Por más de una década, los últimos productos de Apple han sido un regalo de Navidad habitual para los ávidos de novedades tecnológicas. ¿Está el nuevo Apple Watch en tu lista de regalos de este año? ¿O ya se lo pediste a Santa?
A primera vista, el reloj parece ser un regalo ideal para los consumidores que consideran a Apple casi como parte de su familia. En el sitio web que lo promociona, jóvenes esbeltos se estiran en posturas de yoga, practican kickboxing y juegan baloncesto.
Pero cuando Apple presentó su último modelo en septiembre, la Serie 4, cuyo costo inicia en $399, quedó claro que su objetivo era ampliar su público. Este Apple Watch incluye nuevas funciones diseñadas para detectar caídas y problemas cardíacos. Con descripciones como “parte guardián, parte gurú” y “diseñado para mejorar tu salud… y lo suficientemente poderoso como para protegerla”, el gigante de la tecnología mostró su giro hacia la salud preventiva y hacia una demografía mucho más amplia.
“Obviamente, el mercado de la atención de salud es importante para Apple”, escribió en un correo electrónico Andy Hargreaves, analista de Apple en KeyBanc Capital Markets. Las aplicaciones de prevención de caídas y electrocardiogramas son un “juego para venderle más cosas a la gente”, y amplía las aplicaciones de monitoreo de la salud no solo a los “fanáticos del gimnasio” sino también a los “baby boomers” (los que nacieron después de la Segunda Guerra Mundial). Son varias las generaciones involucradas.
Este reloj podría ser un regalo perfecto para esos adultos mayores, dijo Laura Martin, analista senior de Needham. “¿Personas que usaron relojes toda su vida, y que ahora, además, previenen caídas?”, se preguntó Martin. “¡Voilà! Crea otra rampa de acceso para un nuevo consumidor en el ecosistema de Apple”.
El funcionamiento interno
La aplicación que monitorea caídas usa sensores en la banda del reloj, que se activan automáticamente para las personas mayores de 65 años después de ingresar su edad. Estos sensores rastrean y registran los movimientos del usuario, y notan si el caminar se vuelve inestable.
Si se detecta una caída, el reloj envía una notificación a su usuario. Si éste no responde en un minuto pulsando un botón en el reloj para desactivar esta señal, se avisará a los servicios de emergencia que la persona necesita ayuda.
Ese minuto también le da al usuario tiempo para evitar falsas alarmas, como un reloj que se cayó.
Muchos geriatras y expertos están de acuerdo en que esta aplicación podría ayudar a los consumidores mayores.
Las caídas pueden causar fracturas de caderas y lesiones en la cabeza, pero incluso el temor a caerse puede evitar que las personas mayores vivan solas o participen en actividades.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las muertes por caídas en los Estados Unidos aumentaron un 30% entre los adultos mayores en la última década y, cada año, 3 millones de seniors llegan a las salas de emergencias por lesiones causadas por caídas.
El doctor Armin Shahrokni, internista del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, quien se describe a sí mismo como “experto en tecnología”, está emocionado de que los pacientes mayores puedan usar la tecnología portátil.
“En adultos mayores con cáncer, mi área de especialización, la quimioterapia puede hacer que se caigan más”, dijo, por eso son importantes la detección de caídas y el monitoreo del equilibrio.
La otra aplicación, que controla el corazón y produce electrocardiogramas, también usa sensores en la pulsera para monitorear los latidos del corazón del paciente y enviar alertas si éste se acelera o está demasiado lento. Específicamente, la aplicación está diseñada para detectar la fibrilación auricular, que es un tipo de arritmia, que también se describe como un problema con la velocidad o el ritmo del latido cardíaco.
Así es como funciona la aplicación:
Los sensores del reloj pueden detectar el ritmo cardíaco en 30 segundos, creando una lectura en “forma de onda”. También le permite al usuario notar cómo se siente (mareado, aturdido, lleno de energía) en ese momento. Esta combinación, según Apple, ayudará a las personas a tener mejores charlas con sus médicos sobre los síntomas y los patrones del corazón.
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) autorizó esta función para las personas mayores de 22 años. Sin embargo, es raro que a una persona menor de 50 años se le diagnostique una fibrilación auricular, señaló Eric Topol, cardiólogo del Instituto de Investigación Scripps.
Los médicos han expresado preocupación: temen que una marea de usuarios de Apple Watch en pánico inunde las salas de emergencia con cada notificación de ritmo cardíaco irregular.
“Es el uso masivo de una herramienta, y con eso van a aparecer muchas consecuencias no planeadas”, dijo Topol. “Llevará a una gran cantidad de ansiedad y gastos, y pruebas adicionales, e incluso entonces a algunas personas se les recetará anticoagulantes de manera inadecuada”, agregó.
“Esto es lo opuesto a la medicina individualizada, donde estás usando algo exactamente en la persona adecuada”, agregó Topol.
El reloj representa el comienzo de lo que los analistas coinciden será una ola de nuevas aplicaciones de salud portátiles.
Los consumidores pueden esperar más formas de rastrear los signos vitales, como el azúcar en la sangre, y más aplicaciones que usarán esos números para ayudarlos a prevenir emergencias médicas, dijo Ross Muken, analista de Evercore ISI. Si bien el monitoreo de la salud no es un concepto nuevo, colocar la información en un algoritmo para ayudar a cambiar el comportamiento y adelantarse a una crisis es la próxima gran frontera para los productos de tecnología de salud portátiles.
Sin embargo, los expertos advierten que, si bien la FDA “aprobó” estas nuevas aplicaciones, en realidad no las “aprobó”, sino que las autorizó. Es una distinción burocrática que significa que no se han enfrentado a pruebas tan rigurosas como por ejemplo un medicamento que haya ganado la aprobación de la agencia federal.
Por ejemplo, no hay hallazgos de estudios o ensayos que ofrezcan evidencia sobre el beneficio de estas aplicaciones, dijo Topol. “No tenemos ningún dato para revisar. Estas son incógnitas”.
Topol agregó que espera que, algún día, el “celular con aplicaciones médicas” sea más común, más barato y accesible para las personas mayores. En este momento, estamos viendo el comienzo de este camino. “La tecnología está muy por delante de la práctica médica”, dijo Topol.