Marcus Cummins creció soñando con convertirse en médico, pero el nativo de Central Valley, California, no tenía médicos negros a los que admirar.
A veces dudó de sí mismo, pero le da crédito a la determinación que desarrolló como receptor en el equipo de fútbol americano de la Universidad de California-Davis para ayudarlo en sus estudios.
“Ser un atleta universitario me dio confianza para manejar el rigor de la escuela de medicina”, dijo el joven de 25 años, casado y padre de tres hijos. “Fue más difícil porque no tenía ningún médico modelo a seguir”.
Esta primavera, Cummins completará su cuarto año en el campus regional de la Facultad de Medicina de la Universidad de California-San Francisco en Fresno. En marzo, fue designado al programa de residencia en medicina interna de UCSF Fresno, donde completará su formación.
El campus alberga uno de los Programas de Educación Médica de la Universidad de California, o UC PRIME, que anima a los estudiantes de color a obtener títulos médicos para ayudar a diversificar el campo y aliviar la escasez de médicos, particularmente en las comunidades desatendidas.
El sistema universitario público lanzó el primer programa de capacitación en 2004, en su campus de Irvine, y desde entonces lo ha ampliado a sus seis facultades de medicina, muchos de ellos con énfasis en las comunidades médicamente vulnerables.
Investigadores han descubierto que el programa ha logrado diversificar la inscripción, pero no hay suficiente seguimiento a largo plazo para saber si estos graduados ejercen en las regiones donde más se necesitan.
“Poco se sabe sobre los resultados a largo plazo de UC PRIME, como la ubicación de la práctica o la especialidad”, escribieron los investigadores de Mathematica el otoño pasado después de evaluar el programa a través de un beca de la California Health Care Foundation.
Los administradores de la UC dicen que sus datos muestran resultados prometedores. En su informe de marzo para la Legislatura estatal, el sistema universitario encontró que más de la mitad de los que completaron su capacitación están sirviendo a comunidades desatendidas, aunque las escuelas de Los Ángeles y San Francisco no pudieron brindar información completa.
Los estudiantes participantes reciben capacitación en cursos especializados y experiencias clínicas para brindar atención culturalmente competente. Dependiendo de sus circunstancias individuales, pueden recibir ayuda financiera y becas, así como también desarrollo en liderazgo y tutoría.
“Estos resultados demuestran que los programas UC PRIME tienen un impacto sustancial en el aumento de la cantidad de graduados que siguen carreras dedicadas a mejorar la salud de los desatendidos a través de roles de liderazgo como médicos, educadores, investigadores y defensores de políticas sociales comprometidos con la comunidad”, escribió el sistema universitario.
Deena McRae, vicepresidenta asociada interina de ciencias académicas de la salud de la Oficina del Presidente de la UC, dijo que la universidad continuará mejorando el seguimiento de los profesionales.
Hace varios años, la California Future Health Workforce recomendó expandir el programa, y señaló que es probable que los graduados pertenezcan a grupos raciales y étnicos subrepresentados, que ejerzan en California, “y que atiendan a poblaciones desatendidas más que los médicos que no participan de programas similares”.
El programa de formación médica también busca captar estudiantes en edades tempranas. Por ejemplo, la Oficina de Vías Profesionales de la Salud de UCSF Fresno ejecuta programas que alientan a los estudiantes de escuelas media y secundaria a seguir carreras en medicina.
El estado ha seguido aumentando el apoyo. En 2021, asignó casi $13 millones en nuevos fondos para UC PRIME. Esa cantidad permitirá que el programa crezca de 396 estudiantes este año a casi 500 para el año académico 2026-27, predijo la UC.
Sidra Suess, una paquistaní que creció en Modesto, ahora practica medicina interna en Kaiser Permanente en Stockton. Completó su trabajo de pregrado y dos años de la escuela de medicina en UC Davis antes de hacer sus últimos dos años de la escuela de medicina en UCSF Fresno a través de su programa del Valle de San Joaquín.
“Stockton es una mezcla tan diversa y hermosa de culturas e idiomas”, dijo Suess. “Sé que tomé la decisión correcta al estar aquí y PRIME me abrió las puertas para hacerlo. La ayuda para la matrícula, las becas y otro tipo de apoyo que ofrece pueden ser fundamentales para que los estudiantes se involucren”.
El otoño pasado, Mathematica encontró que los estudiantes de medicina subrepresentados en las escuelas de la UC aumentaron más del doble, del 16% en 2000 al 40% en 2021, un aumento que se atribuye en gran parte a UC PRIME. Los investigadores le dieron crédito al programa por “centrar los esfuerzos de reclutamiento en personas comprometidas a servir a las comunidades subrepresentadas”.
Sin embargo, el informe citó la falta de datos a largo plazo como un obstáculo para saber dónde terminan practicando estos graduados. Un estudio de la Facultad de Medicina de UC Davis encontró que hasta el 62% practicaba en un lugar desatendido, pero esa investigación se basó en fuentes secundarias.
“Se necesitan al menos 11 años o más para producir un médico en ejercicio después de la escuela secundaria, según la especialidad”, dijo Kenny Banh, decano asistente de educación médica de pregrado en UCSF Fresno. “Hace falta más tiempo para realizar un seguimiento de los resultados de nuestros graduados”.
Banh, un médico de medicina de emergencia, enfatizó la importancia de los médicos que hablan los mismos idiomas y provienen de las mismas culturas que sus pacientes. Dijo que las áreas rurales necesitadas a menudo importan médicos extranjeros, patrocinando sus visas, pero que esos médicos no están necesariamente comprometidos con la región.
Mientras tanto, más del 80% de sus estudiantes provienen de entornos desfavorecidos y subrepresentados, dijo. “Estudié medicina para abrir puertas a estudiantes como yo”, dijo Banh.
En las regiones desatendidas, tiende a haber menos médicos; los hospitales y los centros de salud probablemente tengan más dificultades para reclutar y retener médicos; y los pacientes pueden tener que conducir largas distancias para acceder a la atención.
Un informe de 2021 del Healthforce Center en UCSF encontró que Inland Empire tenía la proporción más baja de médicos de atención primaria por cada 100,000 personas en California, mientras que el Valle de San Joaquín tenía la proporción más baja de especialistas por cada 100,000 personas.
Diversificar el campo también podría ser bueno para la salud de los pacientes. Por ejemplo, una nueva investigación ha encontrado que las personas negras viven más tiempo en áreas donde hay más médicos negros.
De Selma, luego Kingsburg, los padres de Inderpreet “Inder” Bal trabajaron como granjeros inmigrantes. Eligió estudiar medicina durante su tercer año en Fresno State, aplicó a UCSF y ahora está en la clase PRIME de UCSF San Joaquin Valley de 2024. “Definitivamente estuvo a la altura de todo lo que imaginé”, dijo Bal.
A través de la experiencia de su madre con cáncer terminal, Bal se dio cuenta de que ser médica no significaba que podía curar a todos, pero se esfuerza por dar lo mejor de sí a cada paciente. Dijo que está comprometida a practicar en el Valle Central algún día.
Esta historia fue producida por KFF Health News, que publica California Healthline, un programa editorialmente independiente de la California Health Care Foundation.