Diana Teller nunca pensó que era demasiado vieja para nada, ni para bucear, viajar por el mundo o tomar clases de italiano a edad avanzada, recordó su familia.
Por eso, cuando la vital mujer de San Diego, California, murió el año pasado a los 76, a causa de una súbita hemorragia cerebral, nadie se preguntó si era demasiado mayor para ser donante de órganos.
“Creo que nunca pensé en ella como alguien de su edad”, dijo la hija de Diana, Lori Teller, de 57 años. “Era algo que ella quería hacer”.
A pesar de esas convicciones, es raro que ocurran donaciones de adultos mayores como Teller, cuyas córneas, riñones, hígado y tejido fueron utilizados. De los 9,079 donantes de órganos fallecidos en los Estados Unidos en 2015, sólo 618 fueron de 65 años y más, según la Organ Procurement and Transplantation Network (OPTN).
Esto se debe en parte a las políticas y prácticas en el país, que generalmente imponen límites a la edad, y regulaciones federales estrictas que penalizan a los centros cuando tienen malos resultados, reduciendo potencialmente el suministro de órganos en un país donde casi 120.000 personas esperan trasplantes, dicen expertos.
Pero un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Torino, en el noroeste de Italia, sugiere que no se deberían excluir los órganos –en este caso los riñones- de los adultos mayores sólo por la edad.
Una revisión de cerca de 650 riñones trasplantados de donantes fallecidos entre 2003 y 2013 que tenían entre 50 y 80 años halló que la supervivencia del paciente y la función del órgano fue alta, incluso entre los donantes mayores.
“Según estos hallazgos, los órganos de donantes de edad muy avanzada representan un recurso que debería ser evaluado con precisión”, dijo el doctor Luigi Biancone, nefrólogo y autor principal del estudio publicado en Clinical Journal of the American Society of Nephrology.
El estudio se hace eco de investigaciones anteriores y refuerza una visión creciente en los EE.UU. de que los órganos más viejos deben ser considerados para algunos pacientes, dijo el doctor David Klassen, director médico de la United Network for Organ Sharing (UNOS), el grupo sin fines de lucro que supervisa el sistema de trasplantes en todo el país.
“La discusión en este país reconoce que hay potencial en el trasplante de órganos de los donantes más mayores”, agregó Klassen, quien también fue director médico de los programas de trasplante de riñón y páncreas en el Hospital de la Universidad de Maryland durante casi 30 años. “El mensaje para llevar a casa es que la edad por sí sola no debería ser un factor decisivo”.
En los EE.UU., más de 99,000 personas esperan trasplantes de riñón, incluyendo muchos en estados como California, donde puede tomar hasta una década obtener un órgano de un donante recientemente fallecido. Al mismo tiempo, más de 3,100 riñones fueron descartados el año pasado, en general debido a su cuestionable calidad, incluyendo 515 de donantes mayores de 65 años, según la OPTN.
El nuevo estudio encontró que las tasas de supervivencia de los pacientes a cinco años eran altas -88 a 90%- incluyendo 265 pacientes que recibieron riñones de donantes de 70 años y 27 que recibieron órganos de donantes mayores de 80. La supervivencia a cinco años de los riñones también fue robusta, pasando de casi el 66% en este grupo de edad a más del 75% en todas las edades.
La tasa de riñones descartados, el porcentaje rechazado por los cirujanos, osciló entre el 15 y el 20% en grupos de donantes menores de 80 años, según el estudio. Pero fue notablemente mayor en el grupo octogenario, con el 48% de los órganos rechazados, principalmente debido a problemas relacionados con la edad.
Sin embargo, eso significa que la mitad de esos órganos podrían ser utilizados, señaló Biancone, especialmente si los órganos de donantes más viejos fueran para receptores más viejos.
