Florida se ha convertido en el primer estado en permitir que los obstetras realicen cesáreas fuera de los hospitales, apoyando a un grupo médico de un consorcio privado que afirma que el cambio reducirá costos y brindará a las mujeres embarazadas un ambiente de parto más hogareño, que muchas desean.
Pero la industria hospitalaria y la principal asociación de obstetras del país dicen que, aunque algunos hospitales de Florida han cerrado sus salas de maternidad en los últimos años, realizar cesáreas en clínicas dirigidas por médicos aumentará los riesgos para las mujeres y los bebés si surgen complicaciones.
“Una paciente embarazada que se considera de bajo riesgo en un momento puede necesitar atención que le salve la vida al siguiente”, dijo Cole Greves, perinatólogo de Orlando que preside la sección de Florida del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, en un correo electrónico a KFF Health News.
Las nuevas clínicas de parto, “incluso con una mayor regulación, no pueden garantizar el nivel de seguridad que los pacientes tendrían en un hospital”, agregó.
Esta primavera, se promulgó una ley que permite los “centros de parto avanzados”, donde los médicos pueden asistir partos vaginales o por cesárea en mujeres consideradas de bajo riesgo de sufrir complicaciones. Las mujeres podrían quedarse a pasar la noche en las clínicas.
Women’s Care Enterprises, un grupo médico propiedad de una firma de capital privado con centros principalmente en Florida, pero también en California y Kentucky, presionó a la Legislatura estatal para realizar el cambio.
BC Partners, una firma de inversión con sede en Londres, compró Women’s Care en 2020.
“Tenemos pacientes que no quieren dar a luz en un hospital, y eso nos rompe el corazón”, dijo Stephen Snow, quien recientemente se jubiló como obstetra-ginecólogo en Women’s Care y testificó ante la Legislatura de Florida abogando por el cambio en 2018.
Brittany Miller, vicepresidenta de iniciativas estratégicas de Women’s Care, dijo que el grupo no comentaría sobre el tema.
Expertos en salud son cautelosos.
“Lo que esto parece es un pobre sustituto de una atención obstétrica de calidad, efectivamente presentada como algo que ofrece más opciones a las personas”, dijo Alice Abernathy, profesora asistente de obstetricia y ginecología en la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania. “Esto se siente como una mala solución a un problema crónico que empeorará los resultados en lugar de mejorarlos”, dijo Abernathy.
Casi un tercio de los nacimientos en Estados Unidos ocurren por cesárea, el parto quirúrgico de un bebé a través de una incisión en el abdomen y el útero de la madre. Generalmente, los médicos utilizan el procedimiento cuando creen que es más seguro que el parto vaginal para la madre, el bebé, o ambos.
Estas decisiones médicas pueden tomarse meses antes del parto, o en una emergencia.
La senadora estatal de Florida Gayle Harrell, la republicana que patrocinó el proyecto de ley de centros de parto, dijo que tener una cesárea fuera de un hospital puede parecer un cambio radical, pero también lo fue la apertura de centros de cirugía ambulatoria a finales de la década de 1980.
Harrell, quien gestionó el consultorio de obstetricia y ginecología de su esposo, dijo que los centros de parto tendrán que cumplir con los mismos altos estándares para personal, control de infecciones y otros aspectos como los centros de cirugía ambulatoria.
“Dado el grado de necesidad, y los desiertos de maternidad en todo el estado, esto es algo que nos ayudará y ayudará a las madres a recibir la mejor atención”, completó.
Desde 2019, 17 hospitales en el estado han cerrado sus unidades de maternidad, muchos citando bajos reembolsos por parte de los seguros y altos costos por casos de negligencia médica, según la Asociación de Hospitales de Florida. Mary Mayhew, directora ejecutiva de la asociación, dijo que es incorrecto comparar los centros de parto con los centros de cirugía ambulatoria debido a los muchos riesgos asociados con las cesáreas, como las hemorragias.
La ley de Florida requiere que los centros de parto avanzados tengan un acuerdo de transferencia con un hospital, pero no dicta dónde pueden abrir las instalaciones ni su proximidad a un hospital.
“Tenemos serias preocupaciones sobre el impacto que este modelo tiene en nuestros esfuerzos colectivos para mejorar la salud materno infantil”, dijo Mayhew. “Nuestros hospitales no ven que esto sea en el mejor interés de proporcionar calidad y seguridad en el trabajo de parto y el parto”.
A pesar de su oposición a los nuevos centros de parto, la Asociación de Hospitales de Florida no se opuso a la aprobación del proyecto de ley en general porque también incluyó un aumento importante en la cantidad que Medicaid paga a los hospitales por la atención de maternidad.
Mayhew dijo que es poco probable que los centros de parto ayuden a abordar la escasez de atención.
Los hospitales ya están luchando con una escasez de gineco-obstetras, dijo, y es poco realista esperar que los centros de parto avanzados se abran en áreas rurales con una gran proporción de personas en Medicaid, que paga el reembolso más bajo por la atención de parto.
No está claro si las aseguradoras cubrirán los centros de parto avanzados, aunque la mayoría de las aseguradoras y Medicaid cubren la atención en centros de parto dirigidos por parteras.
Los centros de parto avanzados no aceptarán emergencias, y tratarán solo a pacientes cuyo seguro tenga contratos con las instalaciones, haciéndolos parte de la red.
Snow, el gineco-obstetra retirado de Women’s Care, dijo que el grupo planea abrir un centro de parto avanzado en el área de Tampa u Orlando. Dijo que este concepto es una mejora en la atención de parteras que permite partos fuera de los hospitales ya que los centros permiten que las mujeres se queden a pasar la noche y, si es necesario, ofrecen anestesia y cesáreas.
Snow reconoció que, con una firma de capital privado invirtiendo en Women’s Care, la idea del centro de parto también se trata de ganar dinero. Pero dijo que los hospitales tienen el mismo incentivo de lucro y, al igual que las parteras, probablemente se oponen a la idea de centros que pueden realizar cesáreas porque podrían afectar los ingresos del hospital.
“Estamos tratando de reducir el costo de la medicina, y esto sería más rentable y más agradable para los pacientes”, opinó.
Kate Bauer, directora ejecutiva de la Asociación Americana de Centros de Parto, dijo que los pacientes podrían confundir los centros de parto avanzados con los centros de parto independientes existentes para partos de bajo riesgo que han sido dirigidos por parteras durante décadas.
Actualmente hay 31 centros de parto con licencia en Florida y 411 centros de parto independientes en Estados Unidos, dijo. “Esto es un cambio radical con respecto al estándar de atención”, dijo Bauer. “Es una mala idea”, agregó, porque podría aumentar los riesgos para la madre y el bebé.
Ningún otro estado permite cesáreas fuera de los hospitales. La única instalación que ofrece una atención similar es una clínica de partos en Wichita, Kansas, que está conectada por un corto pasillo a un hospital, el Wesley Medical Center. La clínica ofrece suites de maternidad “tipo hotel” donde el personal atiende alrededor de 100 nacimientos al mes, en comparación con 500 al mes en el hospital.
Morgan Tracy, una navegadora de enfermería de maternidad en el centro, dijo que el concepto funciona en gran medida porque el hospital y las suites de maternidad pueden compartir personal y acceso a la farmacia, además que los pacientes pueden ser trasladados rápidamente al hospital principal si surgen complicaciones.
“La belleza es que hay miembros del equipo a ambos lados de la calle”, dijo Tracy.