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Hospital de Chicago cede a presión federal sobre atención médica para adolescentes trans

Hospital de Chicago cede a presión federal sobre atención médica para adolescentes trans

Por una orden ejecutiva del presidente Donald Trump que se opone a las cirugías de afirmación de género para menores, algunos hospitales, incluido Ann & Robert H. Lurie Children’s Hospital of Chicago, están pausando los procedimientos. (Eileen T. Meslar/Chicago Tribune/Tribune News Service via Getty Images)

Tiene 17 años y vive en los suburbios de Chicago. Ama el teatro y hace poco ayudó a dirigir una obra en su escuela secundaria. Toma cursos avanzados y está trabajando en su proyecto para ser Eagle Scout.

Y ha estado en proceso de transición durante cuatro años.

Una vez por semana, este adolescente trans se inyecta testosterona. Ha congelado sus óvulos por si algún día quiere tener hijos biológicos.

Conversó con sus padres y con su psicóloga y decidió que estaba listo para el siguiente paso en su tratamiento: una cirugía en su pecho para remover tejido mamario.

“Recibir este tratamiento no es arreglar algo que esté mal en mí”, dijo el adolescente. “Solo me está ayudando a convertirme más en la persona que quiero ser y con la que me siento más cómodo, más a gusto”.

En este artículo, KFF Health News y NPR no revelan su nombre ni el apellido de su madre por temor a que puedan ser blanco de ataques por su identidad de género.

La madre del adolescente, Jane, esperaba una llamada para programar la cirugía de su hijo en el Ann & Robert H. Lurie Children’s Hospital of Chicago. Pero lo que recibió fue un mensaje de voz del hospital. Jane aseguró que sabía lo que diría, incluso antes de escucharlo: la cirugía no se iba a realizar.

Ya había leído en redes sociales que, luego de una orden ejecutiva del presidente Donald Trump, el hospital ubicado cerca del centro de Chicago, había decidido suspender las cirugías de afirmación de género en menores de 19 años

Jane llamó al hospital para confirmar que las cirugías estaban suspendidas y se lo dijo a su hijo ese mismo día, cuando llegó de la escuela.

“Le dije: Vamos a cuidarte. Vamos a superar esto”, contó Jane. “Pero fue devastador”.

“Estamos siendo amenazados”, afirmó Jane. “La comunidad trans está siendo amenazada, y los padres también”.

Su hijo le dijo que se siente herido y confundido. En noviembre, después que Trump fuera elegido, sus médicos le habían asegurado que, dentro de la legalidad, lucharían con todas sus fuerzas para apoyarlo, recordó.

Pero los directivos del Lurie decidieron cancelar las cirugías pendientes y dejar de programar otras nuevas.

“Sé que no es algo personal, sé que no me miraron directamente a mí y me dijeron: ‘Sí, no te lo mereces’”, dijo el muchacho. “Pero a veces lo siento así, sobre todo cuando veo el sentimiento general hacia las personas trans en la sociedad”.

El 7 de febrero un vocero del hospital confirmó que se pausarían las cirugías de afirmación de género.

En el área de Chicago, KFF Health News y NPR hablaron con diez pacientes o con sus padres sobre cómo este cambio afectaba sus vidas.

Todos describieron su decepción, su pérdida de esperanza de tener la cirugía algún día, y su enojo por el momento en que se produce, cuando ya se sienten amenazados y marginados por la retórica de odio que se respira en todo el país.

Estas familias temen que, con el tiempo, también se les niegue el acceso a toda la atención sanitaria relacionada con la reafirmación de género, como la terapia, los bloqueadores de la pubertad y las hormonas.

También se preguntan por qué los funcionarios de Illinois, que se habían comprometido a proteger los derechos de las personas transgénero, no han dicho nada sobre lo que está sucediendo en el Lurie Children’s y en otros lugares.

El Northwestern Memorial Hospital de Chicago también ha dejado de realizar estas cirugías a menores, según informaron las familias a KFF Health News y NPR.

La decisión del Lurie Children’s se produjo después que la orden ejecutiva de Trump del 28 de enero amenazara con recortar los fondos federales a los proveedores que ofrecieran atención médica de afirmación de género.

“En todo el país, los profesionales médicos están mutilando y esterilizando a un número cada vez mayor de niños influenciables bajo la afirmación radical y falsa de que los adultos pueden cambiar el sexo de un niño mediante una serie de intervenciones médicas irreversibles”, sentencia la orden de Trump. “Esta peligrosa tendencia será una mancha en la historia de nuestra nación y debe terminar”.

Otro paciente, un joven de 16 años de Chicago, tenía fecha para una doble mastectomía, hasta que el Lurie Children’s la canceló. KFF Health News y NPR tampoco revelan su identidad porque el joven teme por su seguridad personal.

El adolescente contó que se sintió traicionado por la cancelación. Lleva más de cinco años vendándose el pecho, lo que le causa dolor en las costillas y la espalda.

