Los pacientes con sistemas inmunes debilitados, que tienen un riesgo mayor de covid-19 y sus complicaciones, dicen que las farmacias los rechazan cuando buscan dosis adicionales de las vacunas recomendadas por los funcionarios federales de salud.
Alyson Smith se convirtió en elegible en enero para una cuarta dosis de la vacuna contra covid porque sus medicamentos afectan su sistema inmune.
Aunque los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) alientan a la mayoría de los adultos a recibir un total de tres vacunas de ARNm, dos vacunas “primarias” y un refuerzo, la agencia ahora recomienda a las personas con sistemas inmunes débiles que reciban tres inyecciones primarias más un refuerzo, un total de cuatro dosis.
Mucha gente está confundida acerca de la diferencia entre una serie de dosis primarias y un refuerzo. Las dosis primarias ayudan a las personas a desarrollar anticuerpos contra un nuevo patógeno, mientras que el refuerzo actúa fortaleciendo la inmunidad cuando ésta comienza disminuir.
Como aprendió Smith, muchos farmacéuticos no saben que la guía de vacunas de los CDC ha cambiado.
Smith programó su cita para su cuarta dosis por internet. Pero cuando llegó al Walgreens del área de Chicago el 19 de enero, un empleado le dijo que la cadena de farmacias no estaba administrando la cuarta dosis a nadie.
Smith dijo que está frustrada porque las personas vulnerables se ven obligadas a realizar múltiples visitas a farmacias y supermercados abarrotados, donde muchos clientes no tienen máscaras.
“Lo siento por los farmacéuticos, porque están abrumados como todos los demás”, dijo Smith, de 52 años. “Pero dos años después de la pandemia, existe la responsabilidad corporativa de tomar medidas cuando una guía cambia”.
En una declaración escrita, Walgreens dijo que ha administrado miles de cuartas dosis a personas inmunodeprimidas. “A medida que las pautas de vacunación continúan evolucionando, hacemos todo lo posible para actualizar nuestros equipos en las farmacias”.
La confusión se debe a las actualizaciones recientes en los consejos de vacunación para personas con sistemas inmunes comprometidos, así como a un cambio en el intervalo entre el final de la serie de vacunas primarias y el refuerzo.
• En agosto, los CDC comenzaron a permitir que las personas inmunocomprometidas recibieran una tercera dosis de la vacuna de ARNm como parte de su vacunación primaria.
• En octubre, actualizaron discretamente su sitio web para permitir que las personas con sistemas inmunes debilitados recibieran una cuarta inyección como refuerzo.
• En enero, la agencia acortó el tiempo que cualquier persona debe esperar para recibir un refuerzo: de seis meses a cinco.
Las personas que recibieron la vacuna de Johnson&Johnson de una dosis son elegibles para un solo refuerzo, un total de dos inyecciones, según los CDC.
Dada la frecuencia con la que se han revisado las pautas de vacunas en los últimos meses, algunos farmacéuticos han tenido dificultades para seguirles el ritmo, dijo Mitchel Rothholz, jefe de gobierno y afiliados estatales de la Asociación Americana de Farmacéuticos. Los empleados de las farmacias se han enfrentado a una carga de trabajo cada vez mayor, y también a una escasez de personal durante la pandemia, agregó.
“No conozco a ningún proveedor que quiera rechazar a un paciente”, dijo Rothholz. “Los CDC continúan realizando actualizaciones y se está volviendo muy difícil para los proveedores en los mostradores mantenerse al día. Puedo entender por qué un farmacéutico diría: “La empresa no nos ha dado luz verde”.
La confusión sobre quién es elegible para una cuarta dosis “era inevitable, aunque no digo que esté bien o mal”, dijo.
Sin embargo, muchos pacientes y sus médicos se sienten frustrados.
Si los pacientes se mantienen al día con las últimas pautas, preguntan, ¿por qué su farmacia no puede hacerlo?
“Es ridículo”, dijo el doctor Dorry Segev, cirujano de trasplantes e investigador de la Universidad Johns Hopkins. “Los CDC dejan muy claro que está permitido, e incluso las personas que imprimen la guía de los CDC y la llevan a sus farmacias son rechazadas”.
Charis Hill, de 34 años, se unió a un coro de personas inmunodeprimidas que expresaron sus preocupaciones en las redes sociales en los últimos días. Cuando Hill tuiteó el 21 de enero que Rite Aid debería educar mejor a su personal, el minorista respondió el mismo día y dijo: “Lamentamos mucho que no hayas tenido una gran experiencia, Charis. Vuelva a consultarnos a principios del próximo mes para obtener más información sobre la cuarta dosis”.
En una declaración escrita, Rite Aid dijo que entrena continuamente a su personal a medida que cambian los consejos de los CDC y “está investigando la respuesta que se le brindó al cliente en las redes sociales”.
La doctora Shikha Jain, profesora asistente de medicina en el Centro Oncológico de la Universidad de Illinois en Chicago, dijo que los pacientes en áreas rurales a menudo conducen largas distancias para buscar vacunas.
Uno de sus pacientes estaba “casi llorando” después de que lo rechazaran. Jain trató de ayudar llamando a la farmacia, pero estuvo en espera tanto tiempo que tuvo que colgar para ver a otros pacientes.
Jain dijo que los CDC deben hacer un mejor trabajo para educar a los médicos, farmacéuticos y pacientes. (Los CDC no respondieron a una solicitud de comentarios).
Teresa Strahlman, de 61 años, dijo que está inmunocomprometida debido a los medicamentos que toma para el lupus, una enfermedad autoinmune. Pero la mujer de Maryland dijo que no se dio cuenta de que era elegible para una cuarta dosis hasta que leyó una publicación de KHN en Facebook. “No tenía idea, y tengo un millón de médicos”, dijo Strahlman. “Nadie me ha dicho nada”.
Los CDC estiman que el 2.7 % de los adultos, o 7 millones de personas, están inmunocomprometidas, un grupo que incluye personas con afecciones médicas que debilitan su respuesta inmunitaria, así como aquellas que toman medicamentos inmunosupresores debido a trasplantes de órganos, cáncer o enfermedades autoinmunes.
Algunas personas inmunocomprometidas dicen que ser rechazadas en una farmacia es especialmente frustrante, dado todo lo que han sacrificado durante la pandemia.
Linda Rushing, de 74 años, ha dejado de asistir a los servicios religiosos en persona, aunque es profundamente religiosa, debido a una afección inmune que la vuelve propensa a una variedad de infecciones.
Rushing visitó tres farmacias locales antes de encontrar a alguien que le administrara su cuarta inyección.
“Es una tragedia necesitar ayuda y no poder obtenerla”, dijo Rushing, de Rowlett, Texas, cuya hija y nieta también están inmunocomprometidas. “No quiero covid. No quiero contagiar a nadie, y estoy tratando de hacer todo lo posible para no morir por eso”.