SACRAMENTO, California. — Medi-Cal, el complejo programa de Medicaid de California, con un valor de $174.6 mil millones, ofrece seguro de salud a casi 15 millones de residentes con bajos ingresos y discapacidades.
California inscribe al doble de personas que Nueva York y a más del triple que Texas, los dos estados con el mayor número de participantes en Medicaid después de California.
La alta tasa de inscripción se debe a que el estado va más allá de los requisitos federales de elegibilidad: ha expandido Medi-Cal a más residentes de bajos ingresos. También ofrece una amplia gama de beneficios, como atención oftalmológica, dental y de maternidad, algunos de los cuales se financian en gran parte con fondos federales, pero que también afectan el gasto estatal.
Sin embargo, últimamente, Medi-Cal ha estado en la mira política.
Los demócratas afirman que la mayor amenaza para Medi-Cal son los recortes presupuestarios republicanos de $880 mil millones que se están considerando en Washington, DC, y que, según expertos en salud, requerirían restricciones de elegibilidad, como requisitos laborales, o recortes de programas para generar ahorros suficientes a lo largo de una década.
Los republicanos argumentan que los costos de Medicaid se han disparado a causa del fraude y el abuso, y critican a los demócratas estatales por permitir que el beneficio esté disponible para inmigrantes sin importar su estatus legal.
En marzo, la administración del gobernador Gavin Newsom solicitó un préstamo de $3.4 mil millones para cubrir excedente de gasto inesperado en Medi-Cal, y en abril los legisladores asignaron $2.8 mil millones adicionales para el resto del año fiscal.
Si bien el gobernador demócrata reconoció la necesidad de ajustes, ha defendido los esfuerzos del estado para que más personas tengan cobertura. En 2022, la tasa de personas de menos de 65 años sin seguro en el estado bajó a un mínimo histórico del 6.2%, según la California Health Care Foundation.
Mientras los legisladores debaten la financiación del programa de la red de seguridad, esto es lo que está en juego para el mayor programa de salud de California.
¿Quién está cubierto?
Más de un tercio de los californianos dependen de Medi-Cal, o del Programa de Seguro de Salud Infantil (CHIP) relacionado, para consultar con un médico, terapeuta o dentista. También lo utilizan para obtener medicamentos y acceder a tratamiento.
Medi-Cal tambien representa una ayuda para las familias, ya que permite que las personas con discapacidad y los adultos mayores permanezcan en sus hogares, proporcionando cobertura a sus cuidadores. Además, financia la atención de enfermería para este ultimo grupo.
La gran mayoría de los afiliados califican porque ganan el 138% o menos del nivel federal de pobreza: $21.597 anuales para una persona o $44.367 para una familia de cuatro. Si bien es un monto bajo para un estado donde el ingreso familiar promedio supera los $96.000, es mucho más generoso que el límite de elegibilidad familiar de Alabama, que es del 18% del nivel federal de pobreza, o el de Florida, 26%.
A diferencia de Alabama o Florida, California extiende la cobertura a adultos de bajos ingresos sin dependientes. También cubre a más personas con discapacidad que trabajan, reclusos y otros residentes que no calificarían para el programa de beneficios si los legisladores estatales no lo hubieran ampliado más allá de lo requerido por el gobierno federal.
Según estimaciones estatales, Medi-Cal cubre a aproximadamente 7.3 millones de familias de bajos ingresos y a otros 5 millones de adultos, la mayoría sin dependientes. Un millón adicional de personas con discapacidades dependen del programa.
Medi-Cal también cubre los gastos de 1.4 millones de residentes mayores de 65 años que no están cubiertos por Medicare, como atención a largo plazo y servicios dentales, de audición y de la vista.
La mayoría de los beneficiarios adultos menores de 65 años de Medi-Cal trabajan, según una revisión de KFF de los datos del censo de marzo de 2024. En California, aproximadamente el 42% de los adultos sin discapacidades que reciben Medi-Cal trabajan a tiempo completo y un 20% adicional tiene empleos de medio tiempo. Aquellos que no tienen trabajo suelen cuidar a un familiar, ir a la escuela o estar enfermos.
Según los datos estatales de inscripción, poco más de la mitad de los beneficiarios de Medi-Cal son latinos, aproximadamente el 16% blancos no hispanos, el 9% asiáticos o habitantes de las islas del Pacífico y el 7% negros no hispanos. Esto difiere de los porcentajes totales nacionales, donde aproximadamente el 40% de las personas menores de 65 años que usan Medicaid son blancos no hispanos, el 30% hispanos, el 19% negros no hispanos y el 1% nativos americanos.
¿De dónde proviene el dinero para Medi-Cal?
El gobierno federal financia aproximadamente el 60% del programa. De su presupuesto de casi $175 mil millones para este año fiscal, se espera que Washington, DC, contribuya con $107.5 mil millones.
