Las últimas cifras de inscripción al Medicaid muestran que creció de 71,3 millones de miembros en febrero de 2020, cuando la pandemia comenzaba en los Estados Unidos, a 80,5 millones en enero, según un análisis de KFF de datos federales.
La recesión causada por la pandemia y un requisito federal de que los estados mantuvieran inscritos a los beneficiarios de Medicaid hasta que terminara la emergencia nacional aumentó el grupo de personas en el programa en más de 9 millones durante el año pasado, indica el nuevo informe.
En 2013, justo antes de que muchos estados expandieran Medicaid bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA), el número de beneficiarios era de 56 millones.
Medicaid, que alguna vez se consideró el “patito feo” en comparación con el popular y políticamente poderoso programa Medicare, ahora cubre a casi 1 de cada 4 estadounidenses.
Juntos, Medicaid y Medicare ofrecen atención médica al 43% de los estadounidenses.
Desde 2014, más de tres docenas de estados han utilizado miles de millones en fondos de ACA para expandir la cobertura más allá de las poblaciones tradicionales de Medicaid, cubriendo a adultos con ingresos por debajo del 138% del nivel federal de pobreza (es decir un individuo que gana alrededor de $17,800 al año).
Los estados que han visto al menos un aumento del 80% en la inscripción en Medicaid desde 2013 son Kentucky (157%), Nevada (129%), Alaska (94%), Colorado (92%), Montana (88%), Oregon (85%) y Nuevo México (80%).
Aunque a menudo se ha criticado a Medicaid por tener muy pocos médicos que acepten sus bajas tasas de reembolso, funcionarios estatales dicen que han transitado el aumento con pocas quejas de los beneficiarios sobre el acceso a los servicios de salud.
Una razón clave es la dramática caída en el número de personas que buscaron atención médica durante la pandemia por temor a contagiarse el coronavirus. Además, los médicos pudieron incorporar a más pacientes de manera eficiente a través de citas de telemedicina, luego que las reglas federales expandieran el reembolso por esos servicios.
“No tenemos problemas de acceso”, dijo Karen Kimsey, directora de Medicaid de Virginia. Desde marzo de 2020, Virginia Medicaid ha sumado a 308,000 nuevos miembros, un aumento del 20%, dijeron funcionarios estatales. Con la excepción de la escasez de algunos proveedores de salud mental, dijeron que tienen suficientes proveedores para manejar el aumento de la demanda.
Por lo general, un aumento en la inscripción a Medicaid puede paralizar los presupuestos estatales, pero el paquete de ayuda por covid aprobado por el Congreso el año pasado aumentó la participación federal en el financiamiento para Medicaid en 6.2 puntos porcentuales.
Antes de la pandemia, Washington pagaba en promedio alrededor del 56% de los costos de Medicaid, y los estados más pobres obtenían una mayor parte de los fondos federales.
Sin embargo, el aumento de fondos requería que los estados no retiraran a nadie del programa durante la emergencia de salud pública a menos que murieran o se mudaran fuera del estado.
El aumento en las contribuciones federales no se aplica a los beneficiarios cubiertos por la expansión de Medicaid bajo ACA. El gobierno federal ya paga al menos el 90% de sus gastos.
Entre los grandes ganadores de las listas ampliadas de Medicaid se encuentran los planes de salud privados, que la mayoría de los estados utilizan para cubrir a sus afiliados.
Los planes de salud como los administrados por los titanes de la atención administrada UnitedHealthcare, Molina Healthcare y Centene Corp. reciben un pago de los estados cada mes, en base a la inscripción. Eso significa que estas aseguradoras pueden beneficiarse si controlan los costos, pero pierden dinero si los gastos para tratar a los afiliados son demasiado altos.
“Estamos viendo que los ingresos de los planes aumentan y el uso de los servicios de salud disminuye, lo que es una receta para aumentar las ganancias”, dijo Massey Whorley, experto en Medicaid de la firma consultora Avalere.
Debido a la forma en que se les paga, las aseguradoras de salud se beneficiaron económicamente durante la pandemia en comparación con otros sectores importantes de la industria de la salud, como hospitales, médicos y hogares de adultos mayores, que se vieron obligados a estirar los presupuestos para dotación de personal adicional y equipo de protección para los trabajadores mientras sus ingresos se reducían debido a la baja de la demanda.
La mayoría de los expertos en salud esperan que la administración Biden mantenga el estado de emergencia sanitaria de la nación al menos hasta fin de año.
Los funcionarios de la administración han dicho que avisarán a los estados con al menos 60 días de anticipación antes de finalizar la emergencia para que los estados puedan prepararse para determinar quién sigue siendo elegible para Medicaid, y ayudar a quienes dejan el programa en la transición a otra cobertura.
La decisión de la administración Biden de reabrir los mercados de seguros de ACA desde marzo hasta el 15 de agosto impulsó la inscripción a Medicaid. Aproximadamente 331,000 personas que aplicaron como parte de esa inscripción especial fueron elegibles para Medicaid o el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP).
Matt Salo, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Directores de Medicaid, dijo que algunos estados están considerando reducir las tarifas que pagan a las aseguradoras por persona.
A medida que más personas se vacunen por completo, dijo Salo, los estados esperan un aumento de beneficiarios que buscan atención médica que pospusieron durante la pandemia, lo que aumentará los costos. “Habrá mucha demanda contenido que podría explotar en un futuro cercano”, dijo.
Varios planes de salud les han dicho a los inversionistas de Wall Street que la pandemia ha sido buena para su salud financiera.
El director ejecutivo de Molina, Joseph Zubretsky, dijo en abril que la inscripción de la compañía en Medicaid a fines de marzo era de 3.9 millones de miembros, un aumento de 260,000 desde diciembre. Desde que comenzó la pandemia, estima la compañía, ha sumado a más de 700,000 miembros de Medicaid, sin una meseta a la vista.
“Por cada mes que se extienda la emergencia nacional por covid, produciría alrededor de $150 millones de ingresos para nuestro total anual”, dijo.
Zubretsky predijo, además, que muchos permanecerán en Medicaid por más tiempo.
“La economía de servicios de bajos salarios, las sandwicherías, los restaurantes, las tintorerías no están regresando muy rápido, y todavía creo que habrá una cantidad significativa de esa membresía que estará en Medicaid por un período prolongado de tiempo”, agregó.