Un candidato a trasplante de riñón de Colorado que fue puesto en estado inactivo por no vacunarse contra covid-19 se ha convertido en el ejemplo más público de un debate que afecta a los más de 250 centros de trasplante de órganos alrededor del país. (El estado inactivo es cuando la persona ya fue aceptada y evaluada para un transplante pero no puede recibirlo por alguna razón)
En todo el país, un número creciente de programas de trasplantes ha optado por excluir a los pacientes que se niegan a recibir las ampliamente disponibles vacunas contra covid, o darles una prioridad menor en las abarrotadas listas de espera de órganos. Sin embargo, otros dicen que por ahora no implementarán estas restricciones.
En el centro del debate: si los pacientes de trasplantes que rechazan las vacunas no solo se ponen ellos mismos en mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave y la muerte por una infección por covid, sino también desperdician órganos escasos que podrían beneficiar a otros.
El argumento semeja a las demandas de que los fumadores dejen de fumar seis meses antes de recibir un trasplante de pulmón o que los adictos se abstengan de consumir alcohol y drogas antes de recibir nuevos hígados.
“Es un debate en curso”, dijo el doctor Deepali Kumar, experto en enfermedades infecciosas y trasplantes de la Universidad de Toronto y presidente electo de la Sociedad Estadounidense de Trasplantes. “Es realmente una decisión individual del programa. En muchos programas, está cambiando”.
Leilani Lutali, de 56 años, una paciente con enfermedad renal en etapa avanzada de Colorado Springs, Colorado, se enteró en una carta del 28 de septiembre de UCHealth en Denver que si no comenzaba con la serie de vacunas contra covid en 30 días, perdería su lugar en la lista de espera de trasplantes. Tanto ella como su donante vivo, Jaimee Fougner, de 45 años, de Peyton, Colorado, se negaron a vacunarse, citando objeciones religiosas e incertidumbre sobre la seguridad y eficacia de las vacunas.
“Tengo demasiadas preguntas sin respuesta en este momento. Siento que me están obligando a no poder esperar y ver, y a vacunarme si quiero este trasplante que salvará mi vida”, dijo Lutali.
Agregó que ofreció a hacerse la prueba de covid antes de la cirugía o firmar una exención que absolviera al hospital del riesgo legal por su negativa a la vacuna. “¿En qué momento ya no eres partícipe de las decisiones sobre tu propia atención?”, se preguntó Lutali.
Lutali ahora espera buscar un trasplante en Texas, donde varios hospitales, incluidos Houston Methodist y Baylor University Medical Center, en Dallas, dijeron que no requieren vacunas contra covid para aprobar a candidatos activos en la lista de espera nacional.
La diferencia entre las normas en Denver y Dallas, y en otros lugares, remarca una tensa división nacional. A fines de abril, menos del 7% de los programas de trasplantes en todo el país informaron que iban a cambiar el estatus de pacientes que no estaban vacunados contra covid, según una investigación de la doctora Krista Lentine, nefróloga de la Escuela de Medicina de la Universidad de Saint Louis.
Pero eso fue solo una instantánea a fines de la primavera y, como todas las prácticas relacionadas con covid, está “cambiando rápidamente”, agregó Lentine.
UCHealth en Denver comenzó a requerir vacunas contra covid para pacientes de transplantes a fines de agosto, citando la recomendación de ese mismo mes de la Sociedad Estadounidense de Trasplantes de que “todos los receptores de trasplantes de órganos sólidos deberían estar vacunados contra el SARS-CoV-2”.
Los pacientes que se someten a un trasplante tienen su sistema inmunológico artificialmente suprimido durante la recuperación, para evitar que sus cuerpos rechacen el nuevo órgano. Eso deja a los pacientes no vacunados en “riesgo extremo” de enfermedad grave por covid si se infectan, con tasas de mortalidad estimadas en 20% a 30%, según el estudio, dijo Dan Weaver, vocero de UCHealth.
Por la misma razón, los pacientes trasplantados que reciben vacunas contra covid después de la cirugía pueden no desarrollar una respuesta inmune fuerte, muestra una investigación.
