La terapia de rehabilitación puede ser una bendición después de una hospitalización por un derrame cerebral, una caída, un accidente, un reemplazo de articulación, una quemadura grave o una lesión de la médula espinal, entre otras afecciones.
La fisioterapia, la terapia ocupacional y la terapia del habla se ofrecen en diversos entornos: hospitales, residencias de adultos mayores, clínicas y a domicilio.
Es fundamental encontrar una opción segura y de alta calidad con profesionales con experiencia en el tratamiento de tu afección.
¿Qué tipos de terapia de rehabilitación podría necesitar?
La fisioterapia ayuda a los pacientes a mejorar su fuerza, estabilidad y movimiento, y a reducir el dolor, generalmente a través de ejercicios específicos.
Algunos fisioterapeutas se especializan en problemas neurológicos, cardiovasculares u ortopédicos. También hay especialistas en geriatría y pediatría. La terapia ocupacional se centra en actividades específicas (llamadas “ocupaciones”), que suelen requerir habilidades motoras finas, como cepillarse los dientes, cortar alimentos con un cuchillo o vestirse.
La terapia del habla y del lenguaje ayuda a las personas a comunicarse. Algunos pacientes pueden necesitar terapia respiratoria si tienen dificultad para respirar o necesitan que se les retire el respirador.
¿Los seguros cubren las sesiones de rehabilitación?
Medicare, las aseguradoras de salud, la compensación laboral y los planes de Medicaid en algunos estados cubren las terapias de rehabilitación, pero los planes pueden negarse a pagar en ciertos entornos y limitar la cantidad de sesiones.
Algunas aseguradoras pueden pedir una preautorización y otras cancelar la cobertura si no se mejora. Las aseguradoras privadas suelen establecer límites anuales para la terapia ambulatoria.
El Medicare tradicional suele ser el menos restrictivo, mientras que los planes privados Medicare Advantage pueden supervisar de cerca el progreso y limitar los lugares en dónde los pacientes pueden recibir terapia.
¿Debería buscar rehabilitación hospitalaria?
Los pacientes que aún necesitan atención médica o de enfermería, pero que pueden tolerar tres horas de terapia cinco días a la semana, podrían calificar para ser admitidos en un hospital de rehabilitación especializado o en una unidad que funcione dentro de un hospital general.
Los pacientes suelen necesitar al menos dos de los principales tipos de terapia de rehabilitación: fisioterapia, terapia ocupacional o terapia del habla. Las estadías duran un promedio unos 12 días.

¿Cómo elijo?
Busca un centro especializado en el tratamiento de personas con tu diagnóstico; muchos hospitales enumeran las especialidades en sus sitios de internet. Las personas con afecciones médicas complejas o graves podrían preferir un hospital de rehabilitación conectado a un centro médico académico a la vanguardia de los nuevos tratamientos, incluso si está a un vuelo de distancia.
“Verás a pacientes jóvenes con lesiones catastróficas”, como daño de la médula espinal, viajando a otro estado para recibir tratamiento, dijo Cheri Blauwet, directora médica de Spaulding Rehabilitation en Boston, uno de los 15 hospitales que el gobierno federal ha elogiado por su trabajo de avanzada.
Sin embargo, elegir un hospital cerca de familiares y amigos que puedan ayudar después del alta tiene sus ventajas. Los terapeutas pueden ayudar a capacitar a los que serán cuidadores en casa.
¿Cómo encuentro hospitales de rehabilitación?
El planificador de altas o el trabajador social del hospital de agudos debería ofrecerte opciones. Puedes buscar centros de rehabilitación para pacientes internados por ubicación o nombre en el sitio web Care Compare de Medicare. Allí puedes ver cuántos pacientes con tu misma afección ha tratado ese hospital; cuantos más, mejor.
Puedes buscar por especialidad a través de la Asociación Americana de Proveedores de Rehabilitación Médica, un grupo comercial que publica una lista de sus miembros.
Averigüa qué tecnologías especializadas tiene un hospital, como simuladores de manejo (un auto o camión que permite al paciente practicar subir y bajar de un vehículo) o una mesa de cocina con utensilios para practicar cocinar.
¿Cómo puedo saber si un hospital de rehabilitación es confiable?
