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El crecimiento del empleo en salud se ve empañado por medidas contra inmigrantes y recortes a Medicaid

El crecimiento del empleo en salud se ve empañado por medidas contra inmigrantes y recortes a Medicaid

El sector de la salud ha sido un punto positivo en la economía este año, representando casi la mitad del crecimiento del empleo en el país. Sin embargo, economistas y expertos advierten que las políticas contra inmigrantes y los recortes a Medicaid podrían poner en riesgo ese crecimiento en el futuro.

De enero a agosto, los empleadores sumaron 487.000 empleos, según los últimos datos de nómina no agrícola de la Oficina de Estadísticas Laborales. El sector de salud representó el 48% de ese modesto crecimiento, con un aumento de aproximadamente 232.000 empleos, a pesar de que este sector representa solo un 11% de la fuerza laboral.

“En términos laborales, el crecimiento en salud está impulsando la economía”, dijo Neale Mahoney, profesor de economía en la Universidad de Stanford.

Según economistas, las medidas del presidente Donald Trump contra la inmigración y los recortes a los programas de seguro público amenazan con frenar ese crecimiento. Esto podría generar incertidumbre económica y representar un obstáculo para los republicanos en las elecciones legislativas del próximo año. El sector de salud depende de manera inusual de trabajadores nacidos en el extranjero, mientras que una nueva ley que reduce el gasto federal en el programa Medicaid —que maneja unos $900.000 millones al año— podría provocar la pérdida de 1,2 millones de empleos a nivel nacional, según estimaciones preliminares de la organización Commonwealth Fund.

En los últimos años, el crecimiento del empleo en salud ha sido más notable en el sector de atención domiciliaria, con un aumento de casi 300.000 empleos, alcanzando 1,82 millones de trabajadores entre agosto de 2019 y agosto de 2025. Esto se debe a que millones de personas mayores contratan a trabajadores para que los visiten y cuiden en sus hogares, explicó Mahoney. También ha habido un fuerte crecimiento de empleo en hospitales y consultorios médicos. En contraste, las residencias de personas mayores y centros de cuidado residencial registraron cifras más débiles entre 2019 y 2025, en parte debido al aumento de personas que prefieren recibir atención en casa.

Algunas investigaciones indican que el crecimiento del empleo en salud no siempre beneficia a la economía. Por ejemplo, el aumento de personal administrativo en el sector podría elevar los costos sin aportar beneficios concretos a los pacientes. Aún así, los empleos en salud se consideran estables y, con frecuencia, resistentes a las recesiones. Hoy, la industria de la salud es la principal fuente de empleo en la mayoría de los estados. Incluso con el crecimiento del empleo en el sector, muchas zonas enfrentan escasez de trabajadores para satisfacer la creciente demanda.

Pero varios economistas advirtieron que los recientes cambios en la política federal sobre inmigración y Medicaid podrían desacelerar ese crecimiento.

Si continúan las medidas contra inmigrantes impulsadas por la administración Trump, las organizaciones de salud podrían tener dificultades para encontrar personal suficiente. “El sector salud depende bastante de la mano de obra inmigrante”, dijo Allison Shrivastava, economista del Indeed Hiring Lab. “Tiene una proporción importante de trabajadores no nacidos en el país, por lo que va a verse más afectado”.

Aproximadamente el 18% de los estadounidenses empleados en el sector salud nacieron en otro país, según datos de la Oficina del Censo de 2023. Alrededor del 5% de los trabajadores no son ciudadanos, incluyendo unos 60.000 doctores y cirujanos, 117.000 enfermeros registrados y 155.000 auxiliares de salud domiciliaria o cuidadores personales, según muestran los datos del censo.

Más trabajadores de salud nacidos en el extranjero

Muchos de estos trabajadores están en el país legalmente. La Oficina del Censo no especifica cuántos no ciudadanos tienen autorización para permanecer en Estados Unidos. Sin embargo, incluso quienes tienen estatus legal, como residentes permanentes, podrían ser vulnerables a la deportación. El gobierno federal deportó a unas 200.000 personas entre febrero y agosto, un aumento considerable respecto a meses anteriores, según datos obtenidos por The Guardian.

Al mismo tiempo, algunos profesionales de salud podrían decidir no estudiar en Estados Unidos ni mudarse al país si perciben hostilidad hacia los inmigrantes. El número de visas de inmigrantes emitidas por Estados Unidos entre marzo y mayo cayó en unas 23.000, o 14%, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos del Departamento de Estado. Además, los reportes de cruces no autorizados por la frontera han disminuido drásticamente.

Shrivastava señaló que los datos de ofertas laborales de Indeed muestran una demanda continua de doctores por parte de empleadores dispuestos a apoyar con el proceso de patrocinio de visas. Pero no está claro cuántas personas aceptarán esas ofertas.

