Casi el 90% de los bebés que tuvieron que ser hospitalizados con covid-19 tenían madres que no se vacunaron mientras estaban embarazadas, según nuevos datos publicados por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Los hallazgos aparecen en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de la agencia.
Los bebés que fueron demasiado pequeños para vacunarse tuvieron la tasa de hospitalización por covid más alta de cualquier grupo de edad, excepto las personas mayores de 75 años.
El estudio, que analizó los datos médicos de bebés desde octubre de 2022 hasta abril de 2024 en 12 estados, subraya la importancia crítica de vacunar a las embarazadas. También refuerza lo que los médicos han informado anecdóticamente durante más de tres años: que la gente sigue siendo escéptica sobre las vacunas contra covid debido a la desinformación persistente.
De los 1,470 bebés lo suficientemente enfermos como para ser hospitalizados debido a covid, los resultados graves ocurrieron “con frecuencia”, según el informe. Excluyendo a los recién nacidos hospitalizados al nacer, alrededor de 1 de cada 5 bebés que tuvieron que ser internados con covid requirió cuidados intensivos, y casi 1 de cada 20 necesitó un ventilador.
“Estos no son necesariamente recién nacidos de alto riesgo o enfermos. Estos son solo recién nacidos regulares, a término y saludables que contraen covid y terminan en un ventilador en el hospital”, dijo Neil Silverman, profesor de obstetricia y ginecología clínica y director del Programa de Enfermedades Infecciosas en el Embarazo en la Escuela de Medicina David Geffen de UCLA.
Los bebés no pueden recibir la vacuna contra covid hasta que tienen al menos 6 meses. Eso deja una “gran ventana” cuando los bebés son más vulnerables, dijo Silverman. Vacunar a las mujeres embarazadas para que transmitan los anticuerpos a sus recién nacidos es una forma efectiva de proteger a los bebés durante ese tiempo. La vacunación durante el embarazo también protege a las personas embarazadas de enfermedades graves.
Pero la desinformación persistente sobre las vacunas que circula en internet ha generado escepticismo entre las pacientes embarazadas de Silverman.
“La respuesta más frustrante que recibo de la gente es que necesitan investigar más antes de considerar ponerse la vacuna contra covid”, dijo Silverman. “Tenemos decenas y decenas de estudios que muestran la seguridad de la vacuna de ARNm. No sé cuánta más investigación podemos proporcionar a los escépticos”.
Entre los más de 1,000 bebés hospitalizados con covid, la edad media fue de solo 2 meses, según el informe. Nueve de los bebés murieron.
Deborah Greenhouse, pediatra de Carolina del Sur, dijo que planea compartir el estudio con las familias que atiende. “Definitivamente hay una proporción de la población que mirará esto y dirá: ‘Oh, debería recibir esa vacuna. Podría proteger a mi bebé’”, dijo.
Greenhouse cree que los nuevos datos podrían ser una prueba sólida del riesgo de saltarse la vacuna cuando hable con las familias.
“Creo que podría ayudar a convencer a algunos padres cuando se les pueden mostrar los números de hospitalización, los números de cuidados intensivos y los números de ventilación mecánica”, dijo Greenhouse. “Esas cosas son importantes”.
A menudo, Greenhouse espera a que se le informe que una persona está embarazada antes de mencionar la vacuna actualizada contra covid. Ahora está repensando esa estrategia. “Como pediatras, tenemos mamás en nuestra consulta que están embarazadas y tenemos la oportunidad de intervenir, educarlas y hacerles entender lo importante que es esto”, dijo.
Los médicos pueden alentar la vacunación haciéndola lo más fácil y simple posible, dijo Silverman. Animó a sus colegas médicos a ofrecerlas en sus consultas, en lugar de enviar a los pacientes a farmacias u otros proveedores.
“Probablemente perdemos entre el 30 y el 40% de las oportunidades de vacunación una vez que alguien tiene que salir del consultorio para vacunarse”, dijo Silverman.
Pero ofrecer las vacunas contra covid en sus clínicas deja a algunos médicos con un cálculo difícil. Están luchando por predecir cuántos pacientes estarán interesados en la vacuna y pueden no ser capaces de devolver todas sus dosis sobrantes. Muchos proveedores no pueden permitirse perder dinero en dosis que no se usarán, pero aún necesitan pedir lo suficiente para vacunar a los pacientes vulnerables que quieren la vacuna.
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