La camioneta verde está estacionada en el límite del centro de Miami, en una esquina a la sombra de los caminantes. El vehículo sirve como una clínica de salud móvil y de intercambio de jeringas, donde las personas que se inyectan drogas como heroína y fentanilo pueden cambiar las usadas por otras nuevas.
Uno de los visitantes habituales de la clínica, un hombre con densas flechas negras tatuadas en sus brazos, espera en la acera para limpiar las agujas.
“Soy Arrow”, dijo, presentándose. “Un gusto”.
La unidad móvil en el condado de Miami-Dade es parte de IDEA Exchange, el único programa de intercambio de jeringas legal que opera en el estado. Pero el gobernador republicano Ron DeSantis firmó una nueva ley que apunta a cambiar esto.
Los intercambios de jeringas han sido legales en muchos otros estados durante décadas, pero los estados del sur, liderados por republicanos, como Florida, han comenzado recientemente a adoptar esta intervención de salud pública.
La legalización de los espacios para intercambiar jeringas en todo el estado se produce cuando Florida se enfrenta a un enorme problema con la heroína y el fentanilo. Cuando las personas comparten agujas sucias para inyectarse drogas, están en alto riesgo de propagar infecciones de transmisión sanguínea como el VIH y la hepatitis C. Durante años, Florida ha tenido las tasas más altas de VIH del país.
Aun así, dijo Arrow, él y cada usuario que conoció siempre ponían las drogas primero. Las agujas limpias fueron una reacción tardía.
“De vez en cuando, usaba la de otra persona y era un viaje emocionante, preguntándome si iba a contraer algo o no. Pero estoy bendecido. Tengo 57 años y no tengo nada “, dijo Arrow a un reportero en la clínica móvil, un año atrás.
Kaiser Health News acordó no usar su nombre completo debido a que es usuario de drogas ilegales.
“Ahora puedo usar una jeringa limpia cada vez”, dijo.
El experimento de Miami
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los intercambios de agujas previenen la propagación de virus entre los usuarios de drogas inyectables.
Pero defensores que quieren ofrecer intercambios de jeringas enfrentan desafíos. Por ejemplo, llevar un montón de jeringas para repartir sin recetas puede violar las leyes de utensilios utilizados para consumir drogas.
Muchos estados diseñaron marcos legales hace décadas para permitir el intercambio de agujas como una intervención de salud pública. Pero en Florida, era ilegal operar intercambios. Luego, en 2016, la Legislatura estatal otorgó un permiso temporal al condado de Miami-Dade para realizar un programa piloto durante cinco años.
“Esto es más que un simple intercambio de jeringas”, dijo el senador demócrata Oscar Braynon. “Esto se ha convertido en un centro itinerante de emergencia y salud”.
En tres años de operaciones, el programa piloto de Miami ha retirado de circulación más de un cuarto de millón de agujas usadas, según informes que el programa presentó al Departamento de Salud de Florida. Al repartir Narcan, un medicamento que revierte las sobredosis de opioides, el intercambio ha prevenido más de mil sobredosis. El programa también ofrece a los clientes pruebas para detectar el VIH y la hepatitis C. Finalmente, conecta a las personas con la atención médica y la rehabilitación.
Este año, Braynon presentó el Proyecto de Ley Senatorial 366 para permitir que el resto de los condados de Florida autoricen programas similares.
“Hemos logrado que ahora sea más fácil para las personas con VIH obtener atención médica, y tenemos muchas que nunca hubiéramos sabido que estaban infectadas, y que hubieran infectado a muchas otras que están tomando sus medicamentos”, dijo el doctor Hansel Tookes, quien encabeza el programa piloto de intercambio de jeringas de Miami.
Tookes estuvo en Tallahassee, la capital del estado, en mayo, cuando el proyecto de ley de expansión aprobó su votación final, una posibilidad muy remota en la legislatura dominada por conservadores que, sin embargo, fue aprobada por un margen abrumador. Dijo que pasó el vuelo de regreso a Miami mirando por la ventana.