Mientras tanto, el Congreso aprobó este verano lo que los republicanos llamaron “Una Gran y Hermosa Ley” (One Big Beautiful Bill Act), que fue firmada rápidamente por Trump. Esta legislación reduce en aproximadamente $910.000 millones el gasto federal en Medicaid durante los próximos 10 años, según un análisis de KFF basado en datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso.

Se proyecta que los recortes a Medicaid dejarán a millones sin seguro médico en los próximos años. Los hospitales, residencias de mayores y centros comunitarios de salud tendrán que absorber una mayor parte del costo de atender a personas sin seguro, lo que podría obligarlos a reducir servicios y personal, o incluso cerrar.

Los recortes podrían tener un impacto considerable en el mercado laboral. Solo California podría perder hasta 217.000 empleos, de los cuales dos tercios estarían en el sector salud, según un análisis del Centro Laboral de la Universidad de California en Berkeley, elaborado antes de la aprobación final de la ley.

“Eso no significa necesariamente que 200.000 personas van a perder su empleo”, dijo Miranda Dietz, directora interina del Programa de Salud del Centro Laboral. “Algunas personas sí perderán su trabajo, y en otros casos el crecimiento de empleo será más lento de lo anticipado”.

A esto se suma que Trump despidió recientemente al funcionario que dirigía el área estadística del Departamento de Trabajo, lo cual ha generado preocupaciones sobre la posible politización de los datos laborales.

Aún no está claro cuándo —o si— las medidas sobre inmigración y los recortes a Medicaid afectarán la contratación en salud, pero ya hay señales de un posible enfriamiento. Datos federales mostraron una baja significativa en las ofertas laborales del sector salud y asistencia social en julio. También, los datos de Indeed reflejan una caída en algunas áreas de salud, aunque Laura Ullrich, directora de investigación económica para América del Norte en Indeed Hiring Lab, señaló que, en general, las publicaciones de empleo siguen por encima de los niveles previos a la pandemia.

Gráfica: Monthly Health Care Job Openings Remain Elevated

Por ahora, se espera que el crecimiento del empleo siga siendo alto, especialmente entre profesionales de enfermería, asistentes médicos y auxiliares de salud domiciliaria, según proyecciones de la Oficina de Estadísticas Laborales.

Muchos empleos en salud requieren años de educación superior, pero ofrecen buena remuneración. Por ejemplo, los médicos de familia suelen ganar más de $240.000 al año y los enfermeros registrados alrededor de $94.000.

Joshua Lejano, presidente de la sección de Sacramento State de la Asociación de Estudiantes de Enfermería de California, dijo estar “moderadamente optimista” respecto a conseguir empleo como enfermero cuando se gradúe en diciembre. En estos momentos realiza rotaciones clínicas que le dan experiencia práctica para enfrentar largas jornadas laborales.

Lejano mencionó que los hospitales de su zona están ampliando su capacidad, mientras que algunas enfermeras con más experiencia dejan la profesión por el agotamiento tras la pandemia de covid, lo que genera nuevas vacantes. “Creo que lo más importante ahora es estar al tanto de todos los ciclos de solicitud de empleo”, señaló.

Los empleos en salud que requieren menos formación suelen pagar bastante menos. El ingreso medio anual para las aproximadamente 4,4 millones de personas que trabajan como auxiliares de salud domiciliaria y cuidadores personales fue de unos $35.000 el año pasado, un salario similar al de meseros, según datos federales.

El crecimiento del empleo en salud ha beneficiado especialmente a las mujeres, indicó Ullrich. Cerca del 80% de las personas que trabajan en el sector de salud y asistencia social son mujeres, según un estudio reciente de Indeed. La investigación encontró que las trabajadoras representaron más de un millón de nuevos empleos en salud en los últimos dos años.

El sector es resistente, dijo Shrivastava, porque en general los estadounidenses no ven el cuidado de la salud como un lujo: lo pagan en tiempos buenos y malos. Se espera que el costo del seguro médico registre este año su mayor aumento en al menos cinco años. Además, el gasto en salud suele concentrarse en personas mayores, un grupo que está creciendo de forma acelerada a medida que envejecen los integrantes de la generación del “baby boom”. El número de personas de 65 años o más en Estados Unidos pasó de 34 millones en 1995 a 61 millones en 2024.

“Muchos de estos empleos en salud existen para atender a una población de adultos mayores que crece rápidamente”, explicó Ullrich. “Así que no sorprende que veamos crecimiento ahí. Pero lo que sí sorprende es lo desproporcionado que es”.

Phillip Reese es un especialista en informes de datos y profesor asociado de periodismo en la Universidad Estatal de California en Sacramento.

Esta historia fue producida por KFF Health News, que publica California Healthline, un servicio editorialmente independiente de la California Health Care Foundation.