Cada vez más hospitales subcontrantan servicios ambulatorios, a menudo poco rentables, para los pacientes más pobres, mediante la creación de organizaciones independientes, sin fines de lucro, que proporcionan atención primaria.
Medicare y Medicaid pagan a estas clínicas, conocidas como centros de salud semejantes con certificación federal, mucho más de lo que pagarían si fueran propiedad de los hospitales.
Al igual que los casi 1,400 centros de salud certificados a nivel federal —que también reciben esos dólares adicionales—, una clínica designada por el gobierno como “organización semejante” también puede acogerse a programas federales que podrían ayudar a reducir los costos y a contratar proveedores. Las clínicas pueden obtener medicamentos recetados con grandes descuentos, y atraer a nuevos médicos haciéndolos elegibles para un programa gubernamental, que les ayuda a pagar su deuda estudiantil si trabajan en un área con escasez de doctores.
Pero, a diferencia de los centros de salud comunitarios, los semejantes no reciben una subvención federal anual para cubrir los costos operativos. Tampoco obtienen la cobertura económica del gobierno federal para casos de negligencia médica.
Aunque no formen parte de un sistema hospitalario, muchos de los centros semejantes, creados por los hospitales, cuentan con clínicas en los campus de los hospitales o a poca distancia. Por ello, las clínicas pueden absorber a los pacientes menos graves y alejarlos de las costosas salas de urgencias.
Esto ayuda a reducir pérdidas económicas, especialmente de los pacientes sin seguro que podrían haber utilizado las urgencias para recibir atención primaria. Convertir clínicas en “centros semejantes” suele ser una estrategia de los hospitales que tienen una alta proporción de pacientes inscritos en Medicaid, que generalmente reembolsa a tasas más bajas que los planes de salud comerciales, dijo Jeffrey Allen, de la consultora Forvis. “Es una tendencia que está ganando impulso”, afirmó.
Los hospitales apuestan por salir airosos si derivan un servicio que pierde dinero y conceden una subvención a su “semejante” para que siga siendo solvente, señaló Allen. Al mismo tiempo, los hospitales esperan que muchos de los pacientes de las clínicas semejantes que necesitan ingresar, o requieren atención especializada, sean enviados a sus hospitales, añadió.
Al menos ocho sistemas hospitalarios han convertido clínicas existentes o han construido otras nuevas que recibieron la designación de “organización semejante” desde 2019 hasta 2022, según un análisis de KHN basado en datos federales. Entre ellos están los siguientes:
- Parkview Health, un gran sistema hospitalario en Indiana y Ohio, que abrió un centro semejante llamado Alliance Health Centers en Fort Wayne, Indiana, designado en 2021. Tami Brigle, portavoz del hospital, dijo que el estatus de semejante ofrecía al sistema una mejor manera de proporcionar atención a las personas desatendidas.
- Parrish Medical Center de Titusville, Florida, que ayudó a abrir Space Coast Health Centers, y que fue designado como “organización semejante” en 2022. Parrish gastó $1,2 millones para establecer la clínica, que ofrece atención primaria y de salud mental, a pocas cuadras del hospital. “Muchos de nuestros pacientes no han tenido atención primaria durante años y tienen múltiples necesidades médicas y de comportamiento”, expresó el CEO de Space Coast, Arvin Lewis, en una declaración a KHN. “Estamos trabajando para mejorar el acceso a la atención”.
- Wabash General Hospital, que se asoció con un departamento de salud local para formar el Wabash Community Health Center, una clínica “semejante” junto al hospital en Mount Carmel (Illinois). Danielle Stevens, vicepresidenta ejecutiva de desarrollo empresarial del hospital, dijo que el hospital trataba a algunos pacientes de la clínica en su sala de urgencias y que el nuevo centro ofrecía servicios de salud mental y física en un solo lugar. “La intención es ampliar los servicios, que actualmente no se ofrecen a la comunidad, gracias a la mejora del reembolso”, señaló.
- Beverly Hospital en Montebello, una ciudad del condado de Los Angeles, que proporcionó un préstamo de $3 millones y donó su clínica para mujeres para poner en marcha el centro “semejante” BeverlyCare, según contó la directora ejecutiva de BeverlyCare, Corali Nakamatsu. El centro renta al hospital un espacio de oficinas para su clínica de adultos y pediatría. Esa clínica ayuda a los pacientes que necesitan atención de seguimiento después de visitar la sala de urgencias del hospital. La clínica también ofrece a los pacientes una opción más económica que la de acudir a las urgencias.