Unos $37.6 mil millones adicionales provienen del fondo general del estado. Los $29.500 millones restantes llegan desde otras fuentes, como las tarifas hospitalarias, un impuesto a las organizaciones de atención médica administrada, los ingresos fiscales del tabaco y los reembolsos de medicamentos.
California recibe el 50% de fondos federales de contrapartida para servicios básicos, como la cobertura para niños y mujeres embarazadas de bajos ingresos. Sin embargo, recibe un 9% de contrapartida para los aproximadamente 5 millones de californianos que ha incorporado a sus registros gracias a la expansión de Medicaid bajo la Ley de Cuidado de salud a Bajo Precio (ACA, también conocida como Obamacare).
¿Adónde se destina el dinero?
En promedio, Medi-Cal cuesta $8.000 por beneficiario, pero los costos varían ampliamente, según un análisis realizado en marzo por la Oficina del Analista Legislativo de California.
Por ejemplo, las personas con discapacidad representan el 7% de los afiliados pero el 19% del gasto de Medi-Cal, con un costo anual promedio de $21.626.
Mientras tanto, el costo para cubrir a las personas mayores rondea los $15.000. Y la inscripción de adultos mayores, de 1.4 millones, se ha disparado, aumentando un 40% desde 2020, a medida que los legisladores flexibilizaron las normas sobre la cantidad de bienes que las personas de 65 años o más pueden tener para seguir siendo elegibles para el programa.
California también cubre gran parte de la atención de salud de alrededor de 1.6 millones de inmigrantes sin papeles: aproximadamente $8,4 mil millones de los $9,5 mil millones, según declaró Guadalupe Manríquez, gerenta de presupuesto del programa del Departamento de Finanzas, durante una reciente audiencia del Comité de Presupuesto de la Asamblea.
¿Qué recortes podría haber?
En marzo, el presidente Donald Trump afirmó que no tocaría el Seguro Social, Medicare ni Medicaid, sino que se centraría en erradicar el fraude. Sin embargo, expertos en salud afirman que los servicios de Medicaid se verían desmantelados si el Congreso implementa recortes masivos de gastos para financiar la extensión de los recortes de impuestos de Trump.
Los republicanos del Congreso han debatido la implementación de requisitos de trabajo para adultos sin discapacidades, lo que podría afectar al menos a un millón de beneficiarios de Medicaid en California, la mayor cantidad en cualquier estado, según un análisis del Urban Institute.
Los legisladores también podrían revertir la expansión de Medicaid bajo ACA, aprobada en 2010 y que permitió que más personas calificaran para Medicaid según sus ingresos. California, otros 39 estados y Washington, DC, han optado por adoptar la “expansión de Medicaid”, en la que el gobierno federal cubre el 90% de la cobertura de esos beneficiarios.
Si optara por mantener la cobertura para los aproximadamente 5 millones de beneficiarios adicionales que la han obtenido gracias a la expansion, le costaría a California miles de millones de dólares cada año.
Los republicanos también podrían hacer difícil que estados como California siguieran recibiendo ayuda federal a través de impuestos a proveedores, como el impuesto a las MCO, algo que propuso la primera administración Trump pero que posteriormente descartó. El impuesto a los planes de atención médica administrada genera alrededor de $5 mil millones al año y fue respaldado por los votantes en una iniciativa electoral el otoño pasado.
Sin embargo, el gobierno federal lleva años quejándose de cómo los estados aplican dichos impuestos a los planes de seguro y a los hospitales. Si restringe la forma en que los estados recaudan estos impuestos, probablemente provocaría un déficit de financiación en California.
Funcionarion de Newsom reconocen que, si se producen recortes federales, el estado no podría absorber el costo de los programas existentes. Los republicanos están presionando a los demócratas que controlan la Legislatura para que pongan fin a la cobertura de Medi-Cal para los residentes sin papeles, algo que ni Newsom ni los líderes legislativos demócratas han expresado su disposición a hacer.
Los líderes estatales también podrían verse obligados a recortar beneficios opcionales como la atención dental y la optometría, reducir los servicios destinados a mejorar la calidad de vida de los beneficiarios o los pagos a los planes de atención médica administrada que cubren al 94% de los beneficiarios de Medi-Cal.
Eso fue lo que hicieron los legisladores californianos durante la Gran Recesión: recortaron las tasas de reembolso a los proveedores y eliminaron beneficios, como la atención oftalmológica y dental para adultos. El entonces gobernador, el republicano Arnold Schwarzenegger, fue aún más lejos, recortando $61 millones de la financiación de Medi-Cal de los condados en una sangría presupuestaria que, según él, contenía “lo bueno, lo malo y lo feo”.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, que publica California Healthline, un servicio editorialmente independiente de la California Health Care Foundation.