Cada mañana se enfrenta a una elección: vendarse el pecho para “pasar” completamente por hombre, o no hacerlo y vivir un día sin dolor. Evita los deportes porque no puede respirar bien cuando tiene el pecho vendado. Gran parte de su disforia de género se centra en tener pechos, dijo.

El Lurie Children’s consideró que la cirugía del adolescente era “médicamente necesaria”, según los documentos que su familia compartió con KFF Health News y NPR.

“La decisión de Lurie sentó un precedente no solo para otros proveedores de atención médica, sino también para sus pacientes”, dijo el adolescente. “El hospital ha demostrado que ya no es el refugio seguro que han afirmado ser durante tantos años”.

Muchos de los pacientes de Lurie Children’s fueron derivados al Northwestern Memorial Hospital, un destacado hospital de investigación cercano, para tener sus cirugías. Pero sus citas iniciales en Northwestern fueron canceladas posteriormente. Un vocero de la institución rechazó responder a los repetidos pedidos de comentarios.

A los padres cuyos hijos transgénero reciben otros tratamientos médicos en Lurie Children’s, como terapia hormonal, les preocupa que el hospital también deje de proporcionar esos servicios en el futuro.

“Si no podemos conseguir estrógenos en un año, ¿qué haremos?”, se pregunta la madre de una niña transgénero de 15 años. KFF Health News y NPR tampoco revelan su nombre por el mismo temor que los otros. “Los padres que tienen recursos para hacerlo están discutiendo la posibilidad de marcharse del país”, afirma.

La política de suspender las cirugías

En un comunicado, el doctor Robert Garofalo aseguró que escucha y comprende la frustración de los pacientes y de sus familias. Es el director y fundador del Gender Development Program del Lurie Children’s.

“He dedicado mi vida a estos niños, adolescentes y sus familias”, afirmó Garofalo. “Como alguien que ha pasado toda su trayectoria profesional en el Lurie Children’s, puedo asegurarles que los jóvenes y sus familias son fundamentales para esta institución. Es muy importante que dejemos en claro que esta decisión ha sido muy difícil y se ha tomado en circunstancias sin precedentes y bajo presiones externas”.

Garofalo escribió que la decisión de pausar las cirugías se basó en la creencia del hospital de que de ese modo podría ayudar a salvaguardar la mayoría de los servicios clínicos que ofrece este programa.

Los investigadores han comprobado que las cirugías entre los jóvenes trans son poco frecuentes.

Luego de la orden ejecutiva de Trump, el fiscal general de Illinois, Kwame Raoul, y 14 de sus pares de otros estados se comprometieron a proteger el acceso al tratamiento.

En un comunicado, Raoul afirmó que la Ley de Derechos Humanos de Illinois prohíbe a los proveedores de atención médica discriminar a los pacientes por su identidad de género.

Sin embargo, recientemente el fiscal declaró a KFF Health News y NPR que sería difícil sostener que Lurie y Northwestern están infringiendo la ley estatal.

“No considero que Lurie o Northwestern sean los malos de la película”, afirmó Raoul, demócrata, tras un acto celebrado el 1 de abril en un restaurante cerca del centro de Chicago. Allí, Raoul le pidió a una sala repleta de líderes cívicos que se opusieran a las intimidaciones de la Casa Blanca.

Raoul opinó que la decisión de los hospitales no puede considerarse discriminación, “cuando el Gobierno federal te apunta con una pistola a la cabeza”.

Cuando KFF Health News y NPR le preguntaron el gobernador demócrata JB Pritzker si el Lurie Children’s estaba infringiendo la Ley de Derechos Humanos, el centro no respondió. Pero sí dijo que los hospitales están siendo “chantajeados” para limitar la atención.

“No es culpa de los hospitales”, afirmó categóricamente Pritzker. “Créanme. Conozco a la gente del Lurie Children’s Hospital, conozco a la gente que dirige la mayoría de estos hospitales y puedo decirles que quieren hacer lo correcto por sus pacientes”.

A pesar de que jueces federales han emitido sentencias que bloquean la orden ejecutiva de Trump, el Lurie Children’s y hospitales de todo el país han suspendido las cirugías y otros tipos de tratamientos de afirmación de género

Un hospital que enfrenta un futuro legal incierto

El Lurie Children’s Hospital tiene uno de los programas médicos de afirmación de género más antiguos del país, lanzado en 2013, y todavía ofrece terapia hormonal, bloqueadores de la pubertad y servicios de salud conductual.

Los proveedores de servicios médicos, los pacientes y sus padres aluden frecuentemente a las numerosas investigaciones que subrayan el papel crucial e incluso la capacidad de salvar vidas que puede tener la atención médica transgénero. Por ejemplo, ayudando a disminuir la depresión y la ansiedad.

El acceso a la afirmación médica de género cuenta con el aval de la American Academy of Pediatrics (Asociación Americana de Pediatría) y la American Medical Association (Asociación Médica Americana).