No es fácil: Medicare no analiza al personal ni publica en su sitio de internet los resultados de las inspecciones de seguridad como sí lo hace con las residencias de adultos mayores. Puedes pedir a la agencia de salud pública de tu estado o al hospital que te proporcionen informes de inspección de los últimos tres años. Estos informes pueden ser técnicos, pero te ayudarán a comprender lo esencial. Si el informe indica que se declaró un “riesgo inmediato”, significa que los inspectores identificaron problemas de seguridad que ponen en peligro a los pacientes.
La tasa de pacientes readmitidos en un hospital general por una razón potencialmente prevenible es una medida de seguridad clave. En general, los centros de rehabilitación con fines de lucro tienen tasas de readmisión más altas que los que son sin fines de lucro, pero hay algunos con tasas de readmisión más bajas y otros con tasas más altas. Puede que no tengas otra opción cerca: hay menos de 400 hospitales de rehabilitación y la mayoría de los hospitales generales no cuentan con una unidad de rehabilitación.
Puedes encontrar las tasas de readmisión de un hospital en la sección de calidad de Care Compare. Las tasas inferiores al promedio nacional son mejores.

Otra medida de calidad es la frecuencia con la que los pacientes son lo suficientemente funcionales como para irse a casa después de terminar la rehabilitación en lugar de ir a una residencia de adultos mayores, un hospital o una institución médica. Esta medida se denomina “alta a la comunidad” y se encuentra en la sección de calidad de Care Compare. Las tasas superiores al promedio nacional son mejores.
Busca reseñas del hospital en Yelp y otros sitios web. Pregunta si los pacientes ven al mismo terapeuta casi todos los días o no. Y si tienen certificaciones en la especialidad que necesitas.
Si es posible, visita el hospital y observa cómo opera. Si es posible, observa si las enfermeras responden rápido a las luces de llamada, si parecen estar sobrecargadas con demasiados pacientes o están mirando sus celulares. Pregunta a los pacientes actuales y a sus familiares si están satisfechos con la atención.
¿Qué pasa si no puedo tolerar tres horas de terapia al día?
Una residencia de personas mayores que ofrece rehabilitación podría ser adecuada para pacientes que no necesitan la supervisión de un médico, pero que no están listos para irse a casa. Las instalaciones generalmente brindan atención de enfermería las 24 horas. La duración de la rehabilitación varía según el paciente. Hay más de 14.500 centros de enfermería especializada en el país, 12 veces más que los hospitales que ofrecen rehabilitación, por lo que una de estas residencias podría ser tu mejor opción.
Puedes buscarlas a través del sitio web Care Compare de Medicare.
¿Qué sucede si los pacientes son demasiado frágiles incluso para una residencia de adultos mayores?
Podrían necesitar un hospital de cuidados de largo plazo. Estos se especializan en pacientes en coma, con respiradores y con afecciones médicas agudas que requieren la presencia de un médico. Los pacientes permanecen allí al menos cuatro semanas, y algunos meses. Care Compare te ayuda a buscar. Hay menos de 350 hospitales de este tipo.
Si tengo la fuerza suficiente para ir a casa. ¿Cómo recibo terapia?
Muchos hospitales de rehabilitación ofrecen terapia ambulatoria. También puedes ir a una clínica o un terapeuta puede ir a tu domicilio. Puedes contratar una agencia de atención médica a domicilio o encontrar un terapeuta que reciba tu seguro y haga visitas a domicilio.
Tu médico u hospital podría derivarte a otros profesionales. En Care Compare, las agencias de atención médica a domicilio indican si ofrecen fisioterapia, terapia ocupacional o terapia del habla. Puedes buscar terapeutas certificados en el sitio web de la Asociación Americana de Fisioterapia (APTA).
Durante la rehabilitación, los pacientes a veces se trasladan del hospital a un centro de enfermería y luego a su hogar, a menudo por insistencia de sus aseguradoras. Alice Bell, especialista senior de la APTA, señaló que los pacientes deberían intentar limitar el número de traslados, por su propia seguridad.
“Cada vez que un paciente cambia de un entorno a otro se encuentra en una zona de mayor riesgo”, afirmó.