“Miré Florida durante todo el viaje”, dijo, “y tuve una sensación abrumadora como, ‘Oh, Dios mío, logramos lo imposible y vamos a salvar a muchas personas en este estado'”.
¿Por qué la reducción de daños venció a la política?
Hace seis años, el senador estatal republicano Rob Bradley votó “no” después de considerar una propuesta para intercambiar jeringas.
“Estás tratando de asegurarte que la persona tenga una jeringa limpia, lo que está superando la idea de que la persona infringe la ley”, declaró en 2013.
Esta es la principal objeción de los conservadores: la preocupación que estos programas promuevan el abuso de drogas ilegales. Responder a este escepticismo con datos ha sido fundamental para cambiar la mentalidad de los legisladores.
Décadas de investigación muestran que los intercambios de agujas no fomentan el uso indebido de drogas, y que disminuyen otros riesgos de salud para las personas que son vulnerables. Es parte de un enfoque de salud pública conocido como “reducción de daños”.
En Miami, el proyecto piloto de intercambio de agujas también se ha ganado el apoyo de la policía.
Oficiales dicen que es un alivio saber que más usuarios de drogas inyectables mantienen sus jeringas en recipientes especiales para objetos cortantes, proporcionados por el intercambio, para desechar de forma segura las jeringas sucias.
“Ahora, para nuestros oficiales, cuando están haciendo una revisión… ese contenedor de objetos punzantes realmente te protege de una jeringa suelta”, dijo Eldys Díaz, oficial ejecutivo del jefe de policía de Miami. “Eso es una fuente extraordinaria de seguridad para nosotros”.
Este año, cuando Bradley volvió a escuchar la discusión sobre el proyecto de ley de intercambio de jeringas, tuvo una respuesta diferente.
“Solo quiero decir que cuando comencé mi carrera en el Senado, voté en contra del proyecto piloto, y me equivoqué”, dijo mientras votaba por el proyecto de ley esta vez. “Y los resultados hablan por sí mismos. Es una muy buena política pública”.
El proyecto de ley fue aprobado por unanimidad en el Senado de Florida y por una votación de 111-3 en la Cámara de Representantes. Entró en vigencia el lunes 1 de julio.
Arrow y su futuro
Si no fuera por los tatuajes que se expanden por sus brazos, hoy sería difícil reconocer a Arrow como el hombre que una vez durmió debajo de los puentes de la autopista. Tiene algo de carne en sus huesos. Se ve más saludable durante una visita a una clínica donde los clientes de intercambio de agujas reciben atención de seguimiento, pero ha sido un año difícil.
En mayo del año pasado, la novia de Arrow murió a causa de una infección cardíaca, una afección grave que puede afectar a las personas que se inyectan drogas. Después de eso, dijo Arrow, tuvo una sobredosis intencional. Sobrevivió gracias al Narcan del intercambio de agujas.
Pero siguió consumiendo.
Arrow dijo que no recuerda mucho de ese período, pero sí recuerda haber usado tanta heroína que se quedó sin jeringas nuevas entre las visitas al intercambio. Así que agarró las agujas usadas de otras personas.
Y luego dio positivo para VIH y hepatitis C.
Tookes y sus colegas lanzaron a Arrow otro salvavidas: le consiguieron un espacio en un hospital mientras estaba en rehabilitación.
Ahora Arrow luce una cadena de llaveros de Narcóticos Anónimos.
“Mi cadena de sobriedad”, explicó sobre los enlaces. “Tengo fichas de 30 días, 60 días y 90 días”, dijo.
El VIH de Arrow está bajo control. Y se conectó con los servicios de salud para las personas que viven con VIH, incluida la obtención de medicamentos que curan su hepatitis C.
Ahora, se enfoca en mantenerse lúcido, un día a la vez. Lleva unos seis meses sobrio.
Tookes, Braynon y otros partidarios esperan que los intercambios adicionales de jeringas en Florida brinden a más personas la oportunidad de recuperarse de la adicción y protegerse de enfermedades transmitidas por jeringas.
Esta historia es parte de una asociación que incluye WLRN, NPR y Kaiser Health News.