El presidente de la Asociación de Hospitales de Indiana, Brian Tabor, apuntó que los hospitales a veces se muestran cautelosos a la hora de crear una “semejante”, ya que supone ceder el control a una nueva organización. Sin embargo, dijo, la conversión puede beneficiar tanto a los hospitales como a los pacientes: “Los hospitales están explorando diferentes modelos de pago para apoyar el acceso a la salud en las zonas rurales y subatendidas, y el estatus de “semejante” ha surgido para algunos como una herramienta vital”.
A nivel nacional funcionan 108 centros de salud designados como “semejantes”, lo que supone un aumento respecto a los 87 existentes en 2020, según la Administración de Recursos y Servicios de Salud federal (HRSA). La mayoría no fueron creados por hospitales.
Los centros de salud “semejantes” están supervisados por un consejo de administración, y se requiere que al menos el 51% de los directores sean pacientes, como ocurre en los centros de salud comunitarios. Los “semejantes” tratan a los pacientes según una escala de cuotas basada en sus ingresos.
Las organizaciones suelen solicitar al gobierno federal el estatus de “semejante” como paso previo a convertirse en un centro de salud totalmente subvencionado por el gobierno federal.
En la zona de Allentown (Pennsylvania), los dos principales sistemas de salud (St. Luke’s University Health Network y Lehigh Valley Health Network) han transformado recientemente muchas de sus clínicas de atención primaria en centros similares. Ninguno de los dos hospitales quiso facilitar un portavoz para comentar los cambios, pero ambos respondieron a las preguntas por escrito.
St. Luke’s inició Star Community Health en 2018; recibió su designación de “semejante” en 2020. “Star ha sido capaz de tratar a un grupo más amplio de pacientes que de otra manera no tendrían acceso a la atención”, declaró el CEO de Star, Mark Roberts, aunque no proporcionó detalles sobre la expansión.
Lehigh Valley convirtió varios de sus consultorios de atención primaria al estatus de “semejante” bajo el nombre de Valley Health Partners Community Health Center. La financiación adicional de Medicare y Medicaid ha permitido a las clínicas ampliar los servicios de salud mental y drogadicción, así como ofrecer asistencia de asesores financieros, trabajadores sociales y farmacéuticos clínicos, escribió el portavoz Jamie Stover.
Lee Health, un sistema hospitalario con sede en Fort Myers, Florida, convirtió más de dos docenas de sus clínicas ambulatorias a la designación de “semejantes” a partir de 2014. Bob Johns, vicepresidente de Lee Community Healthcare, es el único ejecutivo a tiempo completo de los semejantes. El resto del personal sigue siendo empleado del sistema hospitalario.
La mayor financiación de Medicaid ha ayudado a pagar cuatro nuevas clínicas de medicina familiar para adultos y una clínica de salud mental pediátrica, explicó Johns. Y una clínica de salud móvil, que va a las zonas subatendidas, también se financia en parte a través de los reembolsos mejorados de Medicaid.
Johns apuntó que la clínica semejante recibe unos $120 por la visita de un paciente de Medicaid al consultorio de atención primaria, casi el doble del pago que recibían las clínicas cuando eran propiedad de Lee Health.
Johns atribuyó a las clínicas semejantes la reducción de las visitas innecesarias a urgencias en los hospitales de Lee Health en al menos un 20%. Muchas de esas visitas eran de pacientes sin seguro, dijo.
Las clínicas también se benefician del programa federal 340B, que les permite comprar medicamentos con grandes descuentos para venderlos a los pacientes. Las aseguradoras de los pacientes suelen pagar a los centros una tarifa más alta, y las clínicas se quedan con la diferencia. Las clínicas pueden reducir los costos de bolsillo de los pacientes, pero no están obligadas a hacerlo, aunque Johns afirmó que Lee Health reduce los costos de los medicamentos para los pacientes que no tienen seguro o tienen bajos ingresos.
Los sistemas hospitalarios, como Lee Health, que se acogen al programa 340B pueden utilizarlo solo para sus pacientes ingresados, según Johns.
El estatus de semejante también permite a las clínicas participar en el National Health Service Corps, un programa federal que paga los préstamos estudiantiles de los médicos que aceptan trabajar en un área con escasez de proveedores de atención médica. “Es una forma estupenda de retener a los profesionales”, señaló Johns.
El traslado de la atención a las “organizaciones semejantes” ha ayudado a Lee Health a encontrar nuevos fondos para llevar la atención médica a las personas desatendidas, añadió.
“Es un modelo genial y una forma muy eficiente de utilizar recursos limitados”, concluyó Johns.