La atención médica resultó importante, pero aparentemente no fue crucial, en las elecciones de medio término del martes 6, en las que los votantes les dieron a los demócratas el control de la Cámara de Representantes, dejaron a los republicanos a cargo del Senado y dijeron sí a la expansión de Medicaid en al menos tres estados controlados por largo tiempo por republicanos.
Al hacerse cargo de la Cámara de Representantes, es poco probable que los demócratas puedan impulsar muchas iniciativas sobre políticas de salud, ya que los republicanos siguen controlando el Senado y la Casa Blanca. Pero podrán frenar, vetando de manera efectiva, los esfuerzos republicanos por derogar la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), por convertir al sistema de atención médica de Medicaid para personas de bajos ingresos en un programa de subvención en bloque y por realizar cambios importantes en Medicare.
Un desarrollo probable es una expansión de Medicaid en varios de los 18 estados que hasta ahora no lo expandieron. Los votantes en Utah, Idaho y Nebraska dijeron sí a las medidas de la boleta electoral sobre la expansión.
En Montana, los votantes están decidiendo si la expansión existente debe continuar y si los gastos del estado deben cubrirse mediante el aumento de los impuestos al tabaco. En resultados preliminares, los que están en contra superaron en número a los que están a favor.
Medicaid también podría expandirse en Kansas, donde la candidata demócrata a la gobernación, Laura Kelly, derrotó al secretario de estado del Partido Republicano, Kris Kobach. La legislatura de Kansas había aprobado previamente la expansión de Medicaid, pero fue vetada en 2017 por el ex gobernador republicano Sam Brownback. Kobach no había apoyado la expansión propuesta por ACA.
Y en Maine, en donde los votantes aprobaron la expansión de Medicaid en 2017, pero el gobernador republicano Paul LePage se negó a implementarla, la demócrata Janet Mills resultó ganadora. Mills ha prometido seguir los deseos de los votantes. LePage no se presentó de nuevo.
El tema del aborto también estuvo en la boleta electoral en varios estados. En Alabama y West Virginia, los votantes aprobaron enmiendas constitucionales estatales que harían más fácil para los estados prohibir el aborto por completo si la Corte Suprema anulara Roe vs Wade. En la otra vereda, votantes de Oregon dijeron no a una medida que habría restringido la financiación pública del aborto y la cobertura de abortos por parte de las aseguradoras.
Los resultados mixtos permitieron que ambas voces del debate sobre el aborto reclamaran la victoria.
“Esta elección es una gran victoria… para todos los que en este país se preocupan por el acceso a la atención médica y el acceso a la salud reproductiva”, dijo Deirdre Schifeling, directora ejecutiva de Planned Parenthood Votes, a periodistas en una conferencia telefónica.
Marjorie Dannenfelser, presidenta del grupo anti aborto Susan B. Anthony List dijo: “Ayer fue una clara victoria para el movimiento pro-vida. Una vez más, el Senado tiene una mayoría pro-vida, una afirmación sonora de la agenda pro-vida del presidente Trump y del pueblo estadounidense, que lo ha visto cumplir una promesa clave al nombrar a dos magistrados destacados de la Corte Suprema”.
En las encuestas a boca de urnas, como en muchos sondeos anteriores en 2018, los votantes dijeron que la atención médica, en particular la protección de las personas con condiciones preexistentes, era su principal problema. Pero al final del día, este tema siguió siendo más importante para los demócratas que para los republicanos.
Los que este año instaron a los demócratas a enfatizar la atención médica se atribuyeron los éxitos para retomar el poder en el Congreso. “La carrera por la Cámara de Representantes fue un referéndum sobre la guerra republicana a la atención médica. Lo sabes, lo sé, y los republicanos que intentaron vergonzosamente cubrir su historial real sobre atención médica y perdieron sus asientos lo saben”, dijo Brad Woodhouse, del grupo de defensa Protect Our Care.
Pero el problema no fue suficiente para salvar a algunos de los demócratas del Senado en los estados en los que el presidente Donald Trump ganó en 2016. La senadora Claire McCaskill (demócrata de Montana) fue derrotada por el fiscal general del Partido Republicano, Josh Hawley, quien es uno de los demandantes en un caso judicial clave que busca declarar inconstitucional a la Ley de Cuidado de Salud Asequible. La senadora Heidi Heitkamp (demócrata de Dakota del Norte) y el senador Joe Donnelly (demócrata de Indiana), quienes también hicieron de la atención de salud un tema de campaña, fueron derrotados.
No obstante, el senador Joe Manchin (demócrata de West Virginia) venció al republicano Patrick Morrisey, el procurador general del estado que también es un demandante en la causa que busca cambiar ACA.
La representante Nancy Pelosi (demócrata de California), líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, quien estaría primera en la lista para asumir como vocera, dijo a un grupo de partidarios reunidos en Washington, DC para celebrar la victoria, que su grupo haría que la asistencia médica fuera un tema legislativo clave.
“Se trata de frenar el asalto de los republicanos y del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, al Medicare, al Medicaid, a la Ley de Cuidado de Salud Asequible, y a la atención médica de 130 millones de estadounidenses que viven con condiciones médicas preexistentes”, enfatizó. Pelosi prometió también que los demócratas ejecutarían “una acción legislativa muy, muy fuerte” para reducir el costo de los medicamentos recetados.
Entre las muchas caras nuevas en la Cámara de Representantes hay al menos una con una experiencia significativa en políticas de salud. La ex Secretaria de Salud y Servicios Sociales, Donna Shalala, quien dirigió el departamento durante los ocho años de la administración Clinton, ganó un asiento abierto en Florida.