En diciembre se lanzó al mercado zuranolona, un tratamiento muy esperado para la depresión postparto, con la promesa de que iba a ser un medicamento accesible y de acción rápida para una enfermedad debilitante.
Pero la mayoría de los seguros de salud privados aún no han determinado cómo, y si, la cubrirán, según un nuevo análisis de planes médicos.
La falta de orientación podría limitar el uso del medicamento, que es tanto novedoso —alivia los síntomas apuntando a la función hormonal y no a la serotonina cerebral como lo hacen los antidepresivos tradicionales— como costoso: $15,900 por un régimen de pastillas de 14 días.
Abogados, defensores y reguladores están observando de cerca cómo las aseguradoras diseñarán las normas para cubrirla.
Para su predecesora, una forma intravenosa del mismo medicamento llamada brexanolona que salió al mercado en 2019, muchas aseguradoras requirieron que las pacientes probaran otros medicamentos más baratos primero antes de aprobar su uso.
En los primeros ensayos clínicos revisados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) la droga mostró que ofrecía alivio en cuestión de días. Los antidepresivos tradicionales tardan de cuatro a seis semanas en hacer efecto.
“Tendremos que ver si las aseguradoras cubren este medicamento y qué requisitos de ‘intentar primero con otro’ establecen para la zuranolona”, dijo Meiram Bendat, psicoterapeuta y abogado que representa a pacientes.
La mayoría de los planes de salud aún no han emitido ninguna guía para la zuranolona, y defensores de la salud materna se preocupan de que los pocos que lo han hecho estén adoptando un enfoque restrictivo.
Algunas pólizas requieren que los pacientes prueben primero, y fracasen, con un antidepresivo estándar antes que la aseguradora pague por la zuranolona.
En otros casos, las directrices requieren que los psiquiatras lo receten, en lugar de los obstetras, lo que podría retrasar el tratamiento, ya que los gineco-obstetras suelen ser los primeros proveedores médicos en detectar signos de depresión posparto.
Los defensores están más preocupados por la falta de orientación sobre la cobertura.
“Si no tienes una norma publicada, se tomarán decisiones que tal vez no sean justas y sean menos eficientes. La transparencia es realmente importante”, dijo Joy Burkhard, directora ejecutiva del Centro de Política para la Salud Mental Materna, que encargó el estudio.
Con la brexanolona, que se vendía a $34,000 para un régimen de tratamiento de tres días, la aseguradora más grande de California, Kaiser Permanente, tenía criterios tan rigurosos para recetarla que expertos dijeron que la política equivalía a una denegación general para todos los pacientes, según una investigación de NPR de 2021.
Las directrices escritas de Kaiser Permanente requerían que los pacientes probaran y fallaran con cuatro medicamentos, y terapia electroconvulsiva, antes de ser elegibles para la brexanolona. Debido a que el medicamento estaba aprobado solo para los primeros seis meses postparto, y los ensayos de antidepresivos típicos toman de cuatro a seis semanas cada uno, el tiempo se agotaba antes que un paciente tuviera tiempo de probar la brexanolona.
Un análisis de NPR de una docena de otros planes de salud en ese momento mostró que la política de KP sobre la brexanolona era atípica. Algunos sí requerían que los pacientes fallaran con uno o dos medicamentos antes, pero KP fue el único que recomendó cuatro.
Miriam McDonald, quien desarrolló una grave depresión postparto e ideas suicidas después de dar a luz a finales de 2019, luchó contra Kaiser Permanente durante más de un año para encontrar un tratamiento efectivo.
Sus médicos la pusieron bajo una catarata de medicamentos que no funcionaron y que a menudo tenían efectos secundarios intolerables, dijo. Se negaron a recetarle brexanolona, el único medicamento aprobado por la FDA específicamente para la depresión postparto en ese momento.
“Ninguna mujer debería sufrir como yo después de tener un hijo”, dijo McDonald. “La política fue completamente injusta. Estaba en el purgatorio”.
