Los adultos mayores que han sobrevivido a covid-19 son más propensos que los pacientes más jóvenes a tener síntomas persistentes como fatiga, falta de aire, dolores musculares, palpitaciones, dolores de cabeza, dolor en las articulaciones y dificultad con la memoria y la concentración, problemas relacionados con covid de larga duración.
Pero puede ser difícil distinguir las secuelas persistentes de covid de las afecciones comunes en los adultos mayores, como las enfermedades pulmonares, las cardiopatías y el deterioro cognitivo leve. No hay pruebas de diagnóstico ni tratamientos recomendados para covid prolongado, y los mecanismos biológicos que subyacen a sus efectos siguen siendo un misterio.
“Identificar covid persistente en adultos mayores que padecen otras enfermedades es complicado”, afirmó el doctor Nathan Erdmann, profesor de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alabama-Birmingham (UAB). No hacerlo significa que los sobrevivientes de covid de edad avanzada podrían no recibir la atención adecuada.
¿Qué deben hacer los adultos mayores si no se sienten bien semanas después de haber contraído el virus? Expertos sugieren:
Buscar atención médica. “Si una persona mayor o su cuidador notan que han pasado uno o dos meses después de covid y algo no está bien —pérdida excesiva de peso, debilidad extrema o problemas de memoria— vale la pena ir a una evaluación”, señaló la doctora Liron Sinvani, directora del servicio de hospitalización geriátrica en Northwell Health, un sistema de salud en Nueva York.
Pero hay que tener en cuenta que muchos médicos de atención primaria no saben cómo identificar y tratar covid persistente. Si tu médico no puede ayudarte, considera que te remita a un especialista que atienda a pacientes con covid a largo plazo. Además, ármate de paciencia: las esperas para las citas son largas.
Al menos 66 hospitales o sistemas de salud han creado clínicas interdisciplinarias, según Becker’s Hospital Review, una publicación del sector. Para las personas que no viven cerca de una de ellas, suelen haber consultas virtuales. Cuando te deriven a un especialista, pregunta si el médico tiene experiencia con pacientes de covid persistente o prolongado.
Además, más de 80 centros médicos de más de 30 estados están inscribiendo a pacientes en un estudio de cuatro años y $1,150 millones sobre covid persistente, financiado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) y conocido como RECOVER (Researching Covid to Enhance Recovery-Investigar Covid para Potenciar la Recuperación). Los adultos mayores que acepten participar recibirán atención médica continua.
Buscar atención integral. En la clínica de recuperación de covid de la Universidad del Sur de California, los médicos empiezan por asegurarse de que cualquier afección médica subyacente que tengan los pacientes mayores —por ejemplo, insuficiencia cardíaca o enfermedad pulmonar obstructiva crónica— esté bien controlada. Además, comprueban si hay nuevas afecciones que puedan haber surgido tras una infección por covid.
Si las afecciones preexistentes y las nuevas se controlan adecuadamente y las pruebas posteriores dan resultado negativo, “es probable que se trate de covid prolongado”, afirmó la doctora Caitlin McAuley, de la clínica de la Escuela de Medicina Keck.
En ese momento, la atención se centra en ayudar a los adultos mayores a recuperar la capacidad de realizar tareas cotidianas como ducharse, vestirse, moverse por la casa y hacer las compras. Normalmente, se prescriben varios meses de fisioterapia, terapia ocupacional o rehabilitación cognitiva.
La doctora Erica Spatz, profesora de cardiología de la Facultad de Medicina de Yale, busca indicios de daños en los órganos, como cambios en el músculo cardíaco, en pacientes de edad avanzada. Si se detecta, hay tratamientos bien establecidos que pueden probarse. “Cuanto mayor es una persona, más probable es que encontremos lesiones en los órganos”, añadió Spatz.
En el Shirley Ryan AbilityLab de Chicago, un hospital de rehabilitación, los expertos han descubierto que un número significativo de pacientes con problemas respiratorios tienen atrofia en el diafragma, un músculo esencial para la respiración, dijo el doctor Colin Franz. Una vez controlada la inflamación, los ejercicios de respiración ayudan a los pacientes a recuperar el músculo, añadió.
Para los adultos mayores preocupados por sus facultades cognitivas después de covid, McAuley recomienda un examen neuropsicológico. “Muchos pacientes mayores que han tenido covid sienten como si sufrieran de demencia. Pero cuando se hacen las pruebas, todo su funcionamiento cognitivo está intacto, y son cosas como la atención o la fluidez cognitiva las que están deterioradas”, explicó. “Es importante entender dónde están los déficits para poder establecer la terapia adecuadamente”.
Volver a ser activo de a poco. Los pacientes mayores tienden a perder fuerza y forma física después de una enfermedad grave, y su volumen sanguíneo y músculos cardíacos empezarán a reducirse en pocas semanas si permanecen en la cama o realizan poca actividad, indicó Spatz. Esto puede provocar mareos o una aceleración del corazón al ponerse de pie.
Siguiendo las recientes recomendaciones del American College of Cardiology, Spatz aconseja a los pacientes que han desarrollado estos síntomas después de covid que beban más líquidos, consuman más sal y lleven calcetines de compresión y fajas abdominales.
Tienen que ir de a poco. Moverse en la casa, luego se puede caminar, una distancia corta al principio y luego distancias más largas con el tiempo.
Manejar las expectativas. Los adultos mayores suelen tener más dificultades para recuperarse de una enfermedad grave, covid incluido. Pero incluso los mayores que tuvieron reacciones leves o moderadas al virus pueden encontrarse con dificultades semanas o meses después.
El mensaje más importante es “darse tiempo para recuperarse”, afirmó el doctor Greg Vanichkachorn, director del Programa Covid de Rehabilitación de la Actividad en la Clínica Mayo de Rochester (Minnesota). En general, los adultos mayores parecen tardar más en recuperarse de covid persistente que los adultos más jóvenes o de mediana edad, señaló.
Es esencial aprender a establecer prioridades y no hacer demasiadas cosas demasiado rápido. “En esta población de pacientes, hemos descubierto que hacer que los pacientes se esfuercen en realidad los hará empeorar”, agregó Vanichkachorn.
Considerar las vulnerabilidades. Los adultos mayores que han padecido covid y que son pobres, frágiles, discapacitados física o cognitivamente y viven aislados socialmente son motivo de gran preocupación. Este grupo tiene más probabilidades de sufrir los efectos graves de covid, y los que han sobrevivido pueden no acceder fácilmente a los servicios de atención sanitaria.
“Todos compartimos la preocupación por los mayores marginados, con un acceso limitado a la atención sanitaria y un peor estado de salud en general”, comentó Erdmann, de la UAB. “Si a esto se agrega una nueva y peligrosa patología que no se conoce bien, se obtiene la receta para que aumenten las disparidades en la atención”.
“Muchos de los pacientes mayores a los que tratamos no están acostumbrados a pedir ayuda, y piensan que, tal vez, es un poco vergonzoso necesitarla”, dijo James Jackson, director de resultados a largo plazo en el Centro de Enfermedades Críticas, Disfunción Cerebral y Supervivencia del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee.
Las implicaciones son importantes, no solo para los pacientes, sino también para los proveedores de atención médica, los amigos y la familia. “Hay que tratar a las personas mayores y vulnerables que han tenido covid y no dar por sentado que están bien solo porque te dicen que lo están”, puntualizó Jackson. “Tenemos que ser más proactivos a la hora de involucrarlos y averiguar, realmente, cómo están”.