¿Cuál de estos demócratas puede ofrecer seguro de salud a más estadounidenses?
Como el debate del miércoles 31 de julio dejó bien claro, hay casi tantas versiones de “Medicare para todos” como candidatos demócratas, y cada uno piensa que su plan es el camino para asegurar a todos los estadounidenses.
Para la senadora Kamala Harris, de California, y para el ex vicepresidente Joe Biden, esta vez la atención médica se convirtió en la secuela de su primer intercambio ardiente. En el primer debate el mes pasado, Harris, mirando a Biden directo a los ojos, recordó de manera conmovedora, cómo la política de desegregación (la práctica de transportar estudiantes a escuelas dentro o fuera de sus distritos escolares locales como un medio para rectificar la segregación racial), que Biden una vez apoyó había cambiado el curso de su vida.
Esta vez, estaban en Detroit, en la segunda noche de la segunda ronda de debates de las primarias demócratas, acompañados por el senador Cory Booker de Nueva Jersey y otros siete aspirantes a la presidencia.
Aunque solo dos candidatos hicieron referencia a la atención médica en sus comentarios iniciales -el ex secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano, Julián Castro, quien también se desempeñó como alcalde de San Antonio, Texas, y la senadora Kirsten Gillibrand, de Nueva York- hubo otro elefante en la sala: “Medicare para Todos”.
Durante aproximadamente 24 minutos, casi una cuarta parte del debate, los 10 demócratas lucharon por el control del problema de la atención médica. Debatieron en torno a los argumentos de por qué su versión de un plan gubernamental brindaría a los estadounidenses cobertura médica universal. Citaron las grandes ganancias de las farmacéuticas y las aseguradoras como un síntoma crítico de los males del sistema.
Harris confiaba en esbozar su plan de “Medicare para Todos”, diciendo que había escuchado a los estadounidenses para crear un enfoque que respondiera a sus necesidades. Esto incluiría una opción pública y una transición de 10 años a un nuevo sistema basado en Medicare.
Pero Biden respondió rápidamente, diciendo que cuando alguien promete algo en 10 años, debe preguntarse por qué llevará tanto tiempo. Reiteró su apoyo a la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA), diciendo que está funcionando y que la mejor manera de avanzar es “construir sobre lo que está funcionando”.
Discutieron sobre cómo retener opciones para los consumidores, utilizando términos como seguro privado y cobertura basada en el empleador, opción pública y Medicare Advantage.
Bill de Blasio, alcalde de Nueva York, se quedó perplejo sobre la “mitología de que la gente está enamorada de su seguro privado”. Jay Inslee, gobernador de Washington, se jactó de que su estado se convirtió en el primero en ofrecer a sus ciudadanos una opción pública. Biden repitió ampliamente su versión de un reclamo muy similar a uno que una vez hizo que el presidente Barack Obama ganara el premio PolitiFact’s 2013 Lie of the Year (la mentira de Politifact del año 2013)
A veces, el ir y venir fue rápido y furioso, y parecía que incluso los candidatos se perdían en los números que disparaban desde el escenario. Afortunadamente, estuvimos tomando notas.
HARRIS: “Voy a volver al vicepresidente Biden porque su plan no cubre a todos en los Estados Unidos según su propia definición. Diez millones de personas, hasta 10 millones de personas, no tendrán acceso a la atención médica”.
Su reclamo necesita, al menos, un mayor escrutinio.
Cuando Biden dio a conocer su plan de atención médica hace un par de semanas, su campaña señaló, bajo el título resaltado “Dar a todos los estadounidenses acceso a un seguro de salud asequible”, que aseguraría “a más del 97 por ciento de los estadounidenses”.
El senador Bernie Sanders, de Vermont, quien también es candidato a la nominación presidencial demócrata, es el que propuso primero el plan de “Medicare para Todos”. El lunes, su campaña inicialmente aprovechó esa cifra, argumentando que dejaría a unas 10 millones de personas sin seguro.
Una vocera de la campaña de Harris señaló el hecho de que hay aproximadamente 329.3 millones de personas en los Estados Unidos, y el 3% de ese número sería de aproximadamente 9.88 millones.
Dejando a un lado las matemáticas imprecisas, otros factores podrían influir en la cantidad de personas sin seguro bajo el sistema de atención médica de Biden. Eso incluye el hecho de que algunos estadounidenses simplemente no quieren seguro: un problema que el mandato individual de ACA estaba destinado a solucionar. Pero los republicanos en el Congreso derogaron la penalidad por no tener seguro.
SENADOR MICHAEL BENNET: “Creo que deberíamos terminar el trabajo que comenzamos con la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, con una opción pública que les da a todos en esta audiencia la oportunidad de elegir para su familia si quieren un seguro privado o un seguro público, y que requiera que las compañías farmacéuticas negocien con Medicare, y que proporcione competencia. Eso es totalmente diferente de los planes que han propuesto los senadores Sanders, Warren y Harris, que convertiría en ilegal un seguro de salud basado en el empleador en este país”.
Tanto Bennet, de Colorado, como Biden, alegaron que el plan de Harris llevaría a la eliminación del seguro basado en el empleador. Ese podría ser el caso, particularmente para planes que no cumplieran con los requisitos expansivos para la cobertura de servicios “médicamente necesarios” que Harris describió.
Pero hay más para aprender sobre el plan de Harris, lanzado hace solo dos días, y al menos un par de problemas con el reclamo de Bennet.
Para comenzar, aunque Warren, Sanders y Harris usan el término “Medicare para Todos” para referirse a su plan de atención médica preferido, no comparten un solo plan.
El plan de Sanders (respaldado por Warren) eliminaría el seguro privado a favor de un plan gubernamental. Sin embargo, el plan de Harris mantiene una función para las aseguradoras privadas que deseen ofrecer cobertura de Medicare que cumpla con ciertos requisitos de beneficios y costos.
Durante la introducción gradual de su plan, Harris escribió en una publicación de Medium, y la campaña de Bennet lo citó como evidencia, que “proporcionaría un camino de transición, con sentido común, para empleadores, empleados, personas con seguro insuficiente y otros en programas designados por el gobierno federal, como Medicaid o los mercados de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio”.
¿Los planes de esos empleadores dejarían de existir? La campaña de Harris no respondió de inmediato a las preguntas sobre el futuro del seguro basado en el empleador según su propuesta.