La aprobación sin precedentes de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) al plan de Florida de importar fármacos de Canadá fue posible solo después que Alex Azar certificara que se podía traer medicamentos a través de la frontera de manera segura, cuando se desempeñó como secretario de Salud y Servicios Humanos de la administración Trump.
Azar hizo la declaración histórica en septiembre de 2020, apenas dos meses antes que su jefe, el ex presidente Donald Trump, perdiera la reelección.
Ahora, Azar está involucrado en el negocio de hacer que la importación ocurra. Actualmente es el presidente de la junta de LifeScience Logistics, una empresa con sede en Dallas a la que Florida está pagando hasta $39 millones para ayudar a gestionar su programa de importación de medicamentos canadienses, sin incluir el costo de los medicamentos.
Los funcionarios de LifeScience confirmaron la posición de Azar pero no respondieron a preguntas sobre cuánto se le paga o si está involucrado con el proceso en Florida. Azar tampoco respondió mensajes enviados a un correo personal, o a los que tiene con sus empleadores.
Los vaivenes entre trabajos en el gobierno y el sector privado están bien documentados.
Es común que altos funcionarios de ambos partidos dejen el servicio público por trabajos o puestos en juntas directivas, a menudo mejor remunerados, en empresas de las industrias que antes regulaban.
Un estudio de 2019 realizado por investigadores de las universidades de Boston y Harvard en The Journal of Politics, que examinó a 84 miembros del gabinete que sirvieron desde 1992 hasta 2014, comprobó que cerca del 57% de los funcionarios de gabinetes presidenciales posteriormente fueron parte de juntas directivas de corporaciones.
“En general, preferimos que los secretarios de gabinetes no vayan a las industrias que alguna vez regularon, porque la posibilidad de conflictos de interés es inevitable”, dijo Robert Weissman, presidente de Public Citizen, un grupo de vigilancia gubernamental.
Weissman calificó el caso de Azar como atípico porque la industria farmacéutica se opuso a su aprobación de la importación de medicamentos. Los fabricantes de medicamentos argumentan que la norma pone a los pacientes en riesgo de consumir medicamentos falsificados.
Azar se unió a la junta de LifeScience en enero de 2022, un año después del final del mandato de Trump y aproximadamente un año después que Florida contratara a LifeScience, a fines de 2020.
Katie Hernandez, vocera de LifeScience Logistics, dijo en un comunicado que la empresa, que administra casi 6 millones de pies cuadrados de almacenes en 11 estados, firmó su contrato con Florida antes de que Azar se uniera a la junta.
Ivana Katic, profesora asistente de comportamiento organizacional en la Facultad de Administración de la Universidad de Yale, dijo que la posición de Azar en LifeScience “puede parecer un conflicto de intereses” porque su decisión política como secretario del Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS) luego lo benefició profesionalmente.
Azar fue subsecretario del HHS durante la administración de George W. Bush antes de unirse a la gigante farmacéutica Eli Lilly and Co. como ejecutivo de alto nivel en 2007, permaneciendo allí hasta meses antes de unirse a la administración Trump.
Weissman, quien apoya la importación de medicamentos, dijo que duda que Azar haya tenido algún beneficio personal en mente antes de su decisión. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, había presionado a Trump para autorizar la importación desde Canadá, y el ex presidente había dicho que la apoyaba antes de que Azar la certificara como segura.
La importación de medicamentos desde Canadá ha sido objeto de décadas de debate.
Mientras que Estados Unidos no regula la mayoría de los costos de los medicamentos, Canadá sí lo hace, lo que generalmente resulta en precios más bajos que al otro lado de la frontera.
En 2018, Azar calificó la importación como un “truco” porque el mercado farmacéutico de Canadá no es lo suficientemente grande como para satisfacer la demanda de Estados Unidos. De hecho, el gobierno canadiense ha advertido repetidamente contra la importación, prometiendo bloquear cualquier plan que represente un riesgo de causar escasez en Canadá.
El país ha implementado regulaciones “para prohibir que ciertos medicamentos destinados al mercado canadiense se vendan para su consumo fuera de Canadá si esa venta podría causar o empeorar una escasez de medicamentos en Canadá”, dijo Health Canada, que regula la seguridad de los medicamentos, en un comunicado del 8 de enero después de la aprobación de la FDA del plan de Florida.
Según su contrato con Florida, LifeScience Logistics debe comprar medicamentos a proveedores canadienses, contratar a un laboratorio para verificar su autenticidad, almacenar los medicamentos y enviarlos a las agencias estatales para su distribución.
LifeScience construyó una instalación de 100,000 pies cuadrados en Lakeland, Florida, para almacenar medicamentos importados de Canadá.
El presidente Joe Biden respaldó la importación de medicamentos durante su campaña de 2020, pero después de la elección su administración fue lenta con el proceso. Colorado tiene una solicitud de importación pendiente ante la FDA, mientras que varios otros estados han aprobado leyes que permiten la importación.
DeSantis ha acusado a la administración Biden de demorar una decisión, y su administración presentó una demanda por la demora de la FDA. El plan de importación de Florida ahorrará hasta $180 millones en el primer año del programa, según dijo el estado. El programa de importación no beneficiará directamente a los consumidores.
En cambio, tiene como objetivo ayudar a las agencias estatales, incluidas las prisiones, departamentos de salud y programas de Medicaid, a obtener medicamentos a un costo más bajo para el VIH, el sida, la diabetes y otras afecciones.
El plan de importación de Florida aún enfrenta muchos obstáculos. Además de la renuencia de Canadá a participar en programas de importación a Estados Unidos, algunas farmacéuticas tienen acuerdos con mayoristas canadienses que les impiden exportar medicamentos, y la decisión de la FDA probablemente enfrentará un desafío legal por parte de los fabricantes de medicamentos.
El principal grupo de presión de la industria farmacéutica, la Asociación de Investigación y Fabricantes de Productos Farmacéuticos, o PhRMA, demandó previamente para frenar la decisión de importación de Azar. Se espera que también presente una demanda para bloquear el programa de Florida. Un vocero de PhRMA se negó a hacer comentarios sobre el papel de Azar.