción. Si te asignan un plan que ya no te gusta, no podrás cambiarlo hasta el período abierto de inscripción para 2019.
Es importante comparar planes, primas y copagos, que pueden variar. Y también constatar que los médicos y hospitales que usas están dentro de la red de tu plan.
4. El costo será un factor clave.
Este año, las primas están subiendo –hasta dos dígitos en algunas áreas-, debido en parte a la decisión que la administración Trump tomó a mediados de octubre de suspender el reembolso a las aseguradoras por los subsidios de costos compartidos.
Pero los aumentos de las primas pueden no afectar todos los planes y “niveles de metales”, por lo que debe comparar los precios.
Por ejemplo, algunos estados solicitaron a las aseguradoras que cargaran esos costos adicionales solo en los planes de “nivel plateado”, que son planes de nivel medio que cubren aproximadamente el 70% de los costos médicos promedio de una persona. El titular del plan paga el resto del costo en deducibles y copagos. Sin embargo, como resultado de las decisiones sobre los precios en el estado, los planes de “nivel de oro”, que cubren un promedio del 80% de los costos, en algunos casos podrían tener primas más bajas que los de plata.
Por supuesto, si obtienes una reducción de costos compartidos, lo que significa copagos y deducibles más bajos, porque tu ingreso individual está por debajo de $30,150, deberás permanecer en un plan plateado para mantener ese beneficio.
Otro factor a considerar es que el aumento en los precios de los planes plata puede generar que el subsidio para pagar las primas cambie. Estos subsidios siguen vigentes para las personas que ganan hasta el 400% del nivel federal de pobreza. Y podrían aumentar porque están vinculados al costo de un plan de plata de referencia en cada región.
En algunos casos, el aumento del crédito impositivo podría ser suficiente para hacer que un plan bronce u oro tenga una prima mensual muy baja o incluso nula, según un análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso realizado antes de que la administración tomara medidas. Pero, por supuesto, los consumidores que no reciben ninguno de los dos tipos de subsidio podrían enfrentar costos más altos. Suficiente razón para salir a comprar y a comparar.
Algunos expertos sugieren mirar más allá de los mercados oficiales federales y estatales, ya sea directamente revisando el sitio web de una aseguradora o consultando con un corredor, porque algunos estados ordenaron a las aseguradoras cargar costos adicionales derivados de la orden de Trump solo en los planes del mercado. Por lo tanto, los planes fuera del mercado pueden costar menos.
5. Los compradores también deben tener cuidado.
Fuera de los mercados oficiales, puede haber más aseguradoras vendiendo “planes a corto plazo”, a bajo costo.
Sabrina Corlette, quien experta en el mercado de seguros del Instituto de Políticas de Salud de la Universidad de Georgetown, dijo que tales planes, aunque son menos costosos, pueden no cubrir todos los beneficios y también excluir la cobertura de condiciones preexistentes.
Esos planes tampoco cumplen con los requisitos de ACA de “cobertura esencial mínima”, por lo que los asegurados seguirían siendo responsables de pagar una multa. “Habrá gente aprovechando la confusión del consumidor”, advirtió Corlette, agregando que los consumidores que compren fuera de los mercados estatales o federales “deben recurrir a un agente de confianza”.