UW Medicine en Seattle comenzó a exigir vacunas contra covid este verano, dijo el doctor Ajit Limaye, director del programa de enfermedades infecciosas de trasplante de órganos sólidos. Los pacientes ya debían cumplir con otros criterios estrictos para ser considerados para un trasplante, incluido recibir vacunas contra varias enfermedades, como la hepatitis B y la influenza.
“Básicamente, la estamos requiriendo para cualquiera que no tenga una contraindicación médica”, dijo. “Hay una idea fuerte para convertirlo en un requisito, como todos los demás”.
Por el contrario, Northwestern Medicine en Chicago, donde los médicos realizaron el primer trasplante doble de pulmón en un paciente con covid en junio de 2020, está alentando la vacunación contra la enfermedad pandémica, pero no es un requisito.
“No rechazamos la atención del trasplante en base al estatus de vacunación”, dijo Jenny Nowatzke, gerenta de relaciones con los medios nacionales de Northwestern. “El paciente tampoco obtiene puntuaciones más bajas”.
La falta de una norma única para todos los programas envía un mensaje contradictorio al público, opinó el doctor Kapilkumar Patel, director del programa de trasplante de pulmón en el Hospital General de Tampa, en Florida, donde no se requieren las vacunas.
“Exigimos vacunas contra la hepatitis y la influenza, y nadie tiene problemas con eso”, dijo. “Y ahora tenemos esta vacuna que puede salvar vidas y tener un impacto en la fase de recuperación posterior al trasplante. Y tenemos este gran alboroto del público”.
Casi 107,000 candidatos esperan órganos en los Estados Unidos; decenas mueren cada día durante la espera. Los centros de trasplantes evalúan qué pacientes pueden ser incluidos en la lista nacional, teniendo en cuenta los criterios médicos, y otros factores como los medios económicos y el apoyo social para garantizar que los órganos de donantes no fallen.
“Realmente hacemos todo tipo de juicios de valor selectivos”, dijo el doctor David Weill, ex director del programa de trasplante de pulmón y corazón-pulmón del Centro Médico de la Universidad de Stanford que ahora trabaja como consultor. “Cuando el comité selecciona, escucho los juicios más subjetivos, basados en valores sobre la vida de las personas. Esto es solo una cosa más”.
Los centros pueden optar por colocar a los candidatos en estado inactivo por una variedad de razones, incluido el incumplimiento médico, según datos de United Network for Organ Sharing (UNOS), que supervisa los trasplantes. Al 30 de septiembre, esa categoría contaba con 738 de los más de 47,000 solicitantes que esperaban en estado inactivo, aunque no está claro cuántos están vinculados al estatus de vacunación.
Una pregunta particularmente espinosa involucra a personas no vacunadas que necesitan trasplantes específicamente porque las infecciones por covid destruyeron sus órganos. A fines de septiembre, más de 200 pulmones, así como al menos seis corazones y dos combinaciones de corazón y pulmón, habían sido trasplantados por razones relacionadas con covid, según datos de UNOS.
Muchos de esos órganos fueron trasplantados al comienzo de la pandemia, antes de que cualquier vacuna estuviera disponible. Ese ya no es el caso, dijo Weill. “Si recién te acabas de vacunarte, en realidad lo has hecho a punta de pistola”, dijo. “No es solo una elección personal; están mostrando su punto de vista”.
Estos pacientes suelen ser más jóvenes y más sanos que otros candidatos a trasplantes, más allá del daño relacionado con covid, y a menudo están lo suficientemente enfermos como para llegar a lo más alto de cualquier lista de trasplantes. “El paciente enfermo con covid podría estar adelante del paciente estable con fibrosis quística”, dijo Weill.
Patel, de Tampa, dijo que realizó un trasplante de pulmón a un paciente que fue trasladado a Florida después de ser excluido de la lista en otro centro porque no estaba vacunado contra covid. “Básicamente le ordené con un apretón de manos que recibiera su vacuna después del trasplante”, dijo Patel. “¿Pero su familia? No han estado de acuerdo”.
Patel piensa que, con el tiempo, todos los programas de trasplantes exigirán la vacunación contra covid, en gran parte porque los centros se evalúan en función de la supervivencia a largo plazo de sus pacientes.
“Creo que se extenderá en todo el país”, dijo. “Si comienzas a perder pacientes en un año por covid, será obligatorio más temprano que tarde.