En los Estados Unidos, estas donaciones están aumentando lentamente. En 2015, se trasplantaron los hígados de dos donantes fallecidos mayores de 90, según datos oficiales. Otros 33 órganos se recuperaron de 27 donantes de 80 a 89 años.
Muchas organizaciones de adquisición de órganos (llamadas OPOs), buscan activamente a donantes ancianos, algo que sorprende a muchas familias a las que se les consultó sobre estas donaciones, dijo Lisa Stocks, directora ejecutiva de Lifesharing, la OPO de San Diego que ayudó a organizar la donación de Teller.
“Si tienen más de 65 años, piensan que, si están jubilados, sus órganos también están jubilados”, dijo.
El punto límite para buscar donaciones es 80 años, una edad mayor de la de 65 años hace una década, dijo Stocks. Hay una política similar en LifeCenter Northwest, que supervisa donaciones en Alaska, Montana, el norte de Idaho y el estado de Washington, dijo Kevin O’Connor, su director ejecutivo.
“Aquí no consideraríamos a un paciente mayor de 80 años como un donante de órganos”, dijo. “Sí seguimos los casos de personas cercanas a los 70”.
Los órganos más viejos pueden ser difíciles de colocar, especialmente en los centros de trasplantes que participan del Medicare. Estos centros están preocupados por las estrictas normas federales que exigen ciertas tasas de superviviencia del paciente y funcionalidad del órgano a un año del procedimiento.
“Ha habido mucha preocupación sobre los resultados de las donaciones de los adultos mayores si los resultados del programa de trasplante son malos”, dijo Klassen, director médico de UNOS. Las puntuaciones bajas hacen que algunos centros se muestren recelosos, agregó.
Un estudio de 2008 publicado en la revista Transplantation analizó datos de OPTN de más de 600 donantes de riñón fallecidos mayores de 70 años. Se encontró que los trasplantes se asociaron con un mayor riesgo de pérdida del riñón y con la muerte del paciente.
No hay duda de que la calidad promedio de los órganos típicamente disminuye con la edad, dijo el Dr. Robert Steiner, codirector de nefrología de trasplantes de la UC San Diego Health y director médico de Lifesharing.
Pero hay muchas excepciones, agregó.
“Cuando se mide la función renal en personas de 70 años, algunas tienen una función tan buena como un joven de 20 años”, dijo. Sólo tienes que encontrar a esa gente.
Un cambio en 2014 en la forma en que se asignan los riñones en los Estados Unidos es una forma de medirlo. Cada órgano se califica ahora en una escala de 100 puntos, el Índice de Perfil de Donantes de Riñón (Kidney Donor Profile Index, o KDPI), que estima cuánto tiempo es probable que el riñón funcione en comparación con otros.
“Como regla general, usted no pondría un riñón de alguien de 80 años en una persona de 22”, dijo Klassen. Pero puede ser apropiado trasplantar ese riñón en una de las más de 22.000 personas mayores de 65 años que están en lista de espera.
Biancone, el autor del último estudio, reconoce que su trabajo es una mirada retrospectiva de un solo centro. Sin embargo, dijo que la investigación sugiere que los donantes muy ancianos son una “fuente válida de órganos”.
En el caso de Diana Teller, sus órganos y tejidos beneficiaron a más de 50 personas, entre ellas un hombre de 65 años de California que recibió un riñón.
Este receptor no quiso ser identificado públicamente, pero Sharon Ross, portavoz de Lifesharing, dijo que está bien.
“Recibir este regalo lo salvó de ir a diálisis”, dijo.
Lori Teller espera conocer pronto al receptor para contarle acerca de su mamá, que fue una de varios donantes de órganos homenajeados en el último Desfile de las Rosas.
“El hecho de que ella quería esto y que pudo ocurrir fue realmente útil”, dijo Teller. “Nos ayudó a entender que la vida continúa, en cierto modo, a través de ella”.
La cobertura de KHN del final de la vida y enfermedades graves es apoyada por The Gordon and Betty Moore Foundation.