Los estudiantes están en el aula, y esperan ansiosos que el profesor les dé la espalda.
Esa es la señal para agarrar silenciosamente un dispositivo pequeño y elegante que pueden ocultar fácilmente en la palma de la mano. Parece un flash drive, pero en vez de archivar documentos, almacena nicotina.
Le dan una pitada, como lo harían con un cigarrillo. Luego, “soplan el humo dentro de sus mochilas… o dentro del suéter, cuando la maestra no está mirando”, dijo Elijah Luna, de 16 años, estudiante de segundo año en Vista del Lago High School, en Folsom, California, unas 30 millas al este de Sacramento.
La nube de vapor es tan pequeña y se disipa tan rápido que los maestros generalmente no la perciben, dijo Luna, quien agregó que ella nunca probó.
El dispositivo es un Juul, un popular cigarrillo electrónico que es sensación entre los adolescentes, especialmente en los barrios más ricos, y una pesadilla para los administradores escolares y los defensores de la salud pública.
“Creo que este será el problema de salud de la década”, dijo Milagros Vascones-Gatski, consejera de abuso de sustancias en Yorktown High School en Arlington, Virginia. Contó que en casi 17 años trabajando con adolescentes, nunca ha visto un producto de tabaco que se haya vuelto tan popular, tan rápido: sorprenden de tres a cuatro estudiantes fumando cigarrillos electrónicos cada semana, generalmente Juuls, y algunos han sido suspendidos.
Vascones-Gatski, junto con otros educadores y expertos en atención médica, consideran al Juuling algo más que una rebelión juvenil. Debido a su alto contenido de nicotina, temen que los dispositivos sean extremadamente adictivos para esta población vulnerable.
Para combatir la propagación de estos dispositivos, algunas escuelas también han prohibido los flash drive, para evitar cualquier confusión. Yorktown High incluso eliminó las puertas de entrada principales de los baños de los estudiantes al comienzo del año escolar para disuadirlos de fumar. A pesar de estos esfuerzos, los adolescentes en todo Estados Unidos continúan fumando en las clases, en los pasillos, en los baños y en los eventos deportivos escolares.
Como se lo conoce como Juuling, no como fumar, algunos estudiantes pueden pensar que lo que están haciendo es inofensivo, dijo Pamela Ling, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de California-San Francisco. “Puede que ni siquiera sepan que contiene nicotina”.
Pero tiene, y una cantidad significativa. Una “cápsula” de Juul, el cartucho de nicotina que se inserta en el dispositivo para fumar, produce aproximadamente 200 inhalaciones, casi la misma cantidad de nicotina que un paquete de cigarrillos, según el sitio web del producto.
Suponiendo que un adolescente fuma una cápsula por semana, “en cinco semanas, es como 100 cigarrillos”, dijo Ling. “En ese momento, se te considera un fumador oficial”.
Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como vapes, son dispositivos que funcionan con baterías que calientan la nicotina líquida para generar un aerosol que los usuarios inhalan. Fumar cigarrillos electrónicos es más discreto y más fácil de conseguir que los cigarrillos tradicionales.
En 2016, California aumentó la edad mínima para comprar productos de tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, de 18 a 21 años. Los expertos predijeron que el cambio haría más difícil que los adolescentes obtengan productos de tabaco de sus amigos un poco mayores, y parece estar funcionando, según un informe reciente.
Pero ahora defensores están preocupados que Juul pueda revertir ese progreso.
Aunque su fabricante, Juul Labs, dijo que el dispositivo está destinado exclusivamente para adultos, es atractivo para los jóvenes porque se puede cargar fácilmente en una computadora portátil, viene en diseños coloridos y las cápsulas están disponibles en sabores como mango, menta y crème brûlée.
El olor que produce Juuls es sutil y podría confundirse fácilmente con una loción o spray para el cuerpo.
“Es apestoso y frutal”, dijo el amigo de Luna, Cody Maratas, sobre el olor que siente dentro de los baños de la escuela cuando otros fuman.
En un foro de Reddit dedicado al Juuling en las escuelas, algunos usuarios que se identifican como estudiantes dicen que los baños de las escuelas ahora huelen mucho mejor.
Otros usuarios en línea dicen que cobran a los estudiantes $3 por usar su Juuls, y en un artículo del periódico estudiantil de Berkeley High School describió a estudiantes que buscan Juuls de otros porque “aman la sensación de rush“.
“Eso es un síntoma de la adicción a la nicotina”, dijo Ling.
Juul Labs dijo que quiere ayudar a las escuelas a sacar sus productos de sus campus. La portavoz Christine Castro dijo que la compañía ha creado un plan de estudios para educar a los jóvenes sobre Juul y la adicción a la nicotina, con aportes de académicos. Está disponible para cualquier escuela que esté interesada, dijo.
“Este producto es únicamente para fumadores adultos”, dijo Castro. “Condenamos absolutamente el uso de nuestros productos por parte de niños”.
Castro dijo que la compañía limita las compras en línea a personas de 21 años o más. Para navegar por el sitio, solo tiene que hacer clic en un cuadro que promete ser mayor de edad. Pero para comprar, debes crear un perfil. La información del cliente se verifica a través de múltiples bases de datos y, si eso falla, los clientes deben cargar una identificación con foto, explicó.
Sin embargo, Castro admitió que es más difícil controlar las ventas en sitios de terceros como eBay o Craigslist.
Instó a los consumidores a informar las ventas sospechosas a la dirección de correo electrónico youthprevention@juul.com de la compañía. Juul Labs puede hacer un seguimiento de las visitas secretas de los compradores a las tiendas sospechosas de vender el producto a clientes menores de edad, dijo.
Si los usuarios superan el proceso de verificación de edad en línea, pueden comprar un kit inicial que cuesta $50. Eso es costoso para la mayoría de los estudiantes de secundaria, por lo que Juuling podría ser más frecuente en las comunidades más afluentes. “Para usarlo, se necesita dinero”, dijo Vascones-Gatski, y señaló que la mayoría de los estudiantes de su escuela secundaria trabajan o reciben grandes asignaciones.
Vince Willmore, vicepresidente de comunicaciones de Campaign for Tobacco-Free Kids, aplaude los esfuerzos realizados por las escuelas, pero cree que la carga no debe recaer únicamente en los educadores y los padres. La Administración de Drogas y Alimentos (FDA) “regula los productos de tabaco … y creemos que es importante que tome medidas para proteger a los niños de Juul y otros cigarrillos electrónicos”, dijo.
El año pasado, la agencia retrasó las regulaciones que podrían haber sacado del mercado muchos productos de cigarrillos electrónicos, posiblemente incluyendo a Juul, mientras estudiaba si estos dispositivos realmente podrían ayudar a los fumadores a dejar de fumar los cigarrillos tradicionales. “Eso básicamente mantuvo a los productos que ya están en el mercado por otros cuatro años”, dijo Willmore.
Mientras tanto, las escuelas continúan la batalla.
Aaron Sicotte, director de Needham High School, en Massachusetts, dijo que los cigarrillos electrónicos comenzaron a aparecer en su campus el año pasado, y pronto Juul se convirtió en la marca más popular.
La escuela alertó al personal “para que cuando se caen de las mochilas de los estudiantes, los maestros no los devuelvan”, dijo.
Mientras que el entusiasmo que rodea a Juul podría disminuir, Sicotte no espera que este nuevo hábito desaparezca. “Creo que esto es algo que permanecerá en el tejido de la adolescencia”, dijo. “El acceso es demasiado fácil, y la publicidad para impulsarlo es demasiado significativa”.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, que publica California Healthline, un servicio de la California Health Care Foundation.