Un mes después que NPR publicara su investigación, Kaiser Permanente revisó completamente sus criterios para recomendar que las mujeres probaran solo un medicamento antes de ser elegibles para la brexanolona.
Luego, en marzo de 2023, después que el Departamento de Trabajo federal lanzara una investigación contra la aseguradora —citando la investigación de NPR—, Kaiser revisó nuevamente sus directrices sobre brexanolona, eliminando todas las recomendaciones de intentar primero con otra droga, según documentos internos obtenidos recientemente por NPR. Los pacientes solo necesitan rechazar una prueba con otro medicamento.
“Desde que brexanolona fue aprobada por primera vez para su uso, más experiencia e investigación ha sumado información sobre su eficacia y seguridad”, dijo la aseguradora en un comunicado. “Kaiser Permanente se compromete a garantizar que brexanolona esté disponible cuando los médicos y los pacientes determinen que es un tratamiento apropiado”.
“Básicamente, Kaiser pasó de tener la política más restrictiva a la más sólida”, dijo Burkhard, del Centro de Política para la Salud Mental Materna. “Ahora es un estándar de oro para el resto de la industria”.
McDonald tiene la esperanza de que su disposición a hablar y las posteriores acciones regulatorias y cambios en las políticas para brexanolona lleven a Kaiser Permanente y a otros planes de salud a establecer normas favorables a los pacientes para la zuranolona.
“Esto evitará que otras mujeres tengan que pasar por un año de depresión para encontrar algo que funcione”, dijo.
Los médicos estaban emocionados cuando la FDA aprobó la zuranolona en agosto pasado, creyendo que en forma de pastilla, tomada una vez al día en casa durante dos semanas, sería más accesible para las mujeres en comparación con tres días de estadía en el hospital para la infusión intravenosa.
Muchos psiquiatras perinatales le dijeron a NPR que es imperativo tratar la depresión posparto lo antes posible para evitar efectos negativos, incluidos problemas cognitivos y sociales en el bebé, ansiedad o depresión en el padre o pareja, o la muerte de la madre por suicidio, que representa hasta el 20% de las muertes maternas.
Hasta ahora, solo una de las seis mayores aseguradoras privadas del país, Centene, ha establecido una política para la zuranolona. No está claro qué criterios establecerá Kaiser Permanente para la nueva pastilla. El programa de Medicaid de California, conocido como Medi-Cal, aún no ha establecido criterios de cobertura.
Las políticas de las aseguradoras para la zuranolona se escribirán en un momento en el que el entorno regulatorio en torno al tratamiento de la salud mental está cambiando.
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos está tomando medidas enérgicas contra las violaciones del Mental Health Parity and Addiction Equity Act de 2008, que requiere que las aseguradoras cubran los tratamientos psiquiátricos de la misma manera que los tratamientos físicos.
Ahora, las aseguradoras deben cumplir con requisitos de informes y auditorías más estrictos destinados a aumentar el acceso de los pacientes a la atención de salud mental, los defensores esperan que los planes de salud sean más cuidados al determinar las normas de uso.
En California, desde 2021, las aseguradoras también deben cumplir con una ley de paridad de salud mental estatal aún más amplia, que requiere que se utilicen criterios y directrices basadas en la clínica y reconocidas por expertos para tomar decisiones médicas.
La ley fue diseñada para limitar los rechazos arbitrarios o impulsados por el costo de los tratamientos de salud mental y ha sido celebrada como un modelo para el resto del país. Se espera que se publiquen regulaciones muy esperadas para la ley esta primavera, que podrían ofrecer más orientación para las aseguradoras en California que establecen políticas para la zuranolona.
Mientras tanto, Burkhard dijo que las pacientes que sufren de depresión postparto no deberían dejar de preguntar a sus médicos sobre la zuranolona. Las aseguradoras aún pueden otorgar acceso al medicamento basándose en cada caso antes de formalizar sus criterios de cobertura.
“Los proveedores no deberían sentirse desalentados de recetar zuranolona”, dijo Burkhard.