La propiedad de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA) se ha transferido oficialmente del presidente Barack Obama y los demócratas en el Congreso al presidente Donald Trump y los republicanos, según una nueva encuesta.
En la encuesta mensual de la Kaiser Family Foundation, que hace un seguimiento de la opinión pública sobre el tema, 61% de los encuestados dijeron que cualquier problema con la ley en el futuro es responsabilidad de Trump y los republicanos del Congreso, mientras que sólo 31% dijo que los problemas futuros serían culpa de los demócratas que la aprobaron. (Kaiser Health News es un proyecto editorialmente independiente de la fundación)
Al mismo tiempo, tres cuartas partes de los encuestados dijeron que Trump y su administración “deberían hacer lo que puedan para que la actual ley de atención médica funcione”, mientras que sólo el 19% dijo que “debería hacer lo que pudiera para que la ley fallara, para luego poder reemplazarla”.
Poco después de que el proyecto de ley de la Cámara de Representantes, que buscaba “rechazar y reemplazar” el Obamacare, fracasara en su intento por lograr la aprobación, Trump dijo que “lo mejor que podemos hacer, desde el punto de vista político, es dejar que el Obamacare explote”. Aparentemente este no es el caso, según los encuestados. Incluso la mayoría de los republicanos -el 51%- dijo que la administración debería tratar de lograr que la ley funcione. Ese también fue el punto de vista del 54% de los que se autodefinieron como partidarios de Trump.
La encuesta también deja claro por qué los miembros del conservador House Freedom Caucus siguen luchando por un proyecto que derogue más de la ley.
Mientras que el 55% de todos los encuestados dijo que el proyecto de ley de salud no pudo aprobarse porque “fue demasiado lejos en el corte de los programas existentes”, la mayoría de los republicanos, el 58%, dijo que “no fue lo suficientemente lejos para acabar con Obamacare”.
Y aunque una pluralidad de encuestados (49%) dijo que Trump y los republicanos del Congreso deberían “dejar de trabajar en la atención de salud y pasar a otras prioridades”, un total de tres cuartos de los republicanos dijeron que deberían “seguir trabajando en un plan para revocar y reemplazar la ley de salud de 2010”.
La encuesta telefónica -realizada del 28 de marzo al 3 de abril- tiene un margen de error de más o menos 3 puntos porcentuales.