La comunidad transgénero es pequeña y las familias sienten que esa es una de las razones por las que son atacados.

En 2023, alrededor del 3% de los estudiantes de escuela secundaria en el país se identificaron como transgénero, y un 2% adicional declaró que estaba cuestionando su identidad de género, según un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Los jóvenes transgénero experimentan más violencia, acoso y pensamientos suicidas que sus compañeros no trans, afirma el estudio de los CDC que agrega que, en el último año, aproximadamente 1 de cada 4 estudiantes que eran transgénero o cuestionaban su identidad de género intentó suicidarse.

En los últimos años, muchos estados han intensificado las restricciones en el acceso de los menores a la atención de afirmación de género, informó KFF, una organización sin fines de lucro de información sobre salud que incluye a KFF Health News.

Un poco más de la mitad del país —27 estados— prohíbe o dificulta el acceso a esos tratamientos. Recientemente, Iowa dio un nuevo paso en esa dirección al eliminar las protecciones de derechos civiles para las personas trans o no binarias.

Elizabeth Mack, médica especialista en cuidados intensivos pediátricos en Carolina del Sur, ha sido testigo de las consecuencias de esa prohibición en su estado. Ha tratado a varios niños que intentaron suicidarse o murieron por suicidio porque no pudieron acceder al tratamiento, según surgió de las entrevistas que mantuvo con los mismo pacientes o con sus familiares.

“Es una de esas situaciones que te dejan una marca que no olvidarás, imborrable”, dijo Mack sobre su experiencia.

Tuvo su cirugía, pero sigue preocupado

Ben García, de 18 años, estudiante de último curso de secundaria en Chicago, ofrece una visión de su vida después de la cirugía. En 2023, tuvo una doble mastectomía. Cree que sin la atención médica que ha recibido durante los últimos años, sería una persona diferente, probablemente más retraída y con menos confianza en sí mismo.

“Esta atención me ha permitido sentirme mucho más cómodo con quien soy y con la forma en que me presento ante el mundo”, explicó García.

García y su madre, Michelle Vallet, destacan que el camino hacia la cirugía fue un proceso lento, que se llevó a cabo con gran cuidado y mucha conversación.

Una vez que comenzó la pubertad, García empezó a tener dudas y quiso explorar qué significaría retrasar los cambios que se estaban produciendo en su cuerpo. En ese momento, tenía unos 10 u 11 años.

Vallet se puso en contacto con el Lurie Children’s Hospital y programó una primera cita para García. Contó que ese primer encuentro duró tres horas.

Según Vallet, gran parte de las personas malinterpreta el proceso, y los niños transgénero se han convertido en algunos de los pacientes bajo más escrutinio del país.

“Creo que la gente piensa que los niños trans se despiertan un día y dicen: ‘¡Quiero ser un niño!’”, dijo Vallet. “Entonces van a la clínica de género y, ¡pum! Así no es cómo funciona este tratamiento”.

Vallet, su hijo, y el personal médico del Lurie Children’s hablaron largamente sobre los riesgos del tratamiento, los posibles efectos secundarios y los siguientes pasos.

García se sometió a evaluaciones de salud mental en varias citas antes que pudiera tomar bloqueadores de la pubertad para evitar que su cuerpo experimentara cambios. Luego comenzó a recibir dosis bajas de la hormona testosterona. Poco a poco, su voz se volvió más grave y le creció vello facial.

El joven sigue recibiendo inyecciones de testosterona cada semana y va a revisiones en el Lurie Children’s para controlar sus niveles hormonales. Ahora lo preocupa que esta atención también se vea afectada. A su madre le inquieta que el hospital suspenda progresivamente todo tipo de atención para la reafirmación de género.

“Es desgarrador ver que hospitales tan grandes como el Lurie obedecen por adelantado”, dijo Vallet, refiriéndose a la orden ejecutiva de Trump que amenaza con retirar los fondos federales que reciben los hospitales. “Se siente como una traición. … Hay dinero federal en juego, pero en un momento dado, en la situación en la que nos encontramos, hay que decir: ’No, no voy a hacerlo”’.

El joven de 17 años que vive en los suburbios y nunca consiguió una fecha para la cirugía, está esperando respuesta de otros hospitales. Tiene una cita preliminar con un hospital en mayo, pero hay lista de espera. Probablemente pasarán meses antes que pueda operarse.

Está convencido de que la atención médica que ya ha recibido le ha salvado la vida y le ha dado esperanzas para el futuro. Piensa en estudiar Medicina en la universidad, inspirado por la atención que recibió durante todo este proceso.

Su madre, Jane, dice que el muchacho está saliendo adelante.

“Estoy muy orgullosa de él, porque todo lo que dice y hace tiene sentido”, dijo mientras su hijo explicaba todo lo que implica poder operarse. “Tiene claridad, y la gente lo está escuchando, lo entiende, y le está proporcionando lo que necesita para vivir”.

Este artículo es parte de una alianza que incluye a WBEZNPR, y KFF Health News.