Mientras resurgen los casos de COVID-19 en los Estados Unidos, una veterinaria de Texas ha estado monitoreando la propagación de la enfermedad pero no en personas sino en sus mascotas.
Desde junio, la doctora Sarah Hamer y su equipo de la Universidad Texas A&M han realizado la prueba para COVID a cientos de animales en hogares en donde humanos estuvieron infectados. Les hicieron hisopados a perros y gatos, pero también a hamsters y a cobayos, buscando señales de infección. Hamer, profesora de Epidemiología, dijo que habían detectado al menos 19 infecciones.
Una mascota que dio positivo fue Phoenix, el Siamese de 7 años de Kaitlyn Romoser, que trabaja en un laboratorio universitario. Romoser, de 23 años, tuvo COVID confirmado dos veces, en marzo y de nuevo en septiembre. La segunda vez estuvo mucho más enferma, y dijo que Phoenix fue su compañero constante.
“Si hubiera sabido que los animales podían contagiarse, hubiera tratado de distanciarme, pero él no se distancia de mí”, dijo Romoser. “Duerme en la cama conmigo. No hay nada de distancia social”.
Alrededor del país, veterinarios y otros investigadores están analizando al reino animal en busca de signos del virus que causa COVID-19. En los Estados Unidos, se les ha hecho la prueba a al menos a 2,000 animales desde que comenzó la pandemia, según datos federales. Gatos y perros que estuvieron expuestos a dueños enfermos representan la mayoría de los animales testeados y el 80% de los casos positivos registrados.
Pero científicos han creado una vasta red para investigar otros animales que podrían estar en riesgo. En estados desde California hasta Florida, investigadores le han hecho la prueba a especies desde visones y gatos salvajes hasta criaturas inesperadas como delfines, armadillos y osos hormigueros.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) mantiene un conteo oficial de casos de COVID en animales confirmados, que suman varias docenas. Pero esta lista es un recuento muy bajo de infecciones reales. De hecho, en Utah y Wisconsin, más de 14,000 visones murieron en semanas recientes después de contraer COVID que inicialmente se había propagado en humanos.
Hasta ahora, la evidencia de que los animales transmiten el virus a los humanos es limitada. Veterinarios enfatizan que los dueños de mascotas no están en mayor riesgo por sus animales y que no deberían dejar de cuidarlos. Pero los científicos agregan que las pruebas consistentes es una manera de mantenerse vigilante ante un patógeno que antes era desconocido.
“Sabemos que los coronavirus, como familia de virus, infectan a muchas especies, mayormente a mamíferos”, dijo el doctor Peter Rabinowitz, profesor de ciencias de la salud medioambiental y ocupacional y director del Center for One Health Research de la Universidad de Washington en Seattle. “Tiene sentido adoptar un enfoque abarcativo y tener una mirada amplia”.
La mayoría del esfuerzos se han basado en curiosidad científica. Desde que comenzó la pandemia, el mayor desafío ha sido ver cómo el virus, que posiblemente se haya originado en murciélagos, se propagó en humanos. Una teorías fue que pasó a especies intermediarias, todavía desconocidas, y después a los humanos.
En abril, una tigresa de Malasia de 4 años del zoológico del Bronx dio positivo para COVID-19 en el primer caso de su tipo, luego que siete gatos salvajes presentaran síntomas de enfermedad respiratoria. La tigresa Nadia contrajo el virus de un cuidador, dijeron oficiales federales de salud. Otros tres tigres y cuatro leones africanos también tuvieron infecciones confirmadas.
En el estado de Washington, el sitio del primer brote en humanos, científicos diseñaron un test para animales en marzo, dijo Charlie Powel, vocero de la Escuela de Veterinaria de la Universidad Estatal de Washington. “Sabemos que en animales de sangre caliente, en hogares, habrá alguna forma de infección cruzada”, dijo. Las pruebas para animales usan distintos componentes, para no poner en riesgo el suministro para humanos, agregó.
Desde la primavera, el Washington Animal Disease Diagnostic Laboratory ha realizado la prueba a cerca de 80 animales, incluidos 38 perros, 29 gatos, dos hurones, un camello y dos tamandúas, un tipo de oso hormiguero. También seis visones del brote en Utah, cinco de los cuales fueron los únicos positivos del laboratorio.
Otros 1,400 animales han sido testeados para COVID-19 a través del National Animal Health Laboratory Network o laboratorios privados, dijo Lyndsay Cole, vocera del servicio de inspecciones de animales y plantas de USDA. Se les hizo la prueba a más de 400 animales a través del National Veterinary Services Laboratories. Y al menos 250 en proyectos académicos de Investigación.
La gran mayoría de las pruebas se realizaron en perros y gatos domésticos con síntomas respiratorios sospechosos. En junio, USDA informó que un perro en Nueva York fue la primera mascota en dar positivo en la prueba para coronavirus después de enfermarse y tener dificultad para respirar. El perro, un pastor alemán de 7 años llamado Buddy, murió más tarde. Las autoridades determinaron que había contraído el virus de su dueño.
Ni los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), ni USDA recomiendan pruebas de rutina para mascotas domésticas u otros animales, pero eso no ha impedido que los propietarios pregunten, dijo el doctor Douglas Kratt, presidente de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria.
“La gente quiere saber sobre COVID-19 y sus mascotas. ¿Puede su mascota contraerlo en una clínica o en una guardería para perros?”, dijo.
La respuesta, hasta ahora, es que los humanos son la principal fuente de infección en las mascotas. En septiembre, un pequeño estudio no publicado de la Universidad de Guelph en Canadá encontró que los gatos y perros de compañía parecían estar infectados por sus dueños enfermos, a juzgar por los anticuerpos contra el coronavirus detectados en su sangre.
En Texas, Hamer comenzó a testear a animales de hogares en donde alguien había contraído COVID-19 para aprender más sobre las vías de transmisión. “En este momento, estamos tratando de describir lo que está sucediendo en la naturaleza”, dijo.
Hasta ahora, la mayoría de los animales, incluido Phoenix, el gato de Romoser, no han mostrado signos de enfermedad o dolencia. Es igual para muchas especies sometidas a pruebas para COVID-19, dijeron veterinarios. La mayoría de las criaturas no humanas parecen resistir la infección por COVID con síntomas leves como estornudos y letargo, si los hay.
Aún así, los propietarios también deben aplicar las mejores prácticas para evitar la infección por COVID en las mascotas, dijo Kratt. No permitas que las mascotas entren en contacto con animales desconocidos, sugirió. Los propietarios deben lavarse las manos con frecuencia y evitar, si es posible, acariciar demasiado a animal.
Los gatos parecen ser más susceptibles a COVID-19 que los perros, dijeron investigadores. Y los visones, que se crían en los Estados Unidos por su pelaje, parecen bastante vulnerables.
La lista de animales analizados para COVID-19, ya sea por enfermedad o por ciencia, está creciendo. En Florida, a principios de octubre se les había realizado la prueba a 22 animales, incluidos tres delfines salvajes, dos civetas, dos leopardos, un gorila, un orangután, una alpaca y un galago, dijeron funcionarios estatales.
En California, a fines de septiembre se habían testeado a 29 animales, incluidos una suricata, un mono y un coati mundi, un miembro de la familia de los mapaches.
En Seattle, un plan para hacerle la prueba a orcas en Puget Sound se cancel a último minuto después que un miembro del equipo científico estuviera expuesto a COVID-19 y tuvo que estar en cuarentena, dijo el doctor Joe Gaydos, veterinario experto en vida silvestre y director científico de la SeaDoc Society, un programa de conservación de la Universidad de California-Davis. El grupo perdió su ventana de oportunidad de septiembre para localizar a los animales y obtener muestras de saliva y heces para analizar.
Nadie cree que los animales marinos jugarán un papel importante en la pandemia que diezma a la población humana, dijo Gaydos. Pero analizar a muchas criaturas tanto en tierra como en el mar es vital.
“No sabemos lo que este virus va a hacer o de lo que es capaz”, agregó